El gallito Carmona-Jara

Daniel Jadue, Lautaro Carmona y Jeanette Jara.

El exalcalde Jadue ya habría advertido al timonel del PC que él no está dispuesto a sumarse a una candidatura afín a las ideas del gobierno y defender una reforma previsional que no comparte en su totalidad. El plan inicial de la ministra era dejar el gobierno esta semana, pero el propio Carmona ha ido aplazando la definición, transformándose en el principal obstáculo de Jara al interior de su tienda.


El presidente del PC, Lautaro Carmona, vivió un momento incómodo el pasado 19 de marzo. Ese mediodía fue testigo presencial de la ovación que recibió la ministra del Trabajo, Jeannette Jara -la autoridad más aplaudida por las cerca de 2.500 personas presentes- en el acto de promulgación de la reforma previsional realizado en Peñalolén.

A dos días del comité central de la colectividad, que inicialmente se pensó que podría nominar a su candidato a las primarias del domingo 29 de junio, el espontáneo apoyo a Jara no pasó desapercibido para Carmona, sentado en la segunda fila. Tampoco para el grupo de dirigentes sindicales comunistas presentes en el Centro Cultural Chimkowe. Y habría sido una buena señal para la tienda si no fuera porque su timonel es quien se ha resistido a la candidatura presidencial de su compañera de partido.

Al día siguiente (jueves 20), en la reunión de la comisión política -electa a principios de enero y que cuenta con mayoría carmonista-, el presidente del PC reforzó e impuso la idea de que la colectividad debía definir ese sábado el programa y después discutir quién sería el candidato.

La jugada buscaba ganar tiempo ante una eventual revocación de la prisión domiciliaria de Daniel Jadue, que le permitiría poder hacer campaña en las calles, si era electo candidato, lo cual no ocurrió. Y también sondear a otros posibles candidatos, como lo explicitó el propio Carmona esa noche en una entrevista en Canal 13. “Hay todas las posibilidades de que haya un tercero, cuarto y quinto (candidato). Hay liderazgos del campo sindical y social muy importantes, y hay liderazgos en el plano de la conducción del partido”, dijo.

Jadue -señalan en la disidencia del PC- ya habría advertido a Carmona que no está dispuesto a sumarse -y poner su activo político- a una candidatura como la de Jara que, sin duda, será afín a las ideas del gobierno y defender una reforma previsional que no comparte. “Lo que más me duele de esta ley corta de pensiones, que yo no le llamo reforma, es haberles pasado cinco mil millones más a los sinvergüenzas de la AFP”, dijo el exalcalde de Recoleta a fines de febrero, en una entrevista en Vía X.

Carmona afirma a LT Domingo que no ha conversado el tema presidencial con Jara ni con Jadue. “Ambos compañeros son miembros de la comisión política del partido y están súper al día, punto a punto, de las decisiones que se han adoptado al respecto. Si hiciera falta que yo hablara más con ellos, lo haría, no tengo problemas”, señala.

Consultado cuándo se citará nuevamente al comité central para que zanje la discusión presidencial, responde que “debiera ser el próximo fin de semana o el subsiguiente”.

La troika bajo amenaza

Carmona, quien contra varios pronósticos tomó el control total de la tienda en enero, con el respaldo clave de Jadue y el silencioso pero efectivo trabajo en las bases del ex Mapu, Juan Andrés Lagos, se resiste a una pronta proclamación de Jara, como esperaban en la disidencia.

¿Por qué la troika Carmona-Jadue-Lagos no querría a la ministra? La razones dadas son diversas: Jara es vista como una política más cercana a la socialdemocracