Dos miradas sobre el fenómeno Bukele
Considerado el "millennial" que redujo la violencia en El Salvador, el Presidente Nayib Bukele -pese a las denuncias de autoritarismo y violaciones a los DD.HH.- llega como favorito para lograr su reelección este domingo. Una defensora de los derechos humanos y un académico de ese país entregan su visión del político que podría mantenerse en el poder hasta 2029.
Rina Montti: “Son tantos los delitos que se le pueden imputar que sería inevitable que pase por la cárcel”
Fundada por obispos anglicanos en el año 2000 en El Salvador, Cristosal es una institución especializada en la defensa y promoción de los derechos humanos con presencia también en Honduras y Guatemala. Rina Montti, licenciada en Psicología de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, es la directora de investigación en derechos humanos de esta ONG.
Cristosal ha advertido que esta postulación de Bukele es inconstitucional. Sin embargo, los pronósticos indican que será reelecto por mayoría. ¿Cómo ha logrado vulnerar las normas constitucionales?
Ha sido partiendo justamente de tener un control de todos los poderes del Estado. E incluso de todas las entidades que deberían tener a su cargo todo el sistema de persecución e investigación del delito, que en este caso sería la figura de la Fiscalía General de la República. Cuando toma el poder de la Asamblea Legislativa, básicamente esa es la puerta de entrada para seguir construyendo a partir de la destitución de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia e impuso a los que eran afines a él. Y ellos, a su vez, pusieron luego también la figura del fiscal general. Eso es lo que ha permitido que en este momento él haya podido sobrepasar los obstáculos que la ley impone.
¿Cuáles han sido los costos de las medidas de Bukele en materia de seguridad?
Desde Cristosal hemos estado dando acompañamiento a víctimas de diferentes vulneraciones de derechos, sobre todo dentro de todo su período, pero en particular desde la imposición de una de las medidas que más daño han causado, que ha sido el régimen de excepción. Cuando digo que ha causado daño, me refiero a que se ha demostrado de diferentes maneras y diferentes entidades que la mayor parte de las personas capturadas no son miembros de pandillas. Aunque fueran miembros, pues no deberían ser torturados, porque hay marcos legales que lo prohíben. Además, lo más grave es que hay personas que no tienen ningún vínculo con el crimen organizado. Y luego todo lo que está pasando adentro de las cárceles, que también varias investigaciones lo han demostrado, que básicamente se convierten en centros de tortura.
En cuanto al rol de las FF.AA. y la policía, hay reportes que dan cuenta de cupos diarios de detenciones. ¿Es así?
Es así. Nosotros hemos constatado, sobre todo en estos últimos 15 días, que se han vuelto a activar estas cuotas diarias que tiene no solo la policía, sino que también los militares. Las FF.AA. constitucionalmente no tienen derecho a hacer capturas, salvo que sean delitos que se están cometiendo en flagrancia.
¿Las FF.AA. tienen capacitación para hacer estas rondas en las calles? ¿Cómo ha sido su actuar?
Se han reportado, por ejemplo, muchos incidentes de tiros al aire, incluso muertes, por mal manejo de la situación por parte de las Fuerzas Armadas. Los militares tienen entrenamiento para tener objetivos y eliminar enemigos. Entonces, no es un entrenamiento de seguridad. No es un entrenamiento para neutralizar a una persona o para hacer una detención y luego empezar un proceso de investigación, no.
¿Qué ha pasado con el uso de la detención preventiva?
De las más de 75 mil personas que el Estado dice que tiene capturadas, no hay ninguna que ya se le haya demostrado o que tenga una condena, que se le señale de un delito particular. Todos se supone que están en vías de investigación. Usualmente lo que están utilizando son categorías grandes. Es decir, dicen que son por crimen organizado o grupos terroristas. Entonces, están utilizando estas categorías amplias que no permiten la individualización de los casos. Por eso es que también se están dando estos juzgamientos colectivos de hasta 300 personas.
Existen denuncias de muertes dentro de las cárceles para las pandillas. ¿De qué magnitud es este fenómeno?
Nosotros hemos logrado identificar a un poco más de 150 personas que murieron adentro. Pero cuando digo verificar, es porque hemos logrado tener acceso a información más allá del testimonio de los presos. O hemos logrado ver documentos de los hospitales o de los forenses sobre las personas muertas. Pero sabemos que hay más de 216 personas, se presume que son muchísimas más, personas que han muerto dentro de los centros penitenciarios. Algunas personas nos han comentado que, dentro de algunos centros penitenciarios, en efecto, hay fosas comunes, a donde están depositando los cuerpos de personas que están muriendo adentro y que en este momento tienen la categoría de desaparecidos.
¿Cree que Bukele tiene la intención de perpetuarse en el poder?
De forma textual no ha puesto ningún límite hasta cuándo él va a estar dentro de la presidencia. Lo que sí está claro es que se están cometiendo tantos actos irregulares, no sólo en materia de derechos humanos, sino que incluso de corrupción, que simplemente para él es demasiado riesgo entregar el poder en el corto plazo. Son tantos los delitos que se le pudieran imputar que sería inevitable que pase por la cárcel. Esto definitivamente lo pone en camino a la extradición a EE.UU., donde sería el primer presidente salvadoreño que veríamos como otros en una cárcel en Nueva York.
