Solange Huerta debió asumir la dirección del Sename en el momento más oscuro de su historia: tres meses después de la muerte de Lissette Villa y justo antes de que se supiera la cifra de 1.313 niños y adolescentes muertos bajo el cuidado del estado. A punto de dejar su cargo, dice que Chile tiene una deuda histórica con los niños, que el servicio necesita funcionarios con mejor formación, y que la crisis abrió una oportunidad para que los niños no vuelvan a ser invisibles. "Es muy importante que esto no termine siendo una moda", dice.
Carolina Sánchez // Fotos: José Miguel Méndez
22 feb 2018 07:00 PM