La madera es el material más viejo en el planeta y ha sido utilizado por los seres humanos desde el comienzo de su historia. Los troncos que alguna vez formaron un refugio fueron evolucionando como material, aprovechando su fortaleza, peso y facilidad para ser fabricada en diferentes formas y tamaños. Provocando que, con el paso de los siglos, su manejo fuese más eficiente y preciso. Este material renovable y biodegradable ha sido por siglos uno de los preferidos por quienes se dedican a la construcción. Y uno de los principales desafíos que han debido sortear es que hay varias especies de madera propensas a la degradación. Por eso, las empresas dedicadas a su fabricación han puesto sus esfuerzos en conseguir materiales resistentes y las investigaciones están enfocadas en el desarrollo de preservantes alternativos. Los avances de la ciencia han llevado a que en Chile se mezclen dos elementos icónicos de nuestras materias primas: la madera y el cobre. CMPC Maderas, desde este trimestre ya está comercializando la madera impregnada con cobre micronizado, lo que es un salto en en el desarrollo de nuevas tendencias constructivas en madera. La alianza entre el cobre y la madera será uno de los temas a discutir en la nueva versión de la “Semana de la Madera”. Esta será la primera vez que la feria se realice en formato online, entre el 2 al 5 de septiembre. Y será un punto de encuentro en torno a la creación e innovación en madera, resaltando las áreas de arquitectura, diseño, ingeniería, innovación y emprendimiento. En él, CMPC Maderas contará con un stand enfocado en las nuevas innovaciones. "El futuro en madera" es el foco principal de la exposición de CMPC. En el espacio virtual de CMPC Maderas se podrá encontrar el catálogo con sus productos, además de otros brochures que muestran proyectos que la empresa ha desarrollado, así como investigaciones y otros nuevos desarrollos en relación a la innovación y nuevas tendencias en madera.
El desafío de la preservación
Para José Pablo Jordán, subgerente de Desarrollo de Productos de CMPC Maderas, el cobre es uno de los agentes más usados en este desafío. La combinación de madera y cobre data del siglo XIX y siempre ha estado presente. Dentro de los metales, tiene una clasificación de riesgo menor que otros elementos como la creosota o el pentaclorofenol -productos químicos que se encuentran restringidos en algunos países, por ser dañino para la salud humana y el medio ambiente.- y ha predominado como un elemento central en la formulación de distintos preservantes de madera. Uno de sus primeros pasos fue en 1930, cuando se inventaron las sales CCA (Cobre Cromo Arsénico), solvente para madera, que cuenta con propiedades de resistencia contra ataques de hongos e insectos xilófagos que atacan a los leños, por ejemplo, las termitas. Su uso se ve principalmente en postes de luz impregnados en el cobre, y estacas para terrenos dedicados a la plantación de verduras y frutas. La ventaja del CCA en su minuto, según cuenta Thomas Hanke, gerente general de Lonza Quimetal, empresa que desde 1990 está dedicada a la creación de productos preservantes de madera, fue que logró un alto grado de seguridad. Es decir, no significó un factor de riesgo para la gente debido al grado tóxico del arsénico. Pese a ello, hay países que dejaron de utilizarlo como Nueva Zelanda, Australia, Canadá, y Latinoamérica en general. José Pablo Jordán relata que en los años 90 comenzaron a aparecer las opciones alternativas de cobre micronizado. Estas se convirtieron en una alternativa al CCA mucho más amigable con el medio ambiente, ya que en su formulación no cuentan con metales pesados como lo son el cromo y el arsénico, teniendo un menor nivel de toxicidad. Además de requerir menos kilogramos por metro cúbico para lograr la misma protección. Así nace la idea de usar el cobre en conjunto con fungicidas orgánicos o con amonio cuaternario –componente presente en productos como desinfectantes de alimentos– para ser utilizado en todo tipo de edificaciones.
