El ambicioso plan de J.A. Kast a un año de su triunfo en primera vuelta
Con un tono opositor al gobierno más duro y claro que el de Chile Vamos, una activa presencia en redes sociales y un incesante trabajo en terreno, el líder conservador apuesta por el crecimiento de Republicanos -especialmente en mujeres- y su permanencia entre los líderes con más apoyo ciudadano. Pero la disciplina impuesta internamente, la estructura jerárquica y el control comunicacional del movimiento han encendido algunas alertas. “El partido funciona como un comando”, acusa el senador Rojo Edwards.
José Antonio Kast (56) regresó a Chile el miércoles, tras una gira por Madrid, Barcelona y el Parlamento europeo en Bruselas, donde se reunió con dirigentes y parlamentarios de Vox, el partido que en 2013 se instaló en España a la derecha del Partido Popular (PP), en 2019 fue la revelación de las elecciones generales y hoy enfrenta un complejo momento producto de diferencias internas.
El líder republicano incluso priorizó un encuentro con el presidente de Vox, Santiago Abascal -quien lo recibió el domingo pasado en su casa en Madrid-, por sobre una cumbre de partidos de la ultraderecha de todo el mundo, que se realizó ese mismo fin de semana en México, y en la que participaron Eduardo Bolsonaro -hijo del todavía Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro-, el exasesor de Trump Steve Bannon y el senador republicano estadounidense Ted Cruz. La joven colectividad chilena estuvo representada por dos mujeres jóvenes: la diputada Chiara Barchiesi (25) y la prosecretaria Macarena Bravo (28).
Kast -señala un cercano a él- escuchó de voz de sus protagonistas las causas de la crisis de Vox y tomó nota para no cometer los mismos errores en su partido, hoy situado a la derecha de la UDI, Renovación Nacional y Evópoli.
A un año del gran salto de Kast (el 21 de noviembre de 2021 pasó a segunda vuelta con el 27,91% de los votos, superando a todos sus rivales) su objetivo es ambicioso y, por ende, arriesgado.
Muy distinto a su meta puesta a mediados de 2016, cuando renunció a la UDI y comenzó a delinear su propio partido a través de un trabajo de hormiga que le permitió la recolección de firmas. Y al desafío iniciado a fines de 2017, cuando inició un vuelo sin retorno, para aumentar el 7,93% obtenido en la primera vuelta presidencial de ese año.
“El movimiento republicano hoy no está preocupado de la próxima elección presidencial... Han sido años muy difíciles y los chilenos necesitan una alternativa política que, hablando con la verdad y con carácter, sea capaz de reconstruir la esperanza que Chile necesita para el futuro”, dice Cristián Valenzuela, el estratega de Kast en sus campañas a La Moneda.
Cercanos al exdiputado reconocen que no esperaban triunfos tan contundentes como el de la primera y segun da vuelta, y luego el del Rechazo en el plebiscito, en el que fue un ferviente defensor. Menos la obtención de 15 diputados y un senador (Rojo Edwards, en la RM), lo que los situó de la noche a la mañana como la tercera fuerza del Parlamento.
“El movimiento que hemos levantado en Chile hoy está rebosante de personas que me dicen ‘nunca pensé que sería diputada’, ‘jamás pensé ser consejero regional’, ‘nunca imaginé estar hablando ante la prensa’, ‘repartiendo volantes’...”, dijo Kast en una de sus intervenciones esta semana en España.
3.650.088 votos
Un integrantes de su círculo de hierro -que prefiere hablar en off- explica que el sorpresivo crecimiento requirió una cirugía mayor al movimiento. Ya no era suficiente la plataforma digital, considerada una de las claves del éxito, ni el entusiasmo de Kast para administrar los 3.650.088 que sacó el candidato en el balotaje.
“El objetivo de 2022 fue consolidar el gran apoyo que recibió el partido y José Antonio en particular, y convertir una serie de causas y organizaciones en un movimiento con unidad de propósitos y objetivos”, señala Beatriz Hevia, encargada del área internacional.
