Francisco Aranda dice que sí. Él es un ex jugador de básquetbol profesional que hace unos años se hizo una pregunta fundamental: ¿Cómo devuelvo la mano por todo lo que este deporte hizo por mí? Buscando una respuesta, hoy empuja una fundación que transforma en canchas de uso familiar los espacios tomados por el narcotráfico y enseña básquetbol en cárceles.
Carlos Matías Pérez
6 sep 2019 02:49 PM