Inspiradas: la academia digital que forma a las niñas y adolescentes líderes del futuro
En medio de la pandemia, un grupo de mujeres se propuso concretar un objetivo que tenían desde hace años: formar la Academia Inspiradas, iniciativa que busca ayudar a niñas y adolescentes a descubrir y potenciar sus talentos. El virus impidió que se reunieran de forma presencial para impartir los cursos, pero se las arreglaron para lanzarlos de forma digital. Durante 2020, Inspiradas reunió a más de 700 niñas de toda Latinoamérica en sus reuniones.
Este año, Javiera Vicencio (16), que vive Antofagasta, cursará tercero medio y aún no sabe qué estudiar. Está en el electivo de biología, le gustan las humanidades y el arte. No solo dedica su tiempo a los estudios, sino que también participa en actividades que involucran liderazgo, como ser parte del centro de alumnos de su colegio o de la directiva de su curso. Desde antes de la pandemia, quería participar en algo que la alejara un poco de su rutina. Pensaba hacer un curso o un taller, pero no se atrevía.
Uno de los amigos de su mamá le recomendó participar de la Academia Inspiradas. Debido a la crisis sanitaria, el curso se hacía de forma online, lo que la hacía sentir mucho más cómoda con la idea de sumarse. No sabía muy bien de qué trataba, pero quería probar. Le interesó el curso "Habilidades tecnológicas para niñas del futuro".
Desde la última semana de octubre de 2020, y durante las seis semanas que duró el curso, Javiera Vicencio fue alumna de la Academia Inspiradas, una plataforma educativa que alberga contenidos digitales que apoyan el desarrollo de habilidades sociales en niñas y adolescentes. La idea de la academia nació en Inspiring Girls, una fundación internacional con presencia en 17 países, cuyo objetivo es acercar a jóvenes a mujeres de diversas profesiones, que puedan servir como modelos.
Cómo nace la idea
La publicista Macarena Salosny preside Inspiring Girls Chile desde 2017. Ella cuenta que planeaban lanzar la academia en octubre de 2019, de forma presencial. Pero como explotó la crisis social en Chile y luego llegó la pandemia, el plan se postergó hasta abril del año pasado, y debió llevarse a cabo de forma remota. Salosny y su equipo, compuesto por Ximena Gallardo, Natalia Galleguillos y decenas de voluntarias de Inspiring Girls Chile, se propusieron desarrollar contenido en una plataforma de e-learning.
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Macarena Salosny, fundadora de Academia Inspiradas, preside también la fundación Inspiring Girls Chile desde 2017.[/caption]
A Salosny le sirvió el hecho de que previamente había desarrollado la empresa de e-learning Innovatoria, donde aprendió de diseño y producción de plataformas de esta materia, dedicadas a empresas y organizaciones.
"El primer curso que lanzamos de la Academia Inspiradas lo subimos a la plataforma de e-learning de Innovatoria, hasta que nos pudiésemos conseguir el financiamiento para tener nuestra propia plataforma. Innovatoria nos prestó la casa", explica Salosny.
Partieron con una convocatoria abierta, difundida por redes sociales. En esa primera versión, a mediados de abril, se inscribieron 70 niñas para participar del programa "Habilidades sociales para niñas". Dividieron a las participantes en grupos de siete, cada uno liderado por una mentora, voluntaria de Inspiring Girls.
"Eso permitió darles una experiencia personalizada y apoyarlas en estos tiempos de incertidumbre en sus casas. Muchas no estaban con telecolegio, porque los establecimientos demoraron en hacer la transformación. Así, nos fuimos convirtiendo también en un soporte emocional", asegura Salosny.
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La Academia Inspiradas también gestionó la entrega de computadores para quienes no tenían uno a disposición para realizar los cursos.[/caption]
De 70 a 700
Tras una segunda versión, comenzaron a conseguir financiamiento para lanzar una plataforma de e-learning independiente. También, gracias al apoyo de Johnson & Johnson y de las mentoras, lograron ofrecer 350 becas y desarrollar los programas. Así, pudieron lanzar su propia plataforma. Además, a las niñas que no tenían el equipamiento tecnológico necesario para tomar el curso, Finning les donó 80 computadores.
Diseñaron más cursos: Desarrollo personal, Habilidades tecnológicas, Liderazgo personal, Emociones y habilidades comunicativas. Además, planean lanzar el curso Emprendimientos y proyectos de impacto social. Cada edición del programa dura seis semanas. Durante ese período, las niñas tienen acceso a videos, material de lectura complementario, desafíos y comparten con mujeres referentes de diversas industrias. En 2020, más de 700 jóvenes participaron de la academia.
Salosny se ha encargado de que la academia tenga los mismos estándares que las plataformas de educación ejecutiva. "¿Por qué un adulto tiene que pagar millones para estudiar coaching y desarrollarse emocionalmente, en vez de invertir en la infancia?", dice. Estima que, si este servicio top se ofreciera a mujeres adultas, a valor de mercado, podría cobrar 600 mil pesos. Pero en la academia cuesta el 10% de ese monto, y con las mismas experiencias.
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El 29 de diciembre del 2020, se efectuó la ceremonia de premiación al "Espíritu de la Academia", elegido por las mentoras, directivos y alumnas de la academia por su compromiso, responsabilidad y participación. Este año recayó en Javiera Vicencio, alumna de Antofagasta.[/caption]
Como la convocatoria fue abierta, no solo se unieron niñas chilenas, sino que se conectaron desde Colombia, Perú, Argentina, Guayana Francesa y hasta Noruega. "Tú dices: '¿Cómo se enteraron?'. Ese es el poder de las redes sociales", señala Salosny.
Otra de las ventajas de que la Academia funcione de forma online, es que pudieron participar niñas de todo Chile, como Javiera Vivencio, quien se conectaba desde el norte del país.
Lo que Salosny más destaca de la academia es la experiencia y el grupo de apoyo que se forma entre la mentora y las niñas. Javiera Vicencio cree que haber hecho el curso de forma online permitió que se sintiera mucho más segura. "No es invasivo, porque no es que las mentoras se encarguen de enseñarnos todo, sino que permiten una comunicación entre nosotras, para compartir experiencias, opiniones. Eso lo hacía muy distinto a otros cursos en que solo te explican la materia y esperan que tú la entiendas", afirma.
Javiera sostiene que el ambiente del curso fue “bien grato”, gracias a que las mentoras hicieron que la experiencia fuera “maravillosa para poder compartir y vivir el curso de la mejor forma”. El 29 de diciembre del año pasado, la adolescente recibió el premio al “Espíritu de la Academia”, elegido por las mentoras, directivos y alumnas de la academia por su compromiso, responsabilidad y participación.
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