Desbordes: “No hay salvadores ni mesías de Chile Vamos; Sichel tuvo un triunfo legítimo, pero influyeron de manera importante los partidos”
El exabanderado de RN afirma que Sebastián Sichel es un buen candidato, que aporta al oficialismo y le brindará el respaldo que le pida. Sin embargo, señala que el exministro “no ha transformado ahora a la coalición en una coalición con opciones” y que tiene que dar buen trato a los partidos.
Tras la derrota en las primarias oficialistas -en las que salió en cuarto lugar- el expresidente de RN y abanderado de ese partido, Mario Desbordes, se tomó un descanso. Por estos días, el también exdiputado está instalado en su oficina de abogado y será desde la comisión política de RN -donde tiene un asiento asegurado como extimonel del partido- que marcará sus puntos de vista.
Con la perspectiva de los días. ¿Cómo se explica el triunfo de Sebastián Sichel en las primarias? ¿Fue una sorpresa?
No, no es una sorpresa, porque tuvo una buena campaña. Es un candidato que tiene un perfil que probablemente la gente siente como más competitivo frente a la izquierda. Tuvo el apoyo de dos tercios de los parlamentarios de RN, de toda la nueva directiva. O sea, los partidos y sus máquinas se cuadraron en una buena parte con él. Ganó y así es la democracia. Así que más que explicármelo, lo que hay que hacer ahora es apoyarlo.
Usted señala que los partidos del oficialismo jugaron un rol en su triunfo. Sin embargo, Sichel y su comando destacan que su victoria fue por su calidad de independiente.
La estructura de RN se dividió en dos. Los parlamentarios estuvieron dos tercios con Sebastián y el otro tercio estuvo conmigo, salvo un par que estaban con Lavín. La estructura de los partidos sí trabajó, hubo despliegue. Basta ver los Facebook de los dirigentes... Uno cuando ve la cara del que movía la bandera o quien pedía el voto por Sebastián Sichel en regiones no era la señora Juanita, era un dirigente de un partido político, de la UDI y Renovación.
Las señales del candidato han apuntado a fortalecer su condición de independiente. Ha trascendido una sugerencia de cambiarle el nombre a Chile Vamos y en su comando dejará a los partidos en un lugar -al parecer- marginal. ¿Es un error?
Es un error. O sea, lo invitamos a la primaria porque sabemos que es un aporte. A diferencia de Gabriel Boric, que tuvo que juntar miles de firmas. Es un dato objetivo: él no tuvo que firmar nada, no consiguió ni una firma, porque los partidos lo invitamos y, por lo tanto, tiene que comprender que la estructura de los partidos que lo ayudaron en su campaña, que Chile Vamos como coalición, son parte de la campaña.
Para usted el triunfo de Sichel no es una derrota de los partidos...
Objetivamente, no lo es. Sichel tuvo el apoyo de los partidos. Eso es así. De muchos dirigentes, parlamentarios. No fue un apoyo de gente de base nomás. No. Fueron la estructura, los diputados, los senadores con sus oficinas, donde se manejaba la propaganda. Es un triunfo de él. Por supuesto. Fue un triunfo de él, no hay duda, y merecido triunfo, legítimo triunfo, pero donde influyeron de manera importante los partidos políticos con su estructura.
A propósito de la discusión sobre el cuarto retiro, Sichel planteó que “voy a estar mirando a quienes apoyen o no esto para después, cuando pidan apoyo de regreso en las campañas”. ¿Hay un riesgo de que los partidos se puedan sentir ninguneados por el candidato?
Llevo varios años, desde 2009, metido en la estructura de una campaña presidencial, y puedo asegurar que va a necesitar el apoyo de la lista parlamentaria, tanto como ellos lo podrían necesitar, a su vez, del candidato presidencial. Esto es como una alianza que requiere que ambos se colaboren. Vi cómo a Evelyn Matthei la dejaron sola casi todos los candidatos al Congreso en 2013. Vi el daño que se le puede hacer a una candidatura presidencial cuando él está solo. En este caso, él va a necesitar a todos los parlamentarios, entonces debe ser cuidadoso para lograr que los candidatos al Congreso lo apoyen sinceramente. En este minuto, en RN, empezó a crecer un ruido de un grupo de parlamentarios no menor que está por apoyar a José Antonio Kast, cuestión que vamos a tener que conversar internamente. Lo que creo que hay que hacer como comando es ser más cariñoso con los parlamentarios.
¿No le parece que dado que el presidenciable logró un margen importante respecto de sus contendores en la primaria tiene que tener espacio para establecer sus propios límites?
Sí, por supuesto, pero si quiere ganar la presidencial, los partidos tenemos que respetar ese margen del candidato, y el candidato también tiene que darles espacio a los partidos en términos programáticos, de candidatura, etc. Es una alianza, tenemos que ser un equipo, él es el capitán del equipo, pero el capitán sin el arquero no gana el partido.
Algunos sostienen que Sichel vino a revitalizar a la centroderecha, a darle un segundo tiempo a un sector que cargaba con varias derrotas electorales, que con él volvió la esperanza de un nuevo triunfo con miras a La Moneda. ¿Cómo ve usted eso?
