La primera vez que Sebastián Armstrong conversó con su madre fue cuando tenía 16 años, y lo hizo para pedir perdón por ser como era. Con la ayuda de especialistas, había logrado escribir para decirle a su familia lo que sentía viviendo con autismo. Fue el inicio de su camino para romper su condena de incomunicación y encontrar el sentido de su vida. Años después, publicó un libro: Relatos de Sebastián para otros. “Escribir, para mí es tener voz para opinar”, dice.
Rosario Mendía y Camila García
29 ene 2021 06:00 PM