Solo la justicia determinará si Sean “Diddy” Combs califica como un criminal merecedor de una condena -todo en su biografía indica que lo es-, como debemos esperar las pruebas y testimonios en tribunales para saber si los famosos amigos estaban al tanto de sus fechorías, y callaban por conveniencia. El resto -los reels, las fotos, las notas de prensa que describen un escenario propio de Sodoma y Gomorra sin detalles ni fuentes-, no es más que el viejo sensacionalismo en nuevos empaques con hedor a moralina.
12 oct 2024 06:00 AM