
Recreados con IA: Los rostros de las mujeres que han marcado la historia de Chile
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la doctora en Historia y decana UNAB María Gabriela Huidobro y la fotógrafa Carolina Cáceres combinaron investigación y tecnología para revivir el legado de 20 mujeres protagonistas del devenir del país entre los siglos XVI y XX. El resultado: una galería de retratos reconstruidos con IA que forman parte de una exposición imperdible en el campus Casona de Las Condes de la Universidad Andrés Bello.

Rebeca Matte Bello (1875-1929)
La bisnieta de Andrés Bello fue una escultora chilena que, desde joven, demostró talento artístico, gracias a lo cual se formó en Roma y París, destacándose en un contexto cuando la enseñanza del desnudo a modelos vivos estaba vedada para las mujeres en Chile. En 1901 se casó con Pedro Felipe Íñiguez Larraín y, tras el nacimiento de su hija Lily, regresó a Chile con obras como "El Eco" (1900) y "Horacio" (1899), exhibidas con éxito en Francia. En 1905 volvió a Europa, consolidando su carrera artística y siendo nombrada en 1918, Profesora Honoraria de la Academia de Bellas Artes de Florencia, un honor sin precedentes para una mujer extranjera. Fue una de las escultoras chilenas más prolíficas del siglo XX.

Luisa Recabarren y Aguirre (1777-1839)
Nació en La Serena y se destacó por su educación e interés en la literatura. Esposa de José Gaspar Marín, un abogado republicano, desde su hogar en Santiago facilitó encuentros entre intelectuales y patriotas en el contexto de la independencia de Chile. Su labor en esa lucha incluyó la transmisión de información secreta a los insurgentes, incluso a figuras como Manuel Rodríguez. En 1817, Luisa fue arrestada por negarse a revelar claves de comunicación patriota. Su encarcelamiento en el Monasterio de las Agustinas terminó tras la Batalla de Chacabuco, cuando los patriotas expulsaron a los realistas de Santiago. Su esposo llegó a ser ministro de la Corte Suprema, mientras ella continuó apoyando la causa republicana y a su familia.

Mercedes Marín Recabarren (1804 - 1866)
Fue una destacada poeta e intelectual chilena del siglo XIX. Se le considera la primera escritora de la historia republicana de Chile. Autodidacta y políglota, defendió la educación femenina y el pensamiento crítico. Creció en un ambiente político e intelectual, influenciada por su padre, Gaspar Marín, secretario de la Primera Junta de Gobierno, y su madre, Luisa Recabarren, valiente patriota. Su poesía exaltó la patria y a figuras como Manuel Rodríguez y Simón Bolívar, siendo reconocida internacionalmente al ser incluida en una antología literaria americana en 1846. Su lucha por la educación y la participación de las mujeres la convirtió en una figura fundamental del siglo XIX, cuyo pensamiento sigue vigente como referente del feminismo y la literatura en Chile.

Micaela Cáceres Naranjo (1868 - 1940)
Fue una costurera y obrera de la Casa Günther en Valparaíso, que vivió las precarias condiciones laborales de las trabajadoras de la época. La muerte de una compañera, obligada a seguir trabajando enferma por temor a perder su salario, la impulsó a organizar a más de 150 mujeres en defensa de sus derechos. Así fundó la Sociedad de Obreras Mutualistas de Valparaíso, pionera en el sindicalismo femenino en Chile y Sudamérica. Su iniciativa generó gran apoyo en la comunidad, logrando visibilidad a través de campañas como la recolección de fondos para un mausoleo destinado a las trabajadoras. Su legado inspiró la creación de nuevas sociedades obreras en el país y el continente, consolidando su influencia en la historia del movimiento obrero

Antonia Tarragó González (1832-1917)
Fue una destacada profesora chilena, pionera en la educación femenina. En 1863 fundó el Liceo Santa Teresa, en Santiago, para ofrecer a las niñas una educación humanista e ilustrada en un tiempo en que la enseñanza secundaria era privilegio masculino. Su lucha más emblemática fue lograr que las mujeres pudieran rendir exámenes de bachillerato para acceder a la universidad. Tras años de insistencia, en 1877 se aprobó el Decreto N°547, que permitió que las mujeres accedieran a la universidad con grados académicos. Durante 40 años dirigió su establecimiento, sin embargo, en 1912, el gobierno le retiró la subvención, obligándola a cerrar su colegio. Falleció en el olvido en 1917, dejando un invaluable legado en la historia de la educación chilena.

