Christian Garin: la cabeza del mejor tenista chileno en sus días más complejos
Su cuerpo técnico está inquieto por su inconsistencia en los partidos, sobre todo tras su renuncia a Tokio. Gago, además, sumó al exmanager de Murray y Del Potro, y esta semana volverá a jugar la Copa Davis, en busca de su recuperación.
Tres metros hay entre la línea de base y la ubicación de Christian Garin al fondo de la cancha. Su rival es el suizo Henri Laaksonen, quien ha desarrollado mayoritariamente su carrera en el circuito challenger y cuya ubicación más alta fue el puesto 93 del mundo en 2017. El tenista chileno, de 25 años, y desde el lunes, 17 del orbe, su mejor ranking, se ve atrapado e intenta acomodarse como si estuviera jugando en arcilla. Sus golpes no hacen daño y su entrenador Franco Davin busca una explicación. Finalmente, el nacido en Arica terminó eliminado del Abierto de Estados Unidos, ampliando su registro a cinco derrotas en seis partidos disputados en canchas duras. Un mazazo.
Algunos números de la temporada reflejan lo irregular de su desempeño, ya que cuenta apenas tres victorias sobre jugadores del top 50, como la que tuvo ante Daniil Medvedev, número tres del mundo, en el Masters 1.000 de Madrid, uno de los contados torneos en que mostró su mejor versión.
Su único título de la temporada fue en la arcilla del ATP 250 de Santiago, donde se vio beneficiado por el cuadro, ya que enfrentó a jugadores fuera del top 100, algo que se repitió en otros torneos. Por ejemplo, en los Grand Slams logró pasar a octavos de final de Roland Garros y Wimbledon, por primera vez en su carrera, aprovechando los accesibles rivales que se le presentaron. De hecho, en ambos certámenes enfrentó en las tres primeras rondas a tenistas más allá de los 80 mejores del mundo (cinco de ellos, fuera del top 100). Y en Estados Unidos también se perfilaba en un escenario similar, pero que no logró capitalizar.
¿Qué le pasa a Garin? Es la pregunta que surge tras un año complejo y en la que en contadas ocasiones jugó partidos que lo dejaron satisfecho. En la cancha sus expresiones son iguales o, como dice un prestigioso extenista sudamericano, “se ríe poco y al ver su cara no se sabe si va ganando o va perdiendo. Tiene una actitud de desgano y se ve que a veces no lo pasa bien”. En su entorno, la idea que más se repite es que en las prácticas es extraordinario, pero en los partidos no ocurre lo mismo.
“Es algo mental, porque en los entrenamientos lo da todo. Trabaja muy bien, pero algo ocurre que en la cancha eso no se ve reflejado. Se bloquea y no está pudiendo jugar, hay que encontrarle la vuelta, y eso es una responsabilidad de todos. Él tiene muchísimo más para dar; para estar jugando y no sufriendo. El cuerpo técnico está buscando la manera de hallar soluciones a este asunto, que es algo que parece ser de base, pero Franco aprecia a Christian y está encima”, explica un conocedor del proceso.
El psicólogo deportivo Rodrigo Cauas cree que urge un trabajo profundo en este aspecto. “Christian, no solo en una, sino que en muchas declaraciones a lo largo de su carrera, que yo tengo guardadas para mis charlas, ha dicho que una de las variables que más le ha afectado en su carrera es la ansiedad. Es un tema que, me parece, no ha podido despejar completamente”, plantea.
“Es una variable sumamente jodida. En algún momento puede sentir que la gestiona bien, pero, como las circunstancias van cambiando, su carrera va siendo más exigente y sus resultados son distintos. Eso hace que pueda aumentar la ansiedad y, por más que crea que haya aprendido a gestionarla, puede que ya no la gestione tan bien cuando esa exigencia aumenta”, agrega.
En esa misma línea, señala que “esto afecta muchísimo en el tenis, donde es común decir que ‘se le acortó el brazo’, al disminuir los gestos técnicos, ya que hay una ansiedad motora; hay otras ansiedades que se manifiestan de manera más fisiológica, como dolores de estómago o dificultad para dormir; y hay otras más cognitivas, como perder el foco en los partidos y tener pensamientos negativos. Entonces, uno podría suponer que los bloqueos mentales son manifestaciones cognitivas de la ansiedad”.
Asimismo, el profesional detecta otra falencia más común en los jugadores. “Muchos tenistas sienten que el trabajo psicológico es esporádico. A Nicolás Massú le pasaba y su entrenador Gabriel Markus lo declaró varias veces. Lo difícil es que logren comprender que el entrenamiento mental tiene que ser igual que el entrenamiento físico y técnico. Tiene que ser permanente para mantener a raya la cabeza”, alerta.
