Edmundo Valladares (40 años) es de hace un poco más de 120 días el presidente de Blanco y Negro, cargo que sumó al de timonel del Club Social y Deportivo Colo Colo. Criado en Castro y luego en la añosa calle Los Talaveras, en Ñuñoa, el dirigente no responde al perfil empresarial de los últimos mandamases de la concesionaria. De hecho, llega al Monumental en un maltratado Kia Río del 2012. “En el ambiente del fútbol, lo más ostentoso que hay son los autos en todo aspecto, y mi estilo de vida es de bajo perfil y sin grandes lujos”, sostiene, en medio del dulce momento del Cacique, que estiró su invicto a 14 partidos.

¿Cómo se maneja entre dos bloques de tanto poder económico?

Es un desafío, porque vengo de un mundo en el cual me he tenido que relacionar con personas que han hecho sus carreras universitarias, técnicas; otras de mucho esfuerzo, lejanas de grandes grupos económicos. Es un proceso y en el camino uno va aprendiendo cómo relacionarse, cómo poder insertarse. Pero creo que, frente a eso, la mejor respuesta es el trabajo, la responsabilidad. Es la mejor manera de poder validarse en cualquier espacio. Para mí, un espacio en el que haya personas con mucho dinero no tiene por qué ser mejor que uno en el que haya personas con menos recursos. Lo más importante es el trabajo, las convicciones y el respeto, y eso es lo que trato de impulsar en ese y en cualquier espacio.

¿Cómo está el ambiente en el directorio?

Siento que hay un ambiente de mancomunión, de aportar. Hemos buscado impulsar que no solo existan directorios ordinarios y extraordinarios, sino que semanalmente nos reunamos como comisiones. Siento que hay un trabajo de fortalecer la institución de todos los que estamos en la mesa, hemos dejado de ser fuente de polémica. Los dirigentes estamos dedicados a trabajar en pos de la grandeza institucional de Colo Colo.

¿Cómo está la relación con Aníbal Mosa?

Hay una relación de respeto, al igual que con el resto de los directores, nos reunimos semanalmente en las comisiones. Yo agradezco la disposición de todos de sacar esto adelante. Tenemos un desafío grande y tanto con Aníbal como con el resto de los integrantes de la mesa, estamos en la búsqueda de que sea lo mejor para Colo Colo, y eso para nosotros es súper valorable.

¿Ha hablado con Leonidas Vial en estos cuatro meses?

En estos cuatro meses, no. He tenido contacto con los directores de Blanco y Negro, pero no con los accionistas.

Esta semana se cumplieron seis meses del partido por la permanencia. ¿Qué pensó cuando O’Higgins hace el empate y los manda a esa definición?

Fue un momento muy duro. Más que de tristeza, de profunda preocupación. Deportivamente, es lo peor que nos ha pasado a los colocolinos. Y fue terrible. Cuando volvimos a Santiago con José Miguel Sanhueza, con suerte cruzamos una palabra en todo el viaje. De hecho, no recuerdo muy bien el viaje. Estábamos muy bloqueados, muy dañados. Uno como colocolino siempre cree que Colo Colo va a sacar adelante cualquier situación. Nos malacostumbraron quizás los grandes equipos de Colo Colo, y uno siempre tenía la fe, pero había una preocupación muy grande; una desesperación muy grande de nuestra gente. Colo Colo no había vivido una situación como esa. Lo pasé muy mal; fue muy duro, tremendo. Nuestras familias también estaban súper compungidas, preocupadas. Fue una catarsis salvarnos con ese gol de Solari.

¿Dónde está el mérito del momento deportivo actual, que es tan distinto?

Creo que cuando el equipo anda bien, también responde a una estabilidad institucional. Los que juegan son los jugadores y está la labor del cuerpo técnico, pero sentimos que cuando todos los estamentos estamos trabajando y en la misma línea, eso se refleja en la cancha.

¿Qué lugar tiene Gustavo Quinteros en la historia de Colo Colo?

Gustavo ganó un lugar especial en la historia colocolina. Es el técnico que nos ayudó a superar el momento deportivo más crítico que ha tenido la institución. Logramos zafar de un descenso que hubiese sido dramático. Hay una gratitud que se va a mantener por siempre de parte de los colocolinos y colocolinas.

¿Hay conversaciones para renovarle?

Estamos muy contentos con el trabajo que están realizando Gustavo y su cuerpo técnico, lo valoramos mucho. Ha habido una progresión muy buena, muy rápida. Un avance deportivo indudable y en ese sentido lo vemos de muy buena forma, queremos ir paso a paso. Lo más cercano que tenemos es el desafío de clasificar a la final de la Copa Chile y terminar la primera rueda en lo más alto. Nos gustaría proyectar el trabajo y hay una intención institucional de hacerlo. Estamos en constante conversación.

¿Cómo toma las exigencias de refuerzos que el técnico hace por la prensa?

Gustavo es una persona muy directa y frontal. Las cosas que el ha dicho son cosas que nosotros hablamos con él previamente. Nos hemos puesto en la tarea de ir en la búsqueda de posibles refuerzos, pero también hemos sido claros en que vamos a ser responsables. Tenemos que ajustarnos en una situación económica compleja no solo para Colo Colo, sino que para todos los clubes a nivel mundial. Y en base a esa responsabilidad económica, vamos a hacer los mayores esfuerzos que podamos en torno a jugadores que vengan a aportar, porque ya existe un grupo que se está consolidando, que está con un nivel altísimo y nos llena de orgullo que sea mayoritariamente de casa. Tenemos 16 jugadores Sub 21 y 20 que son formados en Colo Colo. Y nos buscamos reforzar, con jugadores que aporten dentro de una idea que se está consolidando.

¿Moreno Martins u Orellana se alejan de esa política?

En Colo Colo siempre va a existir un equilibrio. Tenemos una gran cantidad de jugadores formados, una media de edad muy baja. Histórica. Reforzarse en algunos puestos con jugadores de más edad y costo, muchos podrían entenderlo como contradictorio, pero no quiere decir que eso vaya en desmedro de un proyecto. Vamos a tomar cualquier decisión con responsabilidad y no nos vamos a gastar lo que no tenemos. También está la deuda fiscal que fue hecha cuando se hizo el contrato de concesión va a ser más alta aún que en el momento en que se declaró la quiebra, y por eso vamos a actuar con convicción y responsabilidad, porque estamos convencidos de que no podemos volver a cometer errores históricos.

¿Y en qué está esa búsqueda de refuerzos?

Mientras no haya nada zanjado, prefiero no adelantar. Daniel Morón con la gerencia deportiva está haciendo un trabajo súper intenso, y también abocado a lo de las renovaciones. Tenemos claridad de los tiempos y estamos considerando eso.

¿La remodelación del Monumental quedó congelada definitivamente?

No definitivamente. Ha quedado congelado por ahora, han sido momentos de aflicción sanitaria y de ajuste económico muy duro. Está en constante evaluación. Estamos convencidos de que el Monumental necesita una remodelación y hemos ido haciendo algunas mejoras, como en las luminarias y en la fachada, los baños y el sembrado de la cancha. En algún momento tenemos que retomar la remodelación.

¿Han conversado con Claudio Bravo ante un eventual regreso?

Hay una cercanía con Claudio. Daniel es una persona cercana a él y existe una comunicación constante con él. No se ha conversado directamente de un eventual regreso, pero Claudio es una persona de casa. En su momento habrá que conversar, evaluar... Él pertenece a la historia y a la institución. Es parte de ella.

¿Comprarán el pase de Solari?

Existe una opción de compra y efectivamente a nosotros nos interesa que Pablo se mantenga con nosotros. Por lo tanto, vamos a hacer todas las gestiones necesarias para que siga. Queremos que se quede.

¿Cómo se retiene a las figuras jóvenes, como Pizarro, ante el interés que surge?

Eso es fundamental, hay conversaciones que llevan ya bastante tiempo con varios chicos formados en casa. Nuestro interés es proyectar a toda esta generación de jugadores, que está empezando a jugar y descollar en Colo Colo. Lo tenemos como prioridad y estamos haciendo una labor encabezada por Daniel Morón. Estamos seguros de que este tiraje a la cantera es lo que va a permitirle a Colo Colo volver a luchar en serio a nivel local e insertarnos en el plano internacional. Si queremos competir con Argentina y Brasil por la compra de jugadores, no lo vamos a conseguir porque son mercados con una cantidad de dinero infinitamente superior que el fútbol chileno. No existe fair play financiero. Por lo tanto, la única forma de insertarnos a lo grande es volviendo a ser un club formador.

El Club Social tiene 30 mil socios. ¿Cómo se puede unir esa masa con los abonados y aprovecharlo mejor?

Hace unas semanas eran 15 mil y hay un crecimiento exponencial. Si bien se percibe que va por líneas distintas, ahí está el desafío de compatibilizar esa fidelidad que tiene el hincha con el Club Social y Deportivo. Hay que buscar alternativas y que quienes son socios puedan asistir a todos los partidos de local, que puedan comprar ese pack con una preferencia al ser socios. Ese camino tenemos que transitarlo.

¿Qué diferencia tiene ser presidente del Club Social con serlo de Blanco y Negro?

No tienen tanta diferencia. Si bien el Club no es tan mediático, porque no tiene la administración del fútbol, es una institución vibrante. La diferencia mayor está en la mediatez de administrar el fútbol, que es 24/7. Colo Colo hace noticia todos los días. La diferencia está en la exposición. Humildemente hemos podido afrontar de buena forma el desafío.

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