7 claves para entender la elección de hoy
Los comicios de hoy se pueden analizar desde dos perspectivas. Una inmediata, que es la composición del Consejo que discutirá y aprobará la propuesta de nueva Constitución. Y una largoplacista, que indicará el peso real de cada partido y coalición a poco más de un año de las municipales.
1.- El anunciado reordenamiento en la derecha
Paradójicamente, una de las grandes interrogantes de esta elección no está relacionada directamente con la nueva Constitución, sino que con el reordenamiento que se podría producir en la derecha, muy anunciado por todos los sectores.
La primera medición es si el Partido Republicano -que compite individualmente con 72 candidatos en todo el país- supera en votación a nivel nacional a la lista de Chile Vamos.
La segunda, aunque menos probable, es si José Antonio Kast, quien “barrió” el país y fue el rostro de la campaña, supere en número de consejeros a Renovación Nacional, la UDI y Evópoli juntos, o en su defecto, acorte considerablemente la distancia.
Y aunque faltan largos 30 meses para la elección presidencial, el tema ya se encuentra instalado y hoy será la primera medición real entre el líder y fundador del Partido Republicano y las figuras mejor evaluadas de la derecha tradicional -Evelyn Matthei (UDI), Rodolfo Carter (indep.) y Germán Codina (RN)-, quienes tuvieron un rol protagónico en la recta final de la campaña de Chile Vamos, incluida la franja en televisión.
“Hoy sabremos en qué lugar de la grilla de largada queda cada uno de los posibles presidenciales. El primero tendrá en sus manos la iniciativa política para seguir creciendo”, afirma el experto electoral de RN, Tomás Duval.
2.- Un “nuevo Senado”
Los chilenos votarán hoy por un candidato o candidata al Consejo Constitucional -integrado por 25 mujeres y 25 hombres- a través del mismo sistema electoral con que se elige el Senado, es decir, en 15 circunscripciones (regiones) que escogen entre dos y cinco representantes, según la cantidad de habitantes.
Por ello, será inevitable comparar la composición de la actual Cámara Alta con la del flamante Consejo que, como dice el acuerdo, “tendrá por único objeto discutir y aprobar una propuesta de nueva Constitución, disolviéndose una vez cumplida la tarea encomendada”.
En el actual Senado existe un virtual empate entre fuerzas oficialistas y de oposición. Y los republicanos cuentan con dos representantes (Rojo Edwards y Carmen Gloria Aravena) y según ellos mismos podrían sacar entre 10 y 11 consejeros.
3.- Las cifras mágicas del Consejo
“Las normas constitucionales propuestas se aprobarán por las 3/5 partes de las y los consejeros en ejercicio (50), sometiéndose la propuesta final a una aprobación con el mismo quórum”, dice el acuerdo suscrito por 14 partidos el 12 de diciembre y del cual se excluyeron los republicanos y el Partido de la Gente.
3/5 de 50 son 30 consejeros, es decir, la llave para llevar al papel la normativa elaborada por los 14 expertos.
Al contrario, 21 votos permitirían bloquear cualquier norma del anteproyecto que los convencionales tendrán en sus manos el miércoles 7 de junio.
Aunque en política todo puede pasar –dice la frase cliché-, ninguna lista aspira a tener 21 escaños por sí sola, por lo que los acuerdos serán claves para avanzar en el texto que será plebiscitado el domingo 17 de diciembre, en pleno ambiente navideño y festejos de fin de año.
Lo novedoso es que al interior del Consejo no necesariamente se dará una disputa entre la oposición y el oficialismo, como sería lo lógico.
Se puede concretar una inédita alianza entre los bloques y partidos que apoyaron este segundo proceso constituyente (Chile Vamos, Apruebo Dignidad, Socialismo Democrático y la DC) y enfrentarse a quienes se opusieron al acuerdo: Republicanos y el PDG.
