En 1999 Metallica se animó a dar un paso que suponía cierto riesgo. Llevar su material al lenguaje de la música sinfónica. Pero gracias al talento y la experiencia del director Michael Kamen, los músicos dieron forma a un trabajo que señalaría un punto alto en su carrera, dejó versiones que aspiran a ser definitivas y demostró que los cruces, cuando son bien realizados, pueden sorprender hasta al más veterano.
Felipe Retamal N.
23 nov 2019 04:52 PM