La crítica de Una vida suprema, el documental sobre el expresidente José Mujica, se apuró en sentenciar que Emir Kusturica quería ocupar, hoy, el lugar que antes ocupó Oliver Stone: el extranjero que viaja al sur profundo para documentar a nuestros héroes, a nuestros personajes conflictivos, a nuestras realidades turbulentas. Pero Stone venía de Estados Unidos y Kusturica viene de Sarajevo. Ese origen define una diferencia estratégica, un punto de vista.
Mauro Libertella
11 feb 2020 08:07 AM