“Había que dotar de estructura al proyecto republicano”, agrega otro dirigente, para enfrentar el nuevo escenario y los próximos desafíos electorales, entre ellos, una eventual elección de nuevos constituyentes, que, por cierto, la tienda no apoya.
Kast también tiene en mente las elecciones municipales de 2024 que, históricamente, han mostrado cómo viene la mano para la elección presidencial del año siguiente.
Todo ello, en momentos en que existe un auge de la ultraderecha en Europa (el 17% del electorado eligió una opción ultraconservadora) que muchos analistas proyectan podría llegar a nuestro continente.
Ese fue al menos el objetivos propuesto por la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) reunida el fin de semana pasado en un hotel de la capital azteca: aprovechar el viento a favor que viene del Viejo Continente para desbancar a los gobiernos de izquierda que hoy predominan en América Latina.
El triángulo republicano
Se decidió fortalecer e inyectar recursos al triángulo compuesto por el partido (Republicano), la fundación (Acción Republicana) y el centro de estudios (Ideas Republicanas), que hoy funcionan en un amplio terreno cuadrangular ubicado en Av. Presidente Errázuriz al llegar a Av. Américo Vespucio, en Las Condes.
En una de las antiguas casonas (compradas por una inmobiliaria antes de la pandemia para construir un exclusivo edificio de departamentos y que hoy se encuentra parado debido a la crisis económica) funciona el partido, que pasó de tener a dos persona a principios de 2021 a 25 dirigentes que trabajan actualmente.
La exconstituyente Ruth Hurtado es la presidenta interina; Arturo Squella, el secretario general, y Cristóbal García, el encargado de la juventud y de inyectar savia nueva, ojalá mujeres, donde existe un déficit.
En la otra casa, cuya entrada está por calle Rapallo, funciona Acción Republicana (AR), dirigida por Sebastián Figueroa y gerenciada por la exfuncionaria de la Dipres Carmen Sosa, ambos de estricta confianza de Kast.
En su página web, AR se define como “un movimiento político-social que articula y apoya causas sociales levantadas por los ciudadanos”.
Pero aparte de ello, la fundación es la plataforma desde donde Kast mueve los hilos de republicanos. Algo así como el rol que tuvo Avanza Chile en la segunda campaña de Sebastián Piñera, y yendo 25 años atrás, lo que fue Chile 21 para la candidatura de Ricardo Lagos.
Finalmente, Ideas Republicanas es el centro de estudio que dirige Valenzuela y que busca replicar el modelo de las entidades asociadas a partidos, como la Fundación Jaime Guzmán en la UDI, Igualdad en el PS y Libertad en RN, por mencionar algunas.
Es decir, prestar asesorías legislativas en políticas públicas a sus parlamentarios, dejando en casa ese ítem de gastos de diputados y senadores.
Aparte de los grandes aportes de personas naturales, el partido cuenta hoy con un eficaz sistema de recaudación a través microaportes (20% del financiamiento total), que parten desde los cinco mil pesos y se recolectan en forma virtual. Hacia allá apunta la apuesta de Kast para ser un partido autofinanciado.
La semana pasada el propio Kast invitó -a través de sus redes sociales- a sus militantes a unirse a una charla de Miguel Paz, fundador y CEO de Reveniu, sobre estrategias y herramientas para potenciar la recaudación de aportes.
Las primeras alarmas
Aunque el liderazgo de Kast parece inquebrantable, la disciplina impuesta internamente, la estructura jerárquica en todas sus áreas y el control comunicacional que concentra su jefa de Comunicaciones, Carolina Araya, han provocado choques.
A la repentina renuncia a la presidencia de Edwards días después del plebiscito (tras una serie de desencuentros con Kast), se suman las bulladas renuncias del diputado Johannes Kaiser (quien luego se reincorporó al partido), de la diputada Gloria Naveillán (quien mantuvo su postura en favor de un nuevo retiro de fondos de las AFP contra la postura oficial ) y la expulsión de la bancada de Gonzalo de la Carrera (tras golpear a un compañero en la Cámara), una de las grandes apuestas en las parlamentarias. Estas dos últimas salidas provocaron una ola de desafiliaciones, reconocen en la colectividad.
