“Una votación bien vista en el barrio de los partidos de derecha”, presume Arturo Squella sobre el 86% que obtuvo en las elecciones internas del Partido Republicano, y que lo ponen a la cabeza a partir de marzo. Squella -abogado, 44 años- partió su carrera política como diputado de la UDI y desde ahí dio un temprano salto de fe con José Antonio Kast, cuyo liderazgo quiere reforzar durante su mandato.
Con más bajo perfil que su antecesor, el Rojo Edwards, Squella quiere romper las caricaturas sobre su partido. Dice que no tiene nada que ver con las extremas derechas mundiales, y que lo suyo es solo sentido común.
El Partido Republicano decidió no pactar con Chile Vamos. ¿No hay marcha atrás en esa decisión?
Nosotros llevamos una lista de Arica a Punta Arenas con candidatos republicanos. No vamos a pactar con ningún partido político. Es importante presentarnos frente a los chilenos genuinamente, sin confundir a nadie. Descartamos cualquier tipo de pacto, no solo con los partidos de Chile Vamos, sino que con cualquier otro partido.
¿Esto también implica pactos por omisión?
Implica cualquier tipo de acuerdo o pacto. Nosotros llevamos candidatos en todas las regiones de Chile.
¿Cree que les va a ir mejor que al oficialismo en las elecciones? La dispersión de votos podría afectarles.
Eso es lo que esperamos, que en la elección de mayo sean más las personas que tienen una mirada de una sociedad libre en Chile y que quienes están en el gobierno sean minoría.
¿Con qué ánimo cree que van a recibir a los republicanos que salgan elegidos? Es contradictorio haberse restado del proceso, criticar la idea de nueva Constitución y después presentar candidatos.
No vemos contradicción alguna, nosotros antes de que un proyecto se transforme en ley damos nuestra opinión, discutimos, presentamos cientos de indicaciones para corregir lo que consideramos malo. Están muy equivocados los que creen que nosotros nos íbamos a restar, todo lo contrario, creemos que sintonizamos con una mayoría importante en Chile que ve las cosas de la misma manera en que las estamos viendo los republicanos.
¿En qué cree que se diferencian con Chile Vamos?
Chile Vamos tiene una mala lectura de lo que es hoy día el rol de un partido de derecha en Chile. En el fondo, todavía, a ratos, pareciera que sienten que al frente tienen a Gabriel Valdés, a Genaro Arriagada o a alguien de ese perfil, y la verdad es que es muy distinto. Con ellos al menos se podía compartir una mirada sobre el modelo de sociedad que la mayoría de los chilenos quieren. Hoy día es distinto, hoy día quienes están al frente y en el poder es precisamente el Frente Amplio y el PC, que lo que quieren hacer, y lo dejaron plasmado en esa propuesta constitucional que alcanzó un 38%, es un modelo de sociedad totalmente distinto, y es eso lo que nosotros leemos muy claramente. Esa es la razón por la cual precisamente nos organizamos para dar la batalla como corresponde en todos los frentes.
Pero el gobierno ha ido moderando su discurso y ha reconocido que “otra cosa es con guitarra”.
El gobierno se ha visto en la obligación de ser percibido como más moderado, pero ellos cuando tú ves las declaraciones de quienes no tienen posiciones hoy día de responsabilidad, efectivamente, siguen pensando exactamente lo mismo que está reflejado en ese modelo de país que nos propusieron y que alcanzó un 38%. A nosotros nos preocupa profundamente que haya un 38% que sí haya sintonizado con lógicas tan absurdas para Chile como pretender que existan varias naciones en un mismo país o que el sistema de justicia aplicable a cada persona dependa de la sangre que corra por tus venas.
El propio Presidente reconoció que el proceso anterior tuvo errores.
Ya veremos cuáles van a ser las posiciones que van a defender los convencionales más alineados con el gobierno.
¿Cree que van a tener mejor desempeño electoral que Chile Vamos?*
Nuestro discurso va a ser súper claro, porque, en el fondo, lo que sostenemos de idea de país coincide con el texto que actualmente se encuentra vigente, y en aquellas que creemos que es necesario generar cambios lo vamos a decir con toda claridad.
En términos generales, ¿van a defender la actual Constitución?
Vamos a defender los principios, los valores que han hecho que Chile se pueda desarrollar muy por sobre el resto de países de Latinoamérica y que son adecuados para la realidad nacional.
¿Como cuáles?
Nosotros tenemos una principal estructura de país llamada bases de la institucionalidad que, en buena parte, incorpora o le da un rol activo a la sociedad civil para enfrentar las dificultades que tenemos como país. Eso, al parecer, estaría en tela de juicio. Hay quienes piensan que solo el Estado tiene que hacerse cargo de las necesidades que presentan los chilenos, y nosotros creemos que es un trabajo que se debe dar también con la participación activa de la sociedad civil.
Irán a defender la subsidiariedad, entonces.
Así es. Me da la impresión de que ese será un tema relevante en el debate y ojalá se lleve con altura de miras.
¿No van a rechazar todo como lo hizo la UDI, en algunas oportunidades, en la Convención pasada?
Nosotros tenemos una mirada de lo que es bueno para el país, muy clara, y efectivamente reconocemos en los últimos 30, 40 años el desarrollo más importante que ha tenido Chile en su historia en base a una estructura propuesta por la Constitución actual, por cierto que hay elementos que tienen que ser modificados en la medida en que las sociedades van avanzando. En lo personal, me tocó participar en muchas reformas constitucionales cuando fui miembro durante ocho años en esa comisión y eso es bueno y es sano. Lo que no creemos conveniente es promover o subirse a un barco en donde la lógica es refundacional. Refundar un país, o más bien una Constitución o la estructura digamos de la sociedad que coincide precisamente con los mejores momentos, desde cualquier indicador que elijas para analizarlo, es un tremendo error, y ese va a ser el espíritu con el cual van a trabajar nuestros consejeros.
El camino propio para estas elecciones constituyentes, ¿lo van a replicar para los comicios que vienen?
Cualquier tipo de elección proporcional me da la impresión de que debiera ser siempre así. Habrá que ver en los casos de elecciones mayoritarias, pero en términos generales, soy partidario de ser sumamente claro en la propuesta de candidatos.
¿Este camino propio tiene que ver más con un tema identitario o el cálculo electoral? También desecharon al PDG.
En este caso puedes encontrar argumentos en ambos grupos, efectivamente tenemos una aproximación al tema constitucional distinta a la que han sostenido los partidos de Chile Vamos. Al principio no podíamos creer que efectivamente hayan estado disponibles para resetear la elección más importante de la cual se tenga registro en el país, como fue la del 4 de septiembre, con un triunfo muy importante para las ideas que sostenemos desde los partidos de derecha. Muy probablemente en materias de fondo, en materias de contenido vamos a tener una mayor aproximación ya en el ejercicio mismo de esta futura Convención, pero en lo inmediato, en lo que nosotros hemos sostenido de no confundir a la ciudadanía de que las soluciones a los problemas que tenemos no pasan por cambiar la Constitución, eso es irremontable la distancia que existe. Y, por otro lado, porque es natural y evidente que preferimos que salgan personas con ideas de derecha. Y eso se logra efectivamente, a diferencia de lo que piensan algunos analistas políticos, teniendo una mayor amplitud de candidatos.
¿Aunque sean elecciones de características distintas?
Pero es el mismo sistema (...). Tenemos otro ejemplo: la elección recién de noviembre de 2021, en donde efectivamente teníamos listas separadas y es la mejor elección que hemos tenido en cuanto a representación.
Pero ahí tenían el factor de José Antonio Kast que influyó.
Pero José Antonio Kast también está hoy.
Algunos sostienen que tras el gobierno de Boric -y los cuestionamientos a su administración- la ciudadanía se inclinará por perfiles más moderados, otros dicen que favorecerá a la extrema derecha. ¿Cuál es su tesis?
La figura de José Antonio Kast es mucho más fuerte hoy día que incluso en noviembre del año pasado.
¿Por qué?
Porque las personas que confiaron en una generación nueva con las propuestas que hicieron durante la campaña, me refiero al Frente Amplio, al PC, a quienes están hoy día en La Moneda, han decepcionado a la inmensa mayoría de quienes esperaban se les resolvieran los problemas (...) Hoy día solo se han incrementado, estamos frente a la crisis más profunda de la cual se tenga registro en Chile en cuanto a seguridad pública (...). La gestión de este gobierno ha dado cuenta de una manera más nítida y clara de que la solución para los problemas no está precisamente en una izquierda ideologizada.
Pero también podrían optar por liderazgos más moderados que Kast.
Con la exposición que tuvo José Antonio en la elección presidencial, la ciudadanía se fue dando cuenta de que muchas de las caricaturas que se trataron de instalar sobre una persona que defendía posiciones muy duras, la verdad no es tal. Eso se logró, se consiguió en esa elección presidencial, y por cierto que hoy día la lectura que tiene la ciudadanía es ver en él y en el movimiento republicano a quienes verdaderamente a partir del sentido común, es decir, entender los principales problemas.
¿El objetivo de los republicanos es llegar a La Moneda en las próximas presidenciales?
El Partido Republicano nace por un proyecto de largo plazo, pero en vista de lo que comentábamos sobre los malos resultados en el país, por cierto que nos tenemos que hacer cargo de la contingencia y como Partido Republicano nos estamos preparando para reconstruir el país tras el mal gobierno del Presidente Boric.
¿Con Kast a la cabeza?
Sin duda.
Académicos plantean que ustedes son parte de estas denominadas derechas radicales populistas. ¿Cómo se definiría usted?
No, creo que hablan desde una trinchera política que no acepta que haya irrumpido con tanta fuerza un grupo de personas que refleje más fielmente las ideas de derecha. Con el tiempo lo van a superar.
¿No cree que los republicanos son parte de estos populismos de derecha?
Para nada. Si hay quien ha sostenido posiciones impopulares durante el último año legislativo por tener la convicción de que es lo más conveniente para el país somos precisamente nosotros.
Pero se observan ciertos rasgos, por ejemplo, la exacerbación de los temas de seguridad, discursos que instalan ciertos temores.
En materia de seguridad no son discursos, son convicciones.
¿Se distancia entonces, por ejemplo, de derechas como la de Bolsonaro, de Le Pen?
Por supuesto. El principal componente que tiene el mundo republicano es precisamente académico. Son personas que vienen, que se sentían huérfanas de representación política y que ven con la existencia de este nuevo partido un lugar donde contribuir desde la evidencia científica, desde el conocimiento de las políticas públicas, desde una vereda que está un poco excluida por parte de los partidos tradicionales.
Entre los analistas también sostienen que las derechas más conservadoras y extremas terminan siendo un riesgo para las democracias. ¿Cómo lo ve usted?
Cualquier persona seria que no tiene intereses creados por algún partido político determinado reconoce y no pone en duda nuestro compromiso más profundo con la democracia. Graficados en algo tan concreto como el día de la elección presidencial ir a felicitar al contrincante que ganó la elección y el comportamiento que permanentemente ha tenido nuestra bancada votando en conciencia cada uno de los proyectos de ley que se presentan.
Usted dice que el proyecto de los republicanos es llegar a La Moneda con Kast. Ahí sí van a necesitar de Chile Vamos. ¿Van a hacer un esfuerzo por cuidar esas relaciones?
Efectivamente. En la reconstrucción tenemos que actuar como que dependiera de nosotros, pero sabiendo que se requiere del concurso de muchos, particularmente de todos quienes estamos en la oposición.
¿Y cómo espera que sea su relación con el gobierno?
Que sea franca y de respeto. Que tengan claro que al frente hay quienes piensan muy distinto, pero eso no implica el no cuidar el debido respeto entre quienes están promoviendo sus distintas visiones.
¿Tiene algún interlocutor en el gobierno?*
No.
¿Hace alguna autocrítica por el rol de los republicanos? Apenas asumió el gobierno, lo cuestionaron. No es muy constructiva esa posición.
El decir con claridad y con firmeza las posiciones políticas que uno tiene respecto de quienes están al mando del país no tiene nada de malo.
¿Le concede algo bueno al gobierno?
Que ya pasó un año y les queda menos (se ríe).