Tecnología que mejora la vida a familias de zonas rurales de La Araucanía

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Johana Mariqueo:

“Estoy segura que con este domo tan lindo se va a llamar más la atención y así tener más clientes. Estoy empezando con nuevas plantas, adaptándolas a esta tierra. El invernadero me ayuda con el clima para poder plantar begonias, que son más sensibles”.

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María Rojas:

“Ahora con el invernadero voy a poder tener verduras para nosotros y para la venta, y aumentar los ingresos. Estoy muy agradecida de este proyecto y de la gente que nos está apoyando”.

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Erick Huaquil:

“Este proyecto me va a beneficiar mucho, porque yo trabajo en la agricultura y vendo todos mis productos. La situación más problemática acá es el agua. Nosotros tenemos pozones para sacarla, pero no teníamos motores ni nada para sacarla”.

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Lidia Penroz:

“Nos ha cambiado la vida con este proyecto. Ayuda harto a las familias. Uno tiene que andar comprando las verduras, y ahora que yo misma las planto, esas moneditas sirven para otra cosa, aunque yo no soy de andar gastando mucho”.

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José Cabezas:

“Voy a surgir un poco más, porque con el riego de este proyecto voy a poder tener más ovejitas, porque yo me dedico a las ovejas, a los caballos y a la huerta. Es un adelanto, una gran ayuda para nosotros. Yo antes tenía que ir a sacar a una laguna que hay por ahí”.

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Luz Benavides:

“Este proyecto nos va a mejorar la calidad de vida, porque vamos a poder vender nuestras cositas. Estoy muy agradecida de la gente del Desafío y de la CMPC por habernos incluido, porque estos invernaderos no son baratos. Soy trabajadora, no soy de andar pidiendo cosas gratis, pero esto se agradece mucho”.