Según el análisis de Colliers, durante los últimos tres años se observa un estancamiento en los valores del precio del suelo por diversos factores. “El mercado inmobiliario además de encontrarse deprimido por las caídas en las ventas de viviendas, está siendo golpeado por mayores costos de construcción, más impuestos, una inflación alta, planes reguladores más restrictivos y una dañina incertidumbre normativa, donde se cuestionan y hasta paralizan proyectos que cuentan con todas las aprobaciones y certificaciones necesarias. Todo lo anterior necesariamente afecta el valor del suelo”, consignó el informe.