De ahí la preocupación que hay desde el oficialismo ante la posibilidad de que estas colectividades, que ellos han tildado de “antisistema”, logren juntas 21 escaños y tengan poder de veto.
Aunque nadie asegura tampoco que sus variopintos consejeros que podrían ser electos tengan afinidades políticas. Es más, a partir de mañana, el gran tema será el acercamiento -o distanciamiento- entre Chile Vamos y Kast.
¿Quién dará la primera señal y hacia dónde irá?
Hoy en la noche lo sabremos.
4.- La inevitable medición PS/PC y el estratégico desmarque de Boric
El escenario más optimista de La Moneda es que el pacto Unidad para Chile (PC, PS, FA, PL y FRVS) alcance los 18 consejeros y el Todo por Chile (DC, PPD y PR) llegué a seis, lo que parece poco probable.
Las proyecciones más frescas indican que el PS y el FA obtendrían entre cinco y seis consejeros cada uno, a los que se sumarían tres comunistas. Esta quincena, más cuatro que aportaría la otra lista no les permitiría poder de veto.
Consciente de un escenario adverso, agravado por la crisis de inseguridad y migración, el Presidente Gabriel Boric no se involucró en esta elección, al punto de ser cuestionado por su silencio al respecto.
Su estrategia, seguida al pie de la letra por su gabinete, apuntó a no transformar este nuevo proceso (inédito en un segundo año de gobierno) en una evaluación a su gestión, como ocurrió en el plebiscito.
Sea cual sea el resultado de hoy, La Moneda seguiría manteniendo distancia del proceso constituyente por ahora. Fuentes oficialistas señalan que no está en los planes de Boric cambiar su gabinete, como ocurrió en 2022, después de la derrota.
No obstante, la competencia interna entre comunistas y socialistas inevitablemente se traducirá en una mayor o menor influencia en el gobierno y todo indica que le pasará la cuenta al PPD, el partido de la ministra Carolina Tohá.
“Habrá una interpretación política de la medición de fuerzas entre los partidos de gobierno. Esto tendrá efectos en la orientación que debe tomar el gobierno a partir de mañana y respecto del modo en que se planificarán las municipales 2024″, afirma el analista político y académico de la UDP Claudio Fuentes.
5.- La posibilidad de que se repita el resultado del 4/S y se consolide un nuevo clivaje electoral
“¿Usted votó Apruebo o Rechazo?”, es la pregunta que más les han hecho -en esta breve campaña- a los candidatos de todos los partidos y en todo el país.
De ahí que uno de los temores en el oficialismo es que se repita un resultado similar al del plebiscito del 4 de septiembre y que vuelva a ver una correlación de fuerzas cercana al 60%-40% en favor de la oposición.
La razón es fácil de explicar: las personas que votaron Rechazo podrían inclinarse hoy por candidatos de listas y partidos que apoyaron esta opción. Y si se repite un escenario similar, los analistas coinciden en que podríamos estar hablando de un nuevo clivaje electoral compuesto por personas de derecha, centro e izquierda que se unieron en forma natural en torno al rechazo el llamado “octubrismo”.
Así lo resume el histórico líder del PPD Guido Girardi: “Así como tras el estallido social el péndulo estaba en la izquierda y la gente votó por estas ideas, hoy se encuentra en la derecha. Existe un voto de castigo por habernos farreado la Convención y la misma gente que votó por la izquierda, hoy lo está haciendo por la derecha”.
La forma de comprobar esta tesis es observando hoy si suben, bajan o mantienen su votación las dos listas que estuvieron por el Apruebo y leyendo lo mismo en las tres listas que apoyaron el Rechazo.
Ello dependerá, eso sí, de la magnitud que tenga la abstención en la jornada de hoy, o al revés, de la gente que acuda a cumplir con su deber cívico.
De ahí las suspicacias que ha habido en la oposición por la poca publicidad que hizo el gobierno a esta elección, a diferencia del anterior referéndum.
