La Fiscalía General brasileña disolvió el grupo de trabajo de Paraná que inició en 2014 la investigación de la trama de corrupción, la misma que llevó a la cárcel a Lula y otros tres presidentes de América Latina. Expertos cuestionan el legado de la operación que tuvo al exjuez Sérgio Moro como su principal figura.
En diálogo con Cristian Bofill, el exministro de Justicia brasileño afirmó que dejó el gobierno de Bolsonaro porque “no hubo apoyo del Presidente a la agenda anticorrupción”. Sobre su rol en la condena a Lula, aseguró que “nunca hubo animosidad personal mía” contra el petista.
Según la prensa brasileña, la nominación de André de Almeida Mendonça contó con el apoyo de la cúpula militar y la articulación del presidente del Supremo Tribunal Federal.
Todavía no se ha detallado si las personas retenidas tiene relación con la filtración de conversaciones de Telegram entre el entonces magistrado federal y el equipo Lava Jato, publicadas por el medio The Intercept.
Según indica el Diario Oficial, el ministro de Justicia solicitó una semana hábil para tratar "asuntos personales". El subsecretario ejecutivo de la cartera, Luiz Pontel, asumirá como subrogante durante la ausencia del exmagistrado.
El líder ultraderechista concurrió junto al actual ministro de Justicia, cuestionado por su supuesta parcialidad como el juez responsable por el caso Lava Jato, que tiene en prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el principal rival político del actual mandatario.
"El pueblo va a decir si estamos en lo cierto o no", dijo el Presidente Jair Bolsonaro en alusión al caso que involucraría a su ministro de Justicia.
El secretario de Estado se presentó ante los legisladores para responder a los cuestionamientos en su contra a raíz de la investigación del medio The Intercept Brasil sobre su rol en la investigación por corrupción contra el expresidente de Brasil, Lula da Silva.
El exjuez federal de Brasil, Sergio Moro, aseguró que no incurrió en ningún "comportamiento inapropiado" por lo que renunciar al gabinete de Bolsonaro no estaría justificado.
El presidente de Brasil declaró su explícito apoyo a Sergio Moro en un desayuno con periodistas -pese a que ya había dejado claro su respaldo al pedirle que lo acompañara a dos eventos- fue la primera vez que se manifestó públicamente sobre el asunto desde la publicación de las conversaciones que ponen en duda la imparcialidad del exjuez federal.
El ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni, aseguró que la investigación del medio The Intercept es una "vendetta" contra los investigadores y jueces que condenaron al expresidente de Brasil y negó que esta situación afecte al trabajo de la comisión Lava Jato.
La cita se concretó en el Palacio de Planalto. Ayer, Sergio Moro anunció que la Policía Federal de Brasil inició una investigación para determinar la responsabilidad de quiénes realizaron una "invasión criminal" en los celulares y otros aparatos electrónicos de los fiscales y jueces que fueron mencionados en la investigación de The Intercept.
El encuentro duró cerca de 20 minutos y se concretó en el Palacio de Alvorada (Brasilia). Tras el terminó de ella, se trasladaron hacia una ceremonia cerca de la Marina de Brasil para conmemorar la Batalla del Riachuelo (11 de junio de 1865). Ambos evitaron hacer declaraciones a la prensa.
Tres artículos realizados por The Intercept Brasil, en base a una serie de archivos y documentos -recibidos de una fuente anónima- cuestionan la objetividad de los principales protagonistas de la causa que llevó a Lula a la cárcel. El exjuez Moro, actual ministro de Justicia, habría influido en el fiscal del caso.
Por su parte, Sergio Moro, lamentó el domingo la "invasión criminal" de teléfonos de varios de los persecutores involucrados y aseguró que no tuvo oportunidad de comentar sus declaraciones antes de que fueran publicadas.