Carlos Monterroza: “No hay figuras dentro del proyecto para el relevo, porque todo gira en torno al presidente”
Licenciado en Relaciones Internacionales y con un máster en Ciencias Políticas, Carlos Monterroza es académico de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas desde 2009, donde actualmente es jefe del Departamento de Sociología y Ciencias Políticas. Interesado en el análisis de la política nacional y sus actores, además ha sido entrevistador en varios programas de coyuntura política y realidad nacional.
¿Los salvadoreños votan por Bukele porque les da seguridad o hay otras razones que expliquen su alto respaldo ciudadano?
Bukele aprovecha unas condiciones muy particulares en El Salvador que empezaron a dar sus primeras muestras por el año 2017-2018. Es decir, los dos partidos que habían concentrado la mayor cantidad de votos y que se habían alternado en el ejercicio del poder desde los 90, Arena y el FMLN, sufrieron el desgaste de ese ejercicio político y eso se tradujo también a nivel de opinión pública, entonces Bukele aprovecha un poco el descontento, el enojo, el malestar y la decepción que habían generado ambos partidos. Eso le da un respaldo importante en las elecciones del 2019. Además, su familia ha estado involucrada en el tema de la publicidad, tenía una empresa publicitaria que le llevaba la campaña al FMLN en su momento. Entonces creo que ellos hicieron unas lecturas de cómo saber trastrocar las emociones del electorado salvadoreño en cosas muy concretas. La gente no es que va a votar necesariamente por Nuevas Ideas como partido, está votando por Nayib Bukele, por la figura de Bukele. Lo que él está promoviendo más es que hay que continuar con las medidas que ha tomado en seguridad pública. La gente se percibe más segura por las medidas que el gobierno ha tomado, independientemente de los costos para los derechos humanos. También está el punto de que no hay oferta o propuesta de perfiles interesantes de oposición para competirle a Bukele.
¿Qué tipo de concesiones ha tenido que hacer Bukele para poder lograr que las FF.AA. se sumen a su lucha contras las pandillas?
No se conoce tanto al respecto. Pero lo cierto es que al ministro que puso, que es una persona que proviene de la Naval, es una persona que ha resultado bastante afín o, por lo menos, ha mostrado o trata de mostrar que es una persona muy afín a lo que el presidente le dice, a ejecutar lo que le pide desarrollar. Tampoco es que de la Fuerza Armada se conozca que puedan tener algún malestar o alguna forma de descontento con el presidente. Al Ejército le dan más dinero para equipo, para reclutamiento, entonces se ve que muestra más incentivos hacia ellos. Y también otra cosa que es meritorio mencionar es que ante los señalamientos de graves violaciones a los derechos humanos en la guerra salvadoreña en la década de los 80, Bukele ha tenido una posición más de defender a los militares.
¿Existe algún grado de malestar en la opinión pública por los abusos a los derechos humanos de los que se acusa al gobierno?
Quienes están quejándose o quienes se han organizado son familiares de personas capturadas de manera injusta, que han formado un comité de víctimas y que han realizado algunas movilizaciones o posicionamientos públicos. Pero digamos, es un grupo en principio todavía pequeño.
Hace unos días el medio de investigación El Faro reveló que Bukele intentó conspirar con un cartel mexicano para atrapar a un líder pandillero. ¿Cuánto afecta esto la imagen del presidente?
En general, quizás el efecto no sea tan fuerte, porque en la campaña que ha tenido Bukele a lo largo de sus cinco años, él ha identificado a los buenos y a los malos. Entonces, en su nomenclatura y en su esquema, los malos están clasificados como organizaciones no gubernamentales, fundaciones, universidades, think tanks y periodistas. Y dentro de ese grupo, ahí está El Faro.
De ser reelecto, ¿cree que Bukele puede mantener sus altos niveles de apoyo insistiendo nuevamente en el tema de seguridad?
El tema de seguridad sí se puede mantener, pero en algún momento puede generarle más desgaste en la medida en que él no va dando muestras de cosas o de acciones. No obstante, donde sí se abre como posibilidad de más demanda ciudadana es el tema de la economía, porque la carestía de la vida en El Salvador es alta, eso tiene efectos en las condiciones de vida de las personas. Pero también porque hay otros problemas vinculados a la economía. El acceso a la vivienda, por ejemplo. Es caro tener una vivienda en El Salvador. Las posibilidades de fuentes de empleo es un tema que ahora se vuelve una de las principales problemáticas del país en las encuestas de opinión, porque el tema de la seguridad ha bajado.
Usted mencionaba la falta de perfiles en la oposición. Considerando eso, ¿Bukele ha dado señales de que este puede ser su último mandato?
Me da la impresión de que hay un proyecto que sí quiere consolidarse por más tiempo. La incógnita es si Bukele quiere implementar ese proyecto. Eso se tendrá que ver con el paso de este segundo quinquenio, si van perfilándose o posicionándose figuras dentro del proyecto de Bukele que puedan ser el relevo. Hasta el momento no, porque todo gira alrededor del presidente.
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