En el verano de 1970, el trío de Javier Martínez, Claudio Gabis y Alejandro Medina publicó su primer disco. Con el debut de Almendra, formó espontáneamente un ying-yang inaugural del rock argentino.
Martín E. Graziano
26 mar 2020 07:44 AM
En el verano de 1970, el trío de Javier Martínez, Claudio Gabis y Alejandro Medina publicó su primer disco. Con el debut de Almendra, formó espontáneamente un ying-yang inaugural del rock argentino.
En el preciso momento en el que cumple quince años, la editorial argentina desembarca en Chile con buena parte de su catálogo: desde Charly García y Spinetta hasta las aventuras de los gigantes del jazz en Buenos Aires.
"Yo sé que no puedo darte algo más que un par de promesas/ tics de la revolución/ implacable rocanrol", cantaba el Indio Solari cuando (medianamente) humilde como es, se sorprendía por el impacto de su lírica en millones de argentinos. Ya sea en banderas, sesudos análisis o en la conversación cotidiana, frases suyas como: "Violencia es mentir", "Teatro antidisturbios" o "Todo preso es político", han radiografiado la sociedad trasandina de las últimas décadas. Acá algunas ideas posibles de considerar.
Qué importa si se trata de recién iniciados o diestros conocedores: Culto presenta un pantallazo general —por qué no una invitación— del que acaso es el legado más argentino de todos: su rock.
La prestigiosa revista The Wire eligió su box set como uno de los mejores 50 álbumes del año. ¿Pero quiénes integran esta banda, cuándo nació y por qué ha permanecido tan escondida?, son interrogantes que responden dos de sus cuatro integrantes. Entre las singularidades de esta banda es que Miguel Tomasín, voz y batería, es una de las personas con síndrome de Down más conocidas en el mundo y hace veinte años estuvo invitado a De Pé a Pá.
El periodista y escritor Sergio Marchi parece ser el metro con el que se mide a los grandes nombres del rock argentino. Autor de la biografía definitiva de Charly García —No digas nada (1997)—, la de Pappo —El hombre suburbano (2011)— e incluso de dos tomos con la historia de los británicos The Beatles —Desde el comienzo (2017) y En el final (2019)— y otro sobre Roger Waters —Paredes y puentes (2012)—, ahora acaba de lanzar Spinetta: ruido de magia (Planeta, 2019) donde escarba —a modo de biografía oficial y en más de cuarenta capítulos y casi 700 páginas— en la vida y obra del Flaco.
El 29 de noviembre de 1969, RCA Viktor comenzaba a distribuir el disco debut de la banda de Luis Alberto Spinetta, Edelmiro Molinari, Emilio Del Guercio y Rodolfo García. Una historia de los sesenta que, medio siglo después, todavía sigue formulando preguntas.
Para 1999, en un país que se encaminaba directamente hacia su colapso, Babasónicos editó el último clásico del siglo pasado. Un disco que, como la orquesta del Titanic, puso a bailar a su tripulación mientras el barco divisaba su propio iceberg.
El debut de Serú Girán, el supergrupo que encabezaban Charly García y David Lebón, estuvo lejos de ser el esperado. Resistidos por un público que parecía no entender su propuesta y por la prensa de la época, que criticó duramente a cada uno de los integrantes, su revancha llegó de la mano de su segundo álbum: en 1979 La grasa de las capitales, desde su portada que parodiaba a las "revistas enemigas", comenzó a hacer justicia.
Qué importa si se trata de recién iniciados o entendidos: en las siguientes líneas se encontrarán con un pantallazo general —por qué no una invitación— del que acaso es el legado más argentino de todos: su rock. Discos imperdibles de los setenta —Charly García y Luis Alberto Spinetta mediante—, los ochenta —Virus e incluso Los Ratones Paranoicos— y otro puñado de los noventa —el mejor Calamaro y Los Redondos— bajo la lupa de 15 expertos que se atrevieron a reconstruir la historia.
Esta noche, en el Club Chocolate, Guasones, una de las bandas con mayor convocatoria en Argentina, se presentará por segunda vez en el país en el marco de su extensa gira celebrando más de 25 años de trayectoria. En una extensa charla con Culto, Esteban Monti, bajista de la banda, habló de todo: de sus inicios y su actualidad, hasta la crisis que atraviesa el país trasandino.
Charly García nunca ha inventado nada en materia de rock pero siguió como el mejor de los alumnos las instrucciones del género. Puso a prueba su resistencia, cruzó los límites de lo que el cuerpo y la mente podían aguantar quedando irremediablemente dañado.
Los tres cantautores coinciden por estas semanas en Santiago y hoy asoman como el último gran refugio del rock argentino clásico, uno de los géneros más influyentes del cancionero en español del siglo pasado. Una historia unida por el compadrazgo musical y sacudida por las más profundas diferencias personales.
En 1964, el joven Carlitos García, entonces un prodigioso estudiante de piano que detestaba la música popular, escuchó a una banda que, confesó años más tarde, cambió su vida: los Beatles. Su gusto por la obra del grupo le ha llevado a grabar algunos covers, incorporar algunas de sus técnicas, e incluso se dio el gusto de tocar con Tony Sheridan, quien tuvo a los de Liverpool como banda de acompañamiento antes de la fama.
El ex jefe de gabinete de los gobiernos Kirchner es un entusiasta por la música. Toca la guitarra y el piano, es cercano a Litto Nebbia, uno de los primeros rockeros trasandinos, e incluso ha grabado de forma profesional con la banda Súper Ratones.