Llega el viernes, se terminan las clases y todos queremos ir a un bar o una disco a liberal tensiones de una larga semana de estudio y trabajo.
Compartimos con amigos y seres queridos, bailamos y aprovechamos de tomar algún trago o una cerveza para relajarnos.
Pero, a veces, nos pasamos de copas y al día siguiente sentimos las consecuencias con una “caña” que nos puede durar horas.
Ahí surgen diversas teorías sobre qué cosas debemos tomar o comer para pasar la “caña”: Desde bebidas energéticas hasta plátanos, incluso leche. Pero, ¿de verdad estos alimentos son efectivos para cuando sufrimos las consecuencias del consumo excesivo de alcohol?
¿Las bebidas isotónicas ayudan a enfrentar la caña?
Son el primer SOS al que acudimos cuando despertamos con los efectos de la caña. Las bebidas isotónicas efectivamente sí ayudan para combatir los efectos de la resaca. “Dado que después de consumir alcohol, lo que más afecta es la deshidratación, estas bebidas sí nos ayudan a pasar la resaca, ya que contienen agua, electrolitos y azúcares, que favorecer la absorción del agua”, explicó la nutricionista de Clínica INDISA, Dana Bortnick.
¿La leche ayuda a pasar la resaca?
Aunque parezca raro, la leche sí ayuda a enfrentar la “caña”. Según explicó Bortnick esto se debe a que “contiene una excelente proporción de proteínas, hidratos de carbono, minerales y agua, que favorecen la rehidratación”.
¿Se pasa la caña tomando cerveza o michelada?
Según explica la nutricionista de la Indisa, esta afirmación es falsa, porque “al ingerir más alcohol, se alarga su efecto, por lo tanto a mayor deshidratación, mayor hipoglicemia y mayor malestar general”. Así que no es cierto el dicho “la caña se pasa con más alcohol”.
Tomar café ayuda a superar los efectos de la resaca
Sobre este punto Bortnick señala que “la cafeína tiene varios efectos en nuestro organismo. Uno de ellos es la liberación de hormonas como la dopamina, la que produce sensación de bienestar y reduce temporalmente la fatiga, por lo que creemos sentirnos mejor y “despertar”.
Pero “la cafeína tiene un efecto diurético, que nos hace ir más al baño y, por lo mismo, perder aún más líquido, manteniendo el estado de deshidratación”.