Son frases grandilocuentes que suelen usar analistas y columnistas. Aquí se ha intentado crear la idea de que quedamos destruidos en la municipal, y le ha faltado a la directiva actual un poquito más de fuerza en decir las cosas por su nombre: RN no perdió ni un solo voto en la elección de concejales, pasamos de 800.000 a 740.000, aumentó la cantidad de electores. Hay que hacer un análisis más cuidadoso de lo que ha pasado en las últimas dos elecciones, no es que los mismos electores hayan dado la espalda a los partidos, o al partido A o B, no es que los independientes sean los únicos que ganan. No haría esos análisis tan superficiales, creo que la centroderecha tenía opciones de mantener la presidencia, la oposición está completamente desmembrada, no hay una oposición, hoy día vemos que probablemente haya cinco o seis candidaturas de oposición, nosotros vamos unidos. Ahora, claro, Sebastián Sichel es un buen candidato, una persona que aporta, valoro todos sus méritos, por eso lo invitamos a la primaria sin exigirle nada, por eso hemos mantenido con él una muy buena relación, pero no siento que se haya transformado ahora la coalición en una coalición con opciones.
¿Las tenía de antes?
Claro, las tenía de antes.
En ese sentido, usted no siente, como han entendido algunos, que Sichel podría ser el salvador del sector…
No hay salvadores, ni mesías acá en Chile Vamos, eso sería un tremendo error. Creo que Sebastián es una persona que entiende que ganó bien y tiene que liderar a un gran equipo, pero no desde la posición de un salvador, sería un error. Él tuvo un triunfo legítimo, pero influyeron de manera importante los partidos.
Hay un sector importante de analistas que sostienen que usted aporta una mirada distinta -más social- a la derecha. ¿Será incorporada a la campaña?
Vamos a crear una fundación desde la que vamos a tratar de influir en la política con la base de las ideas que hemos planteado: social cristiana, solidaria, republicana y popular es el rezo completo para formar jóvenes, líderes sindicales, en eso vamos a estar. Eso va a ser lo que me va tener más ocupado, pero desde esa tarea también puedo ayudar al candidato. Si seguí adelante en la primaria, después de la derrota interna, era porque evaluamos que era súper importante ir a los debates, estar en la franja, marcar los puntos de esta derecha social, aprovechar esta primaria para sembrar, y creo que el objetivo se cumplió.
¿Los cambios que usted promovió en campaña están en entredicho con la victoria de Sichel?
El mismo sector de la derecha que se atrincheró ahora en la Convención tiene la idea de que aquí hay que hacer cambios superficiales. Si abordamos el tema de la salud en Chile y no nos preocupamos de la integración vertical de isapres, clínicas, laboratorios, o no nos preocupamos de que haya tres cadenas de farmacias que controlan el mercado completo y que se coluden para afectar a la gente, no vamos a ser realmente una buena reforma al área de salud. Si nosotros no somos capaces de hacer grandes reformas estructurales, más allá de cambiar o no el sistema de salud, si reforzar o fortalecer la oferta pública, si somos capaces o no de avanzar a un sistema mixto de pensiones, más allá de que yo crea que son reformas necesarias, no vamos a lograr salir de la crisis que creo que Chile sigue viviendo desde el 2019 hasta ahora, eso está latente, sólo el Covid frenó que la ciudadanía no volviera a salir a la calle.
Hay sectores que siguen creyendo que está todo perfecto, que la crisis del 2019 fue un invento marxista leninista, maoísta, y no sé cuántos istas más. No quieren comprender que quien gobierne el 11 de marzo va a tener que acometer reformas o de lo contrario va a tener nuevamente a la gente en la calle.
¿Sichel está comprometido con ese diagnóstico?
No he conversado con él. No se lo escuché en los debates, pero yo espero que esté comprometido con eso, él viene de la DC, viene un sector de la DC que plantea estas mismas cosas. Yo espero que Sebastián plantee cosas similares. El que crea que el estallido fue una cuestión manipulada desde el extranjero y que ya pasó, y que sigamos no más adelante, y hagamos algunos cambios por aquí, por allá, pero el resto mantengamos lo importante, como dicen, está muy equivocado.
En la misma derecha se motejó a Sichel como el candidato de los empresarios. ¿Usted cree que veían en él la posibilidad de menores cambios al sistema del que podían propugnar Joaquín Lavín, Briones o usted mismo?
Obviamente que los empresarios se inclinaron mayoritariamente por Sebastián Sichel, eso no tiene nada de malo. Yo lo que espero es que Sebastián reciba los aportes con una separación total de lo que pudieran ser compromisos posteriores. Si estos empresarios lo ayudaron, supongo que será porque ven en él una opción de triunfo de la centroderecha con mayor nitidez que con los otros candidatos. Me imagino que creerán que garantiza estabilidad en positivo, quiero pensarlo en positivo,
Usted decía que una parte importante y toda la directiva quizás de RN estuvo con Sichel, ¿tiene cuentas que ajustar con su partido?
No, no. Voy a apoyar a Francisco Chahuán, a su directiva, en todo lo que pueda colaborar. Creo que este no es el minuto de rencillas internas, yo no voy a hacer travesías por el desierto, porque creo que uno tiene que tener la capacidad de enfrentar las cosas y no desaparecerse del país o de la arena política. Si me quedé en la campaña, después de lo que pasó en la interna, fue precisamente por eso. Tenemos que mostrarle a la ciudadanía que somos capaces de plantear reformas profundas desde nuestra perspectiva, no con las ideas de la izquierda, sino con la perspectiva de la derecha moderna, esta derecha europea que ha permitido estabilidad y que no se logra esa estabilidad solo con un mayor ingreso per cápita. Hay sectores que siguen creyendo que está todo perfecto, que está todo bien, que la crisis del 2019 fue un invento marxista leninista, maoísta, y no sé cuántos istas más. No quieren comprender que quien gobierne el 11 de marzo va a tener que acometer reformas o de lo contrario va a tener nuevamente a la gente en la calle.
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