“El partido funciona como un comando”, denunció Edwards hace unas semanas en La Tercera PM, exigiendo que su sucesor en la presidencia sea elegido en una elección -un militante un voto- y no por el consejo general, como está previsto para enero.
Otra de las diferencias entre los dos exdiputados gremialistas es respecto a la forma de relacionarse con los partidos del sector. Mientras Edwards está a favor de una alianza con Chile Vamos, tal como ocurrió en forma exitosa en la campaña del Rechazo, Kast siempre ha preferido la libertad que le da el camino propio para cumplir su finalidad de robarle votos a la UDI y RN.
“Hemos usado las redes sociales para humanizar a alguien que la prensa ha tratado de destruir”
En la oficina de Kast luce un galvano plateado -con un espejo al medio en forma de pantalla- que hace una semanas le otorgó YouTube en reconocimiento a los más de cien mil suscriptores que alcanzó en su canal.
Al igual que toda la galaxia de partidos y líderes de ultraderecha, el exconcejal de Buin (1996-2000) mantiene también un activo rol en YouTube, Twitter (721 mil seguidores), Instagram (434 mil), Facebook (310 mil) y TikTok (572 mil), que utiliza para decirles a sus seguidores lo que está haciendo y pensando.
Si bien está lejos de tener los millones de seguidores que tienen Boric y Piñera, entre otros, en el partido señalan que el poder de los mensajes de Kast radica en el efecto que estos producen con miles de reacciones a favor y en contra.
Para ello cuenta en la casa de Rapallo con un set de televisión acondicionado para grabar videos en forma profesional y un completo equipo que maneja sus redes.
Durante un encuentro organizado por la fundación católica San Pablo CEU, en el marco de su reciente visita a Madrid, Kast llamó a los presentes a “atreverse a defender nuestras ideas y principios” a través de las herramientas que hoy están a disposición en la web.
Mostrando un video en TikTok -en el que aparece golpeando una pelota con un bate de béisbol con la clásica indumentaria de sus jugadores- instó al auditorio a “perder el miedo al ridículo”.
“Hemos usado las redes sociales para humanizar a alguien que la prensa ha tratado de destruir. Me han tratado de misógino, xenófobo, talibán, homofóbico, fascista, nazi y todo lo que ustedes se puedan imaginar. Y a través de videos en TikTok como este hemos mostrado quién es el verdadero José Antonio Kast”, agregó, sacando aplausos.
Aunque en un principio al exdiputado no le pareció bien que los partidos de Chile Vamos le impusieran un silencio total en la campaña del plebiscito (al igual que al resto de los dirigentes de la derecha), la estrategia terminó dándole réditos, según indican encuestas como Cadem.
Lo cierto es que tras el referéndum, el abogado se ha mantenido alejado de los medios de comunicación “tradicionales”, como señalan en su equipo, pero criticando diariamente el accionar del gobierno en sus redes sociales.
“No nos movemos por encuestas, titulares o apariciones en la prensa, sino por una motivación genuina, que en Chile recuperemos el rumbo perdido”, afirma Valenzuela.
Esté o no pensando en una tercera aventura presidencial, Kast sigue recorriendo el país con un ritmo similar al de tiempos de campaña.
En marzo visitó varias regiones para agradecer el apoyo presidencial, y al mes siguiente inició la “Gira por la Verdad” contra la nueva Constitución, adelantándose a los tiempos fijados por los partidos.
Hoy sigue viajando con un foco puesto en denunciar -y apoyar- urgencias sociales que existen en distintas ciudades del país.
“Y Aysén, ¿cuándo? Mientras el gobierno está preocupado de temas ideológicos, acá en la Patagonia hay graves problemas de conectividad. Los vecinos necesitan un adecuado funcionamiento de las barcazas y un aeródromo”, fue uno de los Twitter que escribió hace unas semanas desde Coyhaique.
El viernes pasado estuvo en Santa Cruz y San Vicente de Tagua Tagua y Pelequén, en la Sexta Región y desde esta última localidad twitteó: ”Conversando sobre los desafíos del país y las urgencias sociales. Las redes sociales son importantes, pero no reemplazan el trabajo cara a cara con las personas”.
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