Margarita Zavadskaya
18 jun 2021 09:42 PM
Los presidentes de Estados Unidos y Rusia se reunieron el miércoles por primera vez en Ginebra, donde hablaron una serie de temas, aunque sin alcanzar grandes acuerdos.
Para su primer viaje al extranjero, el 46° mandatario de Estados Unidos eligió destacar los vínculos transatlánticos, sometidos a fuertes tensiones durante la presidencia de su predecesor, Donald Trump.
La ley fue aprobada en mayo por los diputados y el miércoles por los senadores antes de que Putin le diera el visto bueno definitivo, según el documento publicado en la página oficial de las leyes rusas.
El reciente “secuestro” de un avión con un opositor a bordo, acusaciones de fraude electoral, amenazas de muerte y teorías de la conspiración por el Covid-19 son parte del historial del líder bielorruso.
En Después del Muro, la historiadora Kristina Spohr reconstruye las decisiones clave que tomó un reducido grupo de líderes internacionales entre 1989 y 1992 y que derivaron en el fin de la Guerra Fría. Pero la tesis del libro apunta a que no se puede comprender a la Europa post Muro sin considerar lo ocurrido en China en ese momento. “La salida de los chinos fue muy diferente, porque el Partido Comunista se mantuvo en el poder”, dice a La Tercera.
Por ahora, la Casa Blanca y el Kremlin no hay detallado el lugar específico donde se desarrollará el encuentro el próximo 16 de junio.
En su discurso anual sobre el estado de la nación, el mandatario no se refirió explícitamente a esos asuntos, pero sí advirtió a sus detractores extranjeros que si alguien se toma las “buenas intenciones (de Rusia) como una debilidad”, debería “saber que la respuesta de Moscú será asimétrica y dura”.
Después de tres semanas de huelga de hambre, el estado de salud del encarcelado opositor ruso se habría deteriorado y sus partidarios temen que pueda morir en “cualquier momento”.
Entre los invitados se encuentra el Presidente Sebastián Piñera, el primer ministro británico, Boris Johnson, el primer ministro italiano, Mario Draghi y el mandatario francés, Emmanuel Macron.
En menos de tres meses, las acusaciones cruzadas entre la Casa Blanca y el Kremlin han elevado la preocupación internacional. El Presidente demócrata, Joe Biden, envió un nuevo paquete de sanciones contra Moscú.
Putin, de 68 años, recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus el 23 de marzo. No precisó con cuál de las tres vacunas desarrolladas por Rusia fue inoculado.
De acuerdo al reporte de la Casa Blanca, ambos jefes de Estado “discutieron una serie de cuestiones regionales y mundiales, incluida la intención de Estados Unidos y Rusia de entablar un diálogo de estabilidad estratégica sobre una serie de cuestiones de control de armamentos y seguridad emergentes”.
Esta ley, publicada en el diario oficial del gobierno ruso, la adoptó el parlamento en marzo, tras un referéndum constitucional organizado en el verano boreal de 2020.
A diferencia de otros líderes mundiales, el mandatario de Rusia no se inoculó frente a las cámaras ni dio declaraciones posteriores.