Aunque todas las personas tienen lunares, es importante saber identificar su tipo, para así despejar dudas respecto de su evolución natural, las molestias que a veces generan y las señales de alerta que arrojan. Aquí, los cuatro más comunes, las diferencias morfológicas y de color entre benignos y malignos, y qué hacer en caso de preocupación.
Revista Paula.
3 jun 2015 04:00 PM