La destrucción de la represa y central hidroeléctrica de Kajovka y el vaciado de su embalse en el río Dniéper, se sumaron a la miseria que sufre esa región ucraniana desde hace más de un año por los ataques de artillería y misiles.
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El desastre de la represa de Nova Kakhovka coincidió con una contraofensiva inminente por parte de las fuerzas ucranianas, vista como la próxima fase clave de la guerra.
“Ha habido muchas insinuaciones sobre el hecho de que Rusia supuestamente demoliese una de las infraestructuras más importantes. Este enfoque no resiste análisis. Hay otro intento desesperado de ‘blanquear’ el régimen de Kiev, que durante muchos meses ha bombardeado deliberadamente la represa”, afirmó Anatoli Antonov, representante diplomático de Rusia ante el gobierno estadounidense.
Vasili Nebenzia, embajador ruso ante la ONU, afirmó que las tropas de Ucrania ya habían probado ataques con misiles a una de las esclusas de la central hidroeléctrica en Jersón. Desde la representación de Kiev se respondió que Rusia controla la represa desde hace más de un año. "Es físicamente imposible hacerla estallar desde el exterior mediante bombardeos. Ha sido minado por los ocupantes rusos", aseguraron.
En una sesión de emergencia convocada por el Consejo de Seguridad de la ONU, el responsable de Asuntos Humanitarios del organismo, Martin Griffiths, al referirse a la destrucción de una represa por las fuerzas rusas, indicó que “tendrá consecuencias graves para miles de personas en el sur de Ucrania, en ambos lados de la línea del frente, con la pérdida de viviendas, alimentos y agua potable”.
Kiev acusó a las fuerzas rusas de volar la represa y central hidroeléctrica de Nova Kakhovka, en el río Dniéper, en la región de Donetsk, mientras que los funcionarios rusos culparon a los ataques militares ucranianos en la zona en disputa.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, acusó hace meses a las fuerzas rusas -que controlan la infraestructura desde principios de la invasión- de colocar minas en las instalaciones de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, con la intención de provocar una catastrófica inundación en las comunidades vecinas con el fin de frenar el avance de las tropas de Kiev.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania subió un video a la cuenta de Telegram en el que señalaba “es hora de recuperar lo que es nuestro”.
La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, afirmó que “a pesar de la feroz resistencia y de los intentos del enemigo de mantener las posiciones ocupadas, nuestras unidades avanzaron en varias direcciones durante los combates”, declaró. "A fin de desmoralizar a los ucranianos, los propagandistas rusos difundirán información falsa sobre la contraofensiva y las pérdidas del ejército ucraniano", agregaron otras fuentes.
El portavoz de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, expresó una profunda preocupación al hecho de que apenas zarparon 33 barcos de los puertos ucranianos durante mayo, la mitad de los registrados en abril, y que las exportaciones de cereales y otros productos alimenticios totalizaron apenas 1,3 toneladas el mes pasado, menos de la mitad del mes anterior.
Los misiles cayeron sobre edificios residenciales, escuelas y un hospital infantil. Rusia ha mantenido una oleada constante de bombardeos sobre la capital ucraniana y otras regiones del país en las últimas semanas, mientras Kiev prepara una contraofensiva para expulsar a las fuerzas de Moscú.
“En la guerra, hay un agresor y hay una víctima. Hay uno que inicia la guerra y entra en el territorio de otro Estado. Un plan de paz no lo puede preparar el agresor, lo preparan los que han sufrido. La guerra está en nuestra tierra, entonces la Fórmula de la Paz solo puede ser nuestra”, manifestó el mandatario ucraniano a la prensa al margen de la cumbre de la Comunidad Política Europea, en Moldavia.
“Ucrania está lista para estar en la OTAN, estamos esperando a cuando la OTAN esté preparada para acogernos”, señaló el líder ucraniano.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ha agradecido al país norteamericano la contribución en armas y otros insumos militares, lo que considera “extremadamente importante y oportuna para proteger el cielo ucraniano de los misiles y el terror ruso”.
Luego de 17 ataques reportados contra la capital ucraniana durante mayo, la mayoría de ellos con el uso de drones, las fuerzas rusas lanzaron este jueves una nueva oleada contra Kiev, causando daños en edificios de apartamentos y una clínica de salud. Dos de los fallecidos eran menores de edad.
