Rock, sacrificio y emprendimiento: Quiénes son los que se atrevieron a innovar ante la crisis
El objetivo de la convocatoria “Covid, Colaboración y Vida”, impulsada por la Fundación Chile y apoyada por CMPC, Entel y Microsoft, era premiar a las soluciones más innovadoras y las encontraron. Cuatro ganadores, cuatro proyectos. Todas son iniciativas que nacieron para hacerle frente a la crisis sanitaria y económica. Estas son sus historias.
Consultok: consejos de profesionales exitosos y reconocidos a un click
–Hay mucho rock detrás del emprendimiento. Por un lado es muy bueno porque más personas se atreven. Pero ese rock también tiene un lado oscuro que es sacarse la mugre– dice Carlos Scheuch, uno de los fundadores de Consultok. La plataforma online,
, que permite conectar a emprendedores y profesionales con expertos reconocidos en sus áreas, partió hace apenas un mes. Antes de eso, Scheuch y su socio –uno ingeniero experto en tecnología, el otro ligado al área comercial y de operaciones– trabajaban cien por ciento en el mundo del turismo. Ese mismo mundo que en octubre y ahora con el Covid 19 dejó a personas sin trabajo y empresas a punto de quebrar.
Pero Scheuch tuvo acceso a abogados, inversionistas, incluso a mentores para enfrentarse a la crisis. “¿Qué pasaría si ese privilegio fuera para todos? ¿Si cada profesional o emprendedor en problemas pudiese hacerle preguntas a un experto reconocido?”. Así nació Consultok. Es un directorio completamente gratuito donde hay profesionales de recursos humanos, abogados, contadores y cualquier persona que pueda aportar valor. Al ingresar a la página, la persona elige a quién consultarle, se mete a su perfil y le envía una pregunta. En menos de 48 horas, la persona recibirá un video con un mensaje personalizado del experto. Ese experto puede ser desde alguien que haya trabajado en Airbnb, la gerente de recursos humanos de Casaideas hasta, por ejemplo, el ex vicepresidente de Disney.
En un mes, Consultok ya ha contabilizado 100 profesionales que habían recibido el feedback de expertos para ayudarlos en su situación. Hoy están creciendo y cada día agregan 10 expertos más al directorio. –Emprender a veces es querer cambiar el mundo y eso es bueno. Pero tiene costos altísimos. Es ganar poco o nada trabajando el doble o el triple, y muchas veces las cosas no funcionan. En Consultok hay gente que quiere ser parte –explica Scheuch y agrega:
–En tiempos donde todo es incierto, emprender también lo es. Y quizás hoy emprender va a ser más fácil que encontrar trabajo.
Durante abril de este año se perdieron más de 20 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos. Ese fue uno de los datos que más impresionó a los fundadores de Consultok. Y se materializó como una realidad cuando una persona que trabajaba en una empresa de retail perdió su empleo e ingresó a la plataforma. En lugar de preguntar sobre cómo buscar trabajo, empezó a pedirle consejos a emprendedores exitosos: ¿cómo me motivo cuando se pone difícil?, ¿cómo hacerlo en tiempos duros? Ha pasado un mes y esa persona ya está armando su propio proyecto. Se reinventó. De la misma manera que Carlos Scheuch lo hizo cuando, luego de estudiar derecho, no lo ejerció nunca y se volcó a emprender. –La esencia de emprender es buscar dolores y crear soluciones para quitarlos– comenta el fundador de Consultok. Quien quiera crear desde cero, puede hacerlo. La plataforma acompaña todo el proceso. Si alguien necesita inspiración, puede hablar con un emprendedor exitoso. Si alguien requiere orientación para empezar su propia empresa, hay abogados. Si tiene dudas sobre cómo administrar un proyecto, puede recibir feedback de un contador. Si necesita vender, hay un experto en ventas. Siempre hay alguien dispuesto a ayudar y responder. ¿Cuáles son los desafíos de Consultok hoy? Varios. Crecer en número de expertos, perfeccionar la plataforma y dar a conocer este emprendimiento. El desafío es lograr 6 mil preguntas de distintos profesionales en tres meses. –El llegar a una sola persona o a un millón, para nosotros tiene el mismo costo. Entonces, tenemos que lograr generar el mayor impacto posible –dice Scheuch.