Recién hace 15 días La Moneda presentó un spot titulado “Votar es importante, porque eres importante”, con el que invitaba a concurrir hoy a los locales de votación.
6.- ¿Quién se quedó con el centro?
Agrupados en Todo por Chile, la DC, PPD y radicales apostaron por ir separados del PC y el Frente Amplio, rompiendo por primera vez su histórica alianza con los socialistas, que escogieron ir en el pacto de Apruebo Dignidad.
La apuesta era salir a reconquistar a un electorado de centroizquierda huérfano desde hace rato y recuperar parte de la votación que en la segunda vuelta presidencial apoyó a Boric, electo con 4.620.890 sufragios.
El riesgo tenía sentido para ellos, si Amarillos y Demócratas –las nuevas agrupaciones surgidas desde el tronco falangista- no pudieron competir en estas elecciones al no alcanzar a inscribirse como partidos.
Sin embargo, desde estas propias tiendas reconocen que no les irá bien y con mucha suerte podrían llegar a cinco. “Con seis destapamos champán”, dice un dirigente del PPD.
Si el electorado más moderado, que siempre ha existido en nuestro país, no marcó por candidatos democratacristianos, del PPD ni radicales, habrá que ver hacia dónde fueron estos votos. Y si el PDG logró llevarse una parte de esta torta, como se lo propuso en esta campaña que contó con la presencia en terreno de Parisi y de la diputada Pamela Jiles en la franja.
“Probablemente nos encontremos con la ingrata sorpresa de que ese centro por ahora no existe, que está difuminado y que tenemos dos grandes bloques -derecha e izquierda-. Y que, a pesar del voto obligatorio, la gente no prefirió partidos posicionados en el centro”, advierte Mauricio Morales, analista político de la U. de Talca. “Por lo tanto -agrega-, estaríamos asistiendo a un proceso de polarización no sólo de la élite, sino que a nivel de base social”.
7.- Victorias emblemáticas y revalorización de la edad
En la UDI aspiran a tener -y lucir- la primera mayoría en la Región Metropolitana y en Valparaíso.
En la capital, el exministro del Interior de Piñera 2, Rodrigo Delgado, aparece como el favorito. El exalcalde fue uno de los pocos dirigentes con proyección política que optaron por participar en esta elección, que impedía volver a competir hasta 2025. Para muchos, esta polémica cláusula es otra de las causas del bajo interés en este proceso.
En la Quinta Región, en tanto, el UDI Edmundo Eluchans ha liderado las encuestas en una reñida disputa al interior de Chile Vamos, que podría dejar heridos.
Ambas victorias simbólicas servirían al gremialismo para aminorar un mal resultado -como lo pronosticó Pablo Longueira hace unos días- y un posible primer lugar de Kast en el Biobío, región que por décadas controló la expresidenta Jacqueline van Rysselberghe.
Aunque el presidente de la UDI, Javier Macaya, se encuentra “blindado” por Juan Antonio Coloma y Andrés Chadwick, entre otros líderes de la colectividad, algunos analistas no descartan un “ruido de sables” del sector más duro.
Finalmente, después de varias elecciones en que los electores dieron un voto de confianza a una nueva generación (44 años fue el promedio de la ex Convención), hoy se podría frenar esa tendencia que tuvo su máxima expresión con la llegada al poder de Boric y el Frente Amplio.
Figuras históricas de la Concertación y la derecha aparecen con posibilidades de convertirse en articuladores de una nueva Carta Fundamental. Andrés Zaldívar y Carmen Frei (ambos DC), Salvador Urrutia (ex PPD) y Sergio Bitar (PPD), Ricardo Núñez (PS), Aldo Bernucci (PR), Mario Ríos (RN), Jaime Ravinet (Ind.) y Ricardo Ortega (Republicano) podrían volver a ser protagonistas de nuestra política en los próximos meses.
Algo impensado hace unos pocos años.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.