Nanopartículas de cobre
El cobre y la madera han logrado su alianza gracias a la nanotecnología. En palabras simples, es el manejo de materiales que miden igual o menos de 100 nanomoléculas en al menos una dimensión, como el tamaño del ADN o de una bacteria. A través de diversos mecanismos se logró reducir la partícula de cobre. La efectividad de un elemento depende del tamaño de su partícula. Por tanto a menor tamaño, mayor es la superficie activa y mayor es su eficacia. En Chile, la especie más abundante es el pino radiata, árbol que produce una madera que no solamente por norma, sino por disciplina, requiere preservación, ya que por su naturaleza puede deteriorarse por la actividad de microorganismos. Su particularidad provocó que esté regulado por la ley, generando la preservación de la madera en especies no durables. Entre las alternativas, uno de los productos más conocidos en el mercado son las maderas terciadas de pino radiata con partículas del cobre micronizado. Este es obtenido de grandes partículas trituradas con un molino, e impregnado en la madera terciada dentro de un cilindro vacío de presión. El cobre micronizado es penetrado en la madera en estado líquido, a través de presión, lo que permite que entre en cada fibra de la madera. El resultado final deja una madera con terminaciones rústicas y con una capacidad de poder ser utilizada en ambientes en que fácilmente se pudriría, con alta humedad en Centroamérica o sectores lluviosos en el sur de Chile. Desde 2015 CMPC Maderas ha aumentado el trabajo de investigación en la combinación de estos elementos. El subgerente de Desarrollo de Productos de la empresa asegura que la demanda del mercado aumentó por el nuevo material, y que ha cambiado sustancialmente estos años, debido a que continúan las investigaciones para encontrar soluciones constructivas más sustentables y amigables con el medio ambiente, donde la madera es el material número uno. Adicionalmente, se está buscando una construcción industrializada donde nuevamente la madera presenta ventajas importantes al respecto.
El futuro de la alianza
Los avances tecnológicos, nuevos sistemas de prefabricación y una serie de procesos que aumentan su sostenibilidad, hacen pensar en un momento de florecimiento y evolución de la madera. Como el cobre está involucrado en los proyectos de preservación a largo plazo, dicha alianza, según los especialistas, está bien posicionada y se va a mantener en el tiempo. Pese que existen varios mitos en torno a la madera, donde se presume que si uno construye casas con este material, estas se pueden venir abajo a los 5 años por la serie de factores exógenos que podrían atacar, de a poco se han ido derribando estas suposiciones. Es el de CMPC, que inició todo el proceso de investigación, pruebas, fabricación y comercialización del terciado con cobre micronizado en Chile. Desde La Serena hasta Chiloé, llegando hasta países Centroamérica, donde más vende desde que comenzaron los primeros envíos en diciembre de 2016. En esos países es utilizado no sólo en construcción, sino que también para la fabricación de muebles. En relación a la alianza madera-cobre, el gerente general de Lonza Quimetal agrega que hay un trabajo que se está haciendo en conjunto a universidades y la industria, para eliminar ese temor por el uso de la madera, e impulsar proyectos de construcciones en madera intervenidas con cobre, que ya ha sido probada en ciertas ocasiones. Uno de los ejemplos es la creación de barrios eco sustentables en Chañaral tras el aluvión de 2015. El proyecto propuso casas construidas con madera, que fueron aceptadas tanto por el alcalde de la zona como por la comunidad, dado que se logró “una vivienda muy bien hecha e íntegra”, recuerda Hanke. Además, el ministerio de vivienda, a través de programas sociales, está impulsando el uso de la madera, exigiendo que su uso esté presente en las estructuras. Incluso, en los últimos años, instituciones como el Centro de Innovación de Madera de la Universidad Católica, ha impulsado el uso del material en construcciones de hasta 6 pisos, con mira de alcanzar la factibilidad de estructuras de hasta 15 pisos con madera. Por ahora, la madera y el cobre sigue avanzando para ser usado masivamente, pensando en el devenir de la construcción en el país.