LocalSHOP: cuidando la economía de barrio
Si Marcos Lozano lo piensa bien, su idea de conectar al barrio con sus vecinos partió hace décadas. Exactamente cuando tenía 7 años, vivía en una villa y decidió emprender. Compró huevos y diseñó un cartel: “Marcos vende huevos”. Lo pegó en su barrio y lo empezaron a llamar, cada vez con más frecuencia. –Repartía en la mañana y los vecinos, además de huevos, me empezaron a pedir otras cosas. “Oiga, me puede traer una Coca-Cola, un poco de jamón, queso”. Así me empecé a transformar en shopper– recuerda Lozano.
LocalSHOP,
, conecta los almacenes de barrio con sus vecinos. Partió poco después del primer anuncio de cuarentena total en Ñuñoa, cuando Lozano trabajó 36 horas sin descanso levantando la plataforma. De inmediato tuvo la primera compra y desde entonces no han podido parar. El almacenero, explica uno de los fundadores del proyecto, es gente que no quiere complicaciones, pero que después de un tiempo el local termina esclavizándolos. –Se pierde del resto del mundo y eso provocó que los almacenes nunca se subieran al ecommerce, porque nunca lo necesitaron– dice Lozano. Con la gente en sus casas, sin posibilidad de salir por el Covid 19, las ventas físicas cayeron 34 por ciento y las más golpeadas fueron, precisamente, las de los almacenes. ¿Cómo funciona la plataforma? Hoy está en casi todo Ñuñoa y cuenta con 8 shoppers. Existe un catálogo de almacenes de barrio y sus productos que se van actualizando a medida que se van generando los pedidos. LocalSHOP entrega el marketplace al local y, además, el servicio de última milla. Es decir, el servicio de shoppers, que son los que van y compran en el almacén.
–Nosotros motivamos a que los shoppers sean otros vecinos, que pueden repartir incluso caminando. Si tú perdiste la pega, no necesitas ni auto, ni moto, ni bicicleta. La persona puede ir y hacer las entregas caminando porque las distancias son cortas, el rango es de un kilómetro y medio. Y las entregas son en menos de 30 minutos, el promedio de entrega es de 12 minutos.
Así el impacto de LocalSHOP es triple: ayuda a los vecinos que no pueden salir de su casa, a los almacenes de barrio que han perdido hasta el 60 por ciento de sus ventas y a vecinos que hoy no tienen trabajo y pueden ser shoppers de su misma comunidad –explica Lozano.
Y el beneficio a toda una comunidad es tangible y cercano. Marcos Lozano cuenta que estudió en el Liceo Manuel de Salas y que desde pre kinder vio un carrito con golosinas que se instalaba justo al frente de su colegio. Luego de que muriera su primer dueño, su hijo, Héctor, quedó a cargo. Han pasado 30 años desde los primeros días del carrito, pero, como a gran parte del comercio del sector, el Coronavirus también disminuyó las ventas. El colegio cerró y Héctor debió reinventarse. Dejó las golosinas y empezó a levantarse a las 3 de la mañana para ir a La Vega, a abastecerse de frutas y verduras que es lo que actualmente vende. –Hablé con él y a través de LocalSHOP fue capaz de volver a conectarse con el barrio, con los mismos apoderados del colegio, con los alumnos y ex alumnos que hoy pueden comprarle a Héctor. Y esa es una historia. Hay alrededor de 200 mil almacenes, deben haber más de 200 mil historias –dice Lozano. La próxima meta de LocalSHOP es aterrizar en San Miguel. Tienen los almacenes, pero les falta conseguir más shoppers. De aquí a fin de año esperan estar presentes en al menos 12 comunas de Santiago.
MIDE: Enseñar en tiempos de pandemia
En Chile hay más de 3.500 escuelas rurales y ese es el foco de MIDE –
–, una aplicación que nació en 2018 y que permite trabajar guías interactivas y ensayos en modo aprendizaje. Todo sin internet.
Desde Ancud, Chiloé, su fundador, Ricardo Chávez, cuenta que toda su carrera profesional la ha enfocado en el desarrollo de tecnologías educativas, hace ya 12 años. Fue justo antes de titularse como ingeniero en informática de la Universidad Austral que sintió la inspiración. Corrían los días en que tenía que decidir cuál sería el tema de su tesis. No sabía muy bien qué hacer y un tío que era profesor lo ayudó a desarrollar un software educativo. –Desde entonces me encanté con la educación y él fue clave porque me inspiró. Ahí nació una admiración por los profesores, me impactó cómo estos pueden influir en los niños, en los jóvenes– recuerda Chávez. El año pasado, MIDE había empezado una prueba piloto con escuelas rurales en 10 islas de Chiloé. Algunas de ellas en el conjunto más oriental de islas, las islas Desertores. Había escuelas con 4 alumnos, otras con 80. Los profesores, explica Sánchez, eran los más felices. Con ellos MIDE alcanzó a trabajar, con los alumnos aún no. Entonces llegó octubre y el proyecto se paralizó.