Javiera Carrera Verdugo (1781-1862)
Nació en una familia de la élite santiaguina y fue hermana de los líderes patriotas Juan José, José Miguel y Luis Carrera. Desde temprana edad se involucró activamente en la independencia de Chile, organizando el traslado de armas, reuniendo a patriotas y confeccionando símbolos independentistas. Se le atribuye la creación de la primera bandera nacional. Tras la derrota patriota en 1814, partió al exilio en Argentina con sus hermanos, dejando en Chile a su esposo e hijos. Regresó a Chile en 1824, pero la pérdida de sus familiares y la ejecución de los Carrera la marcaron profundamente. Logró repatriar sus restos en 1828, poco antes del asesinato de su hijo Pío. Sus últimos años los pasó en reclusión, dedicándose a la vida doméstica y la caridad.

Úrsula María Suárez (1664-1749)
Fue una intelectual y monja chilena que desafió las expectativas impuestas a las mujeres de su época. Nacida en una familia descendiente de la primera generación de conquistadores, a los once años decidió ingresar al monasterio, donde finalmente tomó los hábitos y llegó a ser abadesa. Su legado más importante es su diario confesional, que escribió entre 1708 y 1732, en el que relata no solo sus vivencias y pensamientos religiosos, sino también una detallada visión de la sociedad colonial. Publicado bajo el título "Relación de las singulares misericordias que ha usado el Señor con una religiosa", ofrece un testimonio sobre la vida conventual y los conflictos internos del periodo, desmitificando la imagen del encierro monástico como un espacio de silencio y sumisión absoluta.

Carmela Jeria (1886-1966)
Nació en Valparaíso y trabajó como obrera tipógrafa en la litografía Gillet, donde fue despedida por su activa participación en la defensa de los derechos de los trabajadores y de las mujeres. En respuesta fundó La Alborada, el primer periódico obrero feminista de Chile, con tirada bimensual. Su labor periodística fue clave para visibilizar las luchas del movimiento obrero y feminista de la época. Tras dos años, dejó el periódico para cuidar a su madre. Más tarde, se casó con Manuel Schuman Hasin, un inmigrante libanés refugiado de la Primera Guerra Mundial, con quien formó una familia y un negocio textil, alejándose del debate público.

Isabel Le Brun Reyes (1845-1912)
También conocida como Isabel Le Brun de Pinochet, fue una profesora pionera en la educación femenina en Chile. Nació en San Felipe en una familia de docentes y desde joven mostró vocación por la enseñanza, dando clases gratuitas a los 14 años. Tras años de docencia particular fundó el Liceo de la Recoleta, un establecimiento que buscó brindar educación académica a las mujeres. En 1876 presentó una solicitud para que sus alumnas rindieran exámenes de bachillerato, luchando por el acceso femenino a la educación superior. En 1884 el liceo recibió subvención estatal, lo que permitió ampliar su impacto. Sin embargo, su proyecto estuvo tan ligado a ella que, tras su muerte en 1912, el establecimiento cerró, dejando un importante legado en la historia educativa de Chile.

Candelaria Pérez (1810-1870)
Nació en La Chimba, Santiago, y creció en un entorno humilde. Trabajó como empleada doméstica en Valparaíso y luego emigró a Perú, donde abrió "La Fonda de la Chilena". Durante la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana su local fue saqueado, lo que la motivó a unirse a la causa patriota. Primero fue informante de la Armada chilena, pero fue capturada y encarcelada. Tras su liberación, se unió como cantinera y enfermera del batallón Carampangue y luego combatió como soldado en la toma del cerro "Pan de Azúcar " y en "Yungay". Su valentía le valió el grado de sargento y, en 1840, el Presidente Joaquín Prieto la ascendió a subteniente. Falleció el 28 de marzo de 1870 y recibió honores militares en su funeral.

