Diego Cháves
12 may 2023 09:10 PM
Las autoridades de Estados Unidos estiman que hay 60 mil personas al otro lado de la frontera sur aguardando para cruzar en los próximos días, luego de la expiración de la medida sanitaria que se puso en vigor durante la pandemia y que permitía la rápida expulsión de los migrantes.
La medida de la era de la pandemia que ha servido como una herramienta de control fronterizo contundente para dos administraciones sucesivas finalizaba este jueves por la noche.
A solo horas del fin del polémico Título 42, herramienta con la que el gobierno de Estados Unidos contuvo de manera momentánea la llegada de miles de migrantes acusando la defensa de la salud pública en plena pandemia, las autoridades volvieron a reafirmar que su cese no se traduce en la apertura indiscriminada de sus fronteras.
Miles de personas migrantes en la frontera norte de México y en otras partes de la ruta hacia Estados Unidos siguen enfrentando duras condiciones de albergue, seguridad, hábitat, alimentación y saneamiento por cuenta de políticas que criminalizan la migración.
Los demócratas, que tienen un estrecho control en el Senado, han catalogado las medidas como "crueles" y "antiinmigrantes" y el Presidente Joe Biden ha prometido vetarlas.
Nicaragüenses y otros migrantes se apresuran a cruzar la frontera entre EE. UU. y México ante el endurecimiento de las políticas estadounidenses.
La expiración de la orden, prevista para este miércoles, pondría fin a las restricciones relacionadas con la pandemia de Covid-19 para los solicitantes de asilo en el país.
Mientras políticos republicanos expresan su temor ante un posible aumento en los flujos migratorios, organizaciones de derechos humanos aplauden el fin de la medida. Desde el próximo miércoles ya no podrá usarse dicha norma sanitaria relacionada con el Covid para expulsar a los solicitantes de asilo en la frontera sur del país.
El gobierno estadounidense estaba en camino de levantar el 23 de mayo la medida, conocida como Título 42 y promulgada bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. Una decisión que había indignado a los republicanos y a muchos demócratas, así como a los defensores de controles fronterizos más estrictos.