Para el fundador de la encuesta Cadem, que este mes cumple sus 500 ediciones y casi 10 años de trabajo, actualmente “las personas están más difíciles” y hay bolsones de votos más ocultos, lo que dificulta el trabajo de medición de la opinión pública. “Te lo reflejo de la siguiente manera”, dice: “Antes los encuestadores teníamos claro con un año de anticipación quién iba a ser el próximo Presidente de Chile. El único que no partió ganando en las encuestas es Gabriel Boric”.
El Presidente Jair Bolsonaro sorprendió el domingo al quedar apenas a cinco puntos porcentuales de distancia de Lula, a quien los sondeos previos le daban una victoria holgada, al punto de pronosticar incluso su triunfo con mayoría absoluta en primera vuelta.
En una eventual balotaje, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) le sacaría al actual mandatario brasileño 21 puntos (55% a 34%), ocho menos de ventaja que los medidos en diciembre pasado.
La votación, que cerró a las 18.00 -hora local-, es clave para el futuro del mandatario Alberto Fernández, cuya capacidad de gestión podría verse afectada si pierde, mientras que la oposición de centroderecha podría ver allanado su camino hacia las elecciones presidenciales de 2023 si se impone. “Si la hipótesis fuera una repetición de las primarias, esto va a tener una gran repercusión en el interior tanto del Gobierno como del Frente de Todos (oficialismo). En el Senado podría perderse incluso el quórum propio”, aseguran analistas políticos.
En la recta final de cara a los comicios del martes, Joe Biden y Donald Trump se han enfocado en un puñado de estados indecisos, donde concentran sus actos y gastos de campaña. Saben que los votos electorales en disputa allí serán claves para ganar el sillón presidencial de la Casa Blanca.
El director de la institución, Leonidas Montes, afirma a La Tercera que con el fin de acortar el trabajo de campo del sondeo, de cerca de 45 días, analizan combinar la modalidad presencial con online y telefónica.
"Estamos por detrás", asegura la asesora. Asimismo, agrega que el plan actual del magnate se centra en electores que todavía no han definido si apoyar o no a su contrincante.