Carmen Arriagada García (1807-1888)
Nacida en Chillán, fue una intelectual chilena que destacó por su compromiso con la educación y la cultura. Criada en un entorno liberal, participó activamente en la vida cultural de Santiago. Tras trasladarse a Talca con su esposo, promovió el debate público a través de la creación del periódico El Alfa y denunció la falta de acceso a la educación para las mujeres. Además, participó en la creación de un teatro en la ciudad, convencida de que el acceso a la cultura era clave para el desarrollo. Sostuvo una larga relación epistolar y platónica con el pintor Mauricio Rugendas, a quien confesaba sus anhelos, temores e ideales. Su legado perdura en su lucha incansable por la educación, la cultura y la participación de las mujeres en la vida intelectual y social.

María Teresa Flores Flores (1904-1952)
Nacida en Iquique en 1904, es considerada la primera dirigente sindical feminista de Chile. Desde 1911 participó activamente en el movimiento obrero y fue la única mujer presente en la fundación del Partido Obrero Socialista en 1912. Como oradora, defendió la participación femenina en la lucha por la justicia social. En 1923, se convirtió en la primera mujer en integrar la Junta Ejecutiva Federal de la Federación Obrera de Chile. Recorrió Chile junto a su pareja, el dirigente obrero Luis Emilio Recabarren, para promover la resistencia obrera y la lucha por los derechos de los trabajadores, con especial atención en las mujeres. Tras la muerte de Recabarren en 1924, su liderazgo y visibilidad se fue diluyendo. Pasó sus últimos años en Maipú, donde falleció en 1952.

Irene Morales (1848-1890)
Nació en La Chimba, Santiago, y tras la muerte de su padre se trasladó con su madre a Valparaíso. Enviudó dos veces y su segundo esposo, Santiago Pizarro, fue fusilado en 1878 en Antofagasta por autoridades bolivianas. Conmovida por los acontecimientos, se unió al ejército chileno durante la Guerra del Pacífico. Para pelear como soldado, se disfrazó de hombre y fue descubierta, pero le permitieron continuar en el Batallón 3° de Línea. Su gesta más recordada ocurrió en la toma del morro de Arica en 1880, donde vengó las injusticias sufridas en su vida. Además de combatir, cuidó a soldados heridos. Tras la guerra, se casó nuevamente y vivió en Santiago, pero con el tiempo fue olvidada y no recibió una pensión suficiente. Falleció de pulmonía en el Hospital San Borja en 1890.

Martina Barros Borgoño (1850-1944)
Nació en Santiago, y tras la muerte de su padre quedó al cuidado de su tío Diego Barros Arana, historiador y decano de la Universidad de Chile. A los 22 años tradujo y publicó "La esclavitud de la mujer", de John Stuart Mill, obra pionera en el debate sobre los derechos femeninos. Sin embargo, las críticas a su defensa de la emancipación femenina la llevaron a alejarse del debate público. En 1917, con la lucha por el sufragio femenino en auge, volvió a involucrarse en la causa. En 1929 fue una de las primeras mujeres en integrar la Academia de Letras de la U. Católica, donde presentó su ensayo "Historia del feminismo y su desarrollo en Chile". En 1942 se publicaron de forma póstuma sus memorias, dejando un testimonio clave sobre la lucha por los derechos de las mujeres en Chile.

Catalina de Erauso (1592-1650)
Nació en San Sebastián de Guipúzcoa, España. Desde pequeña fue ingresada en un convento, pero a los 15 años escapó disfrazada de hombre. Se embarcó a América, donde participó en la Guerra de Arauco con el ejército español. Su vida estuvo marcada por constantes conflictos y huidas, recorriendo Argentina y Perú bajo identidad masculina. Escribió un diario donde relató sus aventuras, destacando su valentía y habilidades militares. Finalmente, tuvo que revelar su verdadera identidad para regresar a España, donde obtuvo una dispensa del Papa para seguir vistiendo como hombre. Su historia se hizo famosa y hasta hoy es conocida como la "Monja Alférez".

