Frutillar es hoy un laboratorio de lo que podría ser otro Chile. Emprendimientos de punta, cultura de clase mundial, sustentabilidad e integración social junto a la mejor calidad de vida y un ritmo de trabajo sin pausa pero sin prisas. Un grupo cada vez mayor de frutillarinos y de parejas jóvenes –"los colonos 2.0"– están consiguiendo hacer realidad lo que desde Santiago aún suena a utopía.
Constanza López G. / Fotografía: Carolina Vargas
15 dic 2016 03:55 PM