La convocatoria de Francisco a los obispos chilenos para que vayan a Roma marca una acción sin precedentes para el Vaticano. La cita anticipa cambios profundos, que partirían con la salida de los prelados de Osorno, Talca y Linares, pero que no serían los únicos ni las medidas más relevantes. Tras el informe de Scicluna, se espera que Barros sea solo el comienzo de otros cambios que amenazan el poder del ala más conservadora del clero chileno.
Carla Pía Ruiz y Francisco Artaza
6 may 2018 12:39 AM