Rosario Orrego (1831-1879)
Nació en Copiapó en una familia ligada a la minería. En 1848 se casó con el empresario minero Juan José Uribe, con quien tuvo cinco hijos. Tras enviudar en 1853, se trasladó a Valparaíso, donde comenzó a publicar poesía en revistas bajo el seudónimo de “Una madre”. Su talento fue reconocido por la Sociedad de Amigos de la Ilustración. En 1873 fundó la Revista de Valparaíso, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir una publicación en Chile. En 1860 publicó su primera novela, "Alberto el jugador", constituyéndose en la primera mujer novelista del país. En 1874, publicó "Teresa", protagonizada por una mujer patriota en la independencia de Chile, que priorizaba su servicio a la patria sobre los roles femeninos. La Academia de Bellas Letras de Santiago la nombró socia honoraria. Casada en segundas nupcias con Jacinto Chacón, dedicó su vida a las letras. Falleció el 21 de mayo de 1879, el mismo día en que su hijo Luis Uribe combatía en el histórico Combate Naval de Iquique.

Janequeo (Siglo XVI - 1599)
Mujer lonco de origen mapuche-pehuenche, lideró la resistencia contra los españoles en el siglo XVI tras la muerte de su esposo, Guepotaen. Con la ayuda de su hermano Quechuntureo reunió guerreros enviando flechas ensangrentadas como señal de convocatoria. Durante un año consiguió importantes victorias, destacando por su valentía y liderazgo. La batalla final ocurrió en su fuerte, donde los españoles lograron entrar tras una feroz lucha. Mientras Janequeo escapó, su hermano fue capturado y obligado a pactar la paz. Desde entonces, su destino es incierto, ya que los cronistas guardan silencio, convirtiendo su historia en una leyenda de la resistencia mapuche.

Eloísa Díaz Insunza (1866-1950)
Fue la primera mujer chilena y sudamericana en cursar estudios universitarios y graduarse como médica cirujana. A los 14 años, rindió los exámenes para ingresar a la universidad y en 1881, fue aceptada en la Escuela de Medicina de la U. de Chile, donde destacó como una de las mejores alumnas de su generación. Inició su carrera profesional como ayudante en la clínica ginecológica; luego ingresó al Hospital San Borja y fue profesora y médica de la Escuela Normal de Preceptores del Sur hasta 1897. En 1898, se convirtió en Médico Inspector de las Escuelas Públicas de Santiago, cargo que más tarde asumió a nivel nacional y ejerció por más de 30 años. También participó en el Consejo de Instrucción Primaria y la Sociedad Científica de Chile, y creó el Servicio Médico Dental y el Consejo Nacional de Mujeres.

Matilde Throup Sepúlveda (1876-1922)
Fue la primera mujer chilena en obtener el título de abogada. Durante su formación, enfrentó el rechazo de algunos profesores, quienes le exigían más que a sus compañeros varones y hacían comentarios despectivos sobre su presencia en la carrera. A pesar de ello, en julio de 1892 recibió su Licenciatura en Leyes. Tuvo que recurrir a la Corte Suprema para que se le permitiera postular a cargos públicos, pues su acceso a estos no estaba garantizado. Durante casi 30 años, ejerció la abogacía, participando activamente en tribunales y enfrentando a juristas de renombre. Su compromiso con la justicia la llevó a ofrecer asesoría gratuita a quienes no podían pagar un abogado. Falleció dejando un legado pionero en el ejercicio profesional del Derecho en Chile.

Inés Echeverría Bello (1868-1949)
Fue una destacada intelectual chilena y bisnieta de Andrés Bello. Publicó su primer libro, "Hacia el Oriente", a los 37 años, bajo el seudónimo "Iris". A lo largo de su carrera cultivó diversos géneros, además de colaborar en revistas como Zig-Zag, Familia y La Revista Azul. En 1922 se convirtió en la primera mujer nombrada "Miembro Académico" de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile. En 1933, su hija fue asesinada por su esposo, un crimen que reflejaba la impunidad de la época para los feminicidios en la élite. Como respuesta, en 1934 publicó "Por Él", un libro de denuncia que influyó en la condena del culpable. Su legado literario y social marcó la lucha por la educación y emancipación femenina en Chile.