El director ejecutivo de Tesla está compitiendo para convertir a xAI, que se lanzó después de sus competidores, en la empresa de inteligencia artificial más avanzada del mundo. Elon Musk pasó el año pasado construyendo su startup de inteligencia artificial xAI a una velocidad vertiginosa. Ahora tiene que convertirla en un negocio real.
Tras la alianza de Elon Musk con Donald Trump para su próximo gobierno, los deseos de castigar a la ex red social del pajarito se han manifestado en la búsqueda de nuevas plataformas para el microblogging. Por un lado está Threads, el clon de Instagram que ya lleva un tiempo intentándolo y Bluesky, una suerte de Twitter reencarnado que hoy es quien parece estar llevándose todas las miradas.
Según el medio de comunicación, la plataforma X "es tóxica" y su propietario, Elon Musk, "ha podido usar su influencia" para dar forma al discurso político en la red social.
La jornada de ayer, Trump anunció en su red social Truth Social la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental, el cual estará dirigido por Elon Musk y el excandidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy.
En octubre de 2022 el empresario adquirió la entonces Twitter. Pero desde entonces, su control ha sido polémico. En enero de 2023 despidió al 80% de la firma, en julio le cambió el nombre y la bautizó como X Corp. A inicio de este año demandó a un grupo de anunciantes acusándolos de boicot. En estos dos años, el valor de la empresa cayó casi 80%, a menos de US$10 mil millones.
Fuentes aseguraron al New York Times que el complejo de Musk, quien ha manifestado su preocupación por el descenso de la natalidad, está ubicado en Texas.
The Washington Post entrevistó a antiguos socios comerciales y tuvo acceso a documentos. El magnate ha apoyado el discurso antiinmigración de Donald Trump.
Pese a las medidas que se han tomado para restringir el alcance de sus medios estatales, han encontrado formas de difundir contenidos afines a sus intereses.
La actualización de X utilizó servicios en la nube ofrecidos por terceros, lo que permitió a algunos usuarios brasileños tomar una ruta fuera del país para llegar a X, incluso sin una red privada virtual.
Tras la orden de un juez de suspender el acceso a la red social en territorio brasileño, la empresa de internet satelital del magnate sudafricano se había negado a acatar la medida.
Luego que la justicia brasileña ordenara la prohibición de la red social controlada por el multimillonario Elon Musk, los "ex tuiteros" parecen haber encontrado su paraíso, uno muy parecido a su otrora plataforma.
Tras la suspensión, se entregó un período de cinco días a la App Store y a la Google Play Store para eliminar la aplicación de sus tiendas en línea.
La medida es el último capítulo de una disputa en curso entre un juez de la Corte Suprema de Brasil y Elon Musk, que también incluyó el congelamiento de las cuentas financieras del proveedor de internet satelital Starlink en Brasil.
Un diario estadounidense hizo una revisión de las publicaciones que el magnate de la tecnología ha realizado en X (ex Twitter) desde 2019 hasta la actualidad.
El registro retrata al líder del chavismo como un superhéroe y muestra al empresario como un villano que lleva símbolos relacionados al satanismo.