–Pero la pandemia hizo que esto reflotara, por la educación online que se tiene que dar. El dolor que hay hoy, y lo que queremos solucionar, es la continuidad académica que necesitan dar las escuelas. Todas las escuelas tienen que apelar en este caso a la tecnología y eso lo entrega nuestra App –dice Sánchez.
¿Cómo funciona MIDE? Hoy son dos ingenieros y dos profesores los que trabajan en esta app que se instala y se descarga el material. Los profesores pueden tener ahí sus guías, sus pruebas, sus ensayos. Funciona totalmente sin internet, pero en la medida que se sube nuevo material hay que conectarse aunque sea un minuto para que el software descargue las nuevas guías. La competencia de entrada es que los niños tienen que leer y la app se ha planteado para usarse desde primero a octavo básico en una primera etapa.
Los contenidos comunes que tiene la aplicación, y que para las primeras 20 escuelas rurales ya comprometidas es gratis, son lenguaje, historia y ciencias. Luego, a las otras escuelas, se les cobrará 75 mil pesos mensuales por el servicio, dependiendo de la cantidad de guías o contenido que quieran subir semanalmente.
Lightwash: cara a cara contra el Coronavirus
–Es muy emocionante, sobre todo escuchar de primera fuente, desde la primera línea contra el Covid 19, que es el personal de salud, que hay soluciones desde la ingeniería que pueden ayudar en esta pandemia –dice David Díaz, uno de los fundadores de Lightwash.
Durante un viaje a China, que había ganado el equipo de cuatro personas que lidera este proyecto, se dieron cuenta que el futuro del emprendimiento era hacerle frente al Coronavirus. Lightwash,
, nació como proyecto hace un año, durante un curso de ingeniería en la Universidad Católica donde el desafío era generar soluciones innovadoras que permitieran combatir el cambio climático. El concepto fue entonces una lavadora que podía lavar ropa con luz y no con agua. Todo cambió con el Covid 19, cuando se dieron cuenta que con esa misma tecnología podían inactivar el virus. Lo que hace Lightwash es ocupar la tecnología de luz UV-C e irradiarle energía al virus combinando varios factores –tiempo, distancia y cantidad de energía–, para que este pierda la capacidad de replicarse en una célula humana. ¿Qué hace hoy Lightwash? Se ocupa para la sanitización de elementos de protección personal del cuerpo médico, específicamente mascarillas. Actualmente, la ex Posta Central y el Hospital Sótero del Río cuentan con uno de estos equipos, que pueden sanitizar hasta 40 mascarillas en solo 20 minutos.
–Una cosa es empezar este proyecto en la sala de clases. Otra cosa es verlo en el mundo real y hablar con personas que necesitan esto con urgencia– explica Díaz.
Por eso, cuando el equipo de Lightwash supo que un viernes se anunciarían los ganadores del fondo “Covid, Colaboración y Vida” fueron al taller todos juntos. Querían recibir la noticia como equipo. Estuvieron esperando desde las 11 de la mañana hasta las 9 de la noche, actualizando constantemente el mail. –Para emprender no solamente se necesita el talento y la motivación, también hace falta el contexto. Que las puertas que queremos tocar estén disponibles para ser tocadas y eso muchas veces no pasa. Pero perseverando y con ganas de seguir adelante, siempre se puede –comenta Díaz. El equipo de Lightwash, que todos son estudiantes, decidió comprometerse para poder enfocarse en el proyecto. Primero, redujeron voluntariamente su carga académica tomando dos ramos, en vez de cinco. Ahora, con los fondos del premio, están viendo cómo congelar este semestre para dedicarse completamente al emprendimiento.
La tecnología de la luz UV-C con la que funcionan estos equipos ya está siendo pensada para otras aplicaciones. Uno de los desafíos es el comercio y sanitizar estos espacios para la seguridad de las personas que trabajan ahí y sus clientes. Por ejemplo, una cafetería hoy está trabajando con Lightwash para sanitizar sus empaques y así hacer sus delivery más seguros.
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