Curanipe, Llanada Grande o Malalcahuello. Cerro Castillo, Manao o Huentelauquén. La búsqueda del próximo destino turístico de moda comienza a delimitar nuevos polos –la playa hippie de Huentelauquén, la costa para surfear entre los ríos Maule e Itata, las montañas perdidas de La Araucanía, la entrada de Chiloé, la Patagonia de Los Lagos y el entorno de Coyhaique. Todos lugares que, en todo caso, miran con cierto temor el nuevo interés que despiertan y apuestan por crecer de manera sustentable y no perder su identidad en el camino al desarrollo.