Casi todos los artículos que se han publicado de ella la tildan de ser un plomo: una mujer dura, poco amigable, corta de genio, de pocas palabras y, por lo mismo, muy difícil de entrevistar. Pero de paso en Santiago, donde este martes dictó una conferencia invitada por la Cátedra Mujeres y Medios UDP, la periodista y escritora estadounidense Jill Abramson (63), quien en 2011 se convirtió en la primera mujer en llegar a dirigir The New York Times, se sienta a conversar 30 minutos con Paula.cl, a pies descalzos, en la terraza del hotel Sheraton, acerca de sus buenos y malos momentos a la cabeza de uno de los diarios más influyentes del mundo. Cuenta detalles de su despido y confiesa por qué nunca más en su vida quiere dirigir un diario.