El Caso Gaudio
Franco Davin tiene mucha experiencia con jugadores que han debido sobreponerse a situaciones como las que vive Garin. El más emblemático, Gastón Gaudio, con quien vivió un largo proceso. El Gato llegó a ser campeón de Roland Garros después de pasarlo pésimo y decir en la cancha que no sabía qué hacía ahí. En ese momento, un factor clave fue el psicólogo Pablo Pécora.
“Gastón es un chico muy inteligente: no le cuesta decir lo que siente y lo explica bien. Si bien manejaba mal las emociones, las asumía y las blanqueaba. Una charla con él es honesta desde el lado emocional y a partir de esa honestidad, a veces brutal, es más fácil trabajar. En París, todos los días le escribía un mail la noche anterior a cada partido. Gastón se levantaba y tenía el hábito de leer sus correos a la mañana, era lo primero que hacía. Incluso, cuando yo viajaba también le escribía un mail, cada uno desde su habitación, y él se levantaba y lo leía. Yo quería asegurarme de que primero hiciera la lectura por vía visual porque entra de otra forma y, una vez que él lo procesaba, lo hablábamos antes del partido”, reveló el especialista sobre su método, en una entrevista con el diario argentino Página 12.
Pécora es uno de los profesionales de cabecera del técnico del chileno, ya que también trabajó con el italiano Fabio Fognini, a quien llevó a su mejor nivel después de asesorarlo y enseñarle a canalizar mejor sus emociones. “Fognini es parecido a Gaudio, de hecho nos buscó a Franco (Davin) y a mí porque su ídolo es Gastón, quería tener el mismo equipo que tiene él. Son parecidos, en ambos casos había que ordenar el talento; Fognini es un jugador volátil pero muy talentoso”, detalló el terapeuta.
De acuerdo a estas experiencias, varios cercanos al equipo de trabajo y a Gago ven como una buena opción que siga este mismo camino.
El no a Tokio
Sin duda que uno de los episodios más complejos que Garin ha debido enfrentar en sus años como jugador tiene que ver con su renuncia a representar a Chile en los Juegos Olímpicos de Tokio. La determinación, tomada en conjunto con su cuerpo técnico, fue cuestionada, pero Davin ya daba luces el año pasado, cuando describía su metodología a La Tercera: “No me pongo números, sino que el jugador compita al nivel que entrena y después los resultados aparecerán. Que esté competitivo, sano y luchar punto a punto y armar bien las giras. En eso soy bastante hinchabolas. Para mí la planificación es importante, qué tipo de torneos y por qué...”.
La decisión, comunicada (por iniciativa propia) a través de Instagram, le valió críticas de las autoridades deportivas por la manera en que lo informó. Además, recibió duras recriminaciones de algunos de sus colegas e insultos y descalificaciones en sus redes sociales, a las que le da mucha importancia, situaciones que lo golpearon muy duramente en lo anímico y que hasta el día de hoy le cuesta superar, según relatan en su círculo.
Con esa presión, enfrentó los torneos que eligió con su equipo para suplir el viaje a Asia, pero la producción fue muy pobre. En ninguno de los cinco torneos que participó ganó más de un partido. Prácticamente no sumó y no pudo crear un colchón de puntos necesario para cuando deba revalidar los puntos que el ranking congelado le ha mantenido.
En las últimas semanas se desvinculó de la multinacional Octagon, donde era representado por el español David Tosas. Si bien la salida de su agente coincidió con el periodo más complejo de la temporada, el hispano explica que se debió a que este renunció para sumarse como socio a una empresa de representación en Andorra. Para reemplazarlo, Garin fichó al italiano Ugo Colombini, quien fuera manager durante 13 años de Juan Martín del Potro. Es decir, otro viejo conocido de Davin.
El profesional, además, trabajó con figuras de la talla de Andy Murray o Jelena Ostapenko. Su función será ver los asuntos internacionales de Gago, mientras que Claudia Medone, madre del tenista, se ocupará de los temas que surjan en Chile. De hecho, en las últimas semanas fue ella la que estuvo en contacto con la Federación de Tenis y afinar los detalles del viaje a Brastislava para disputar la serie de Copa Davis de este 17 y 18 de septiembre frente a Eslovaquia, donde volverá a jugar por Chile después de casi dos años. Ahí buscará nutrirse de cariño con Nicolás Massú y Jorge Aguilar, dos de sus más cercanos, e intentar levantar el vuelo en una temporada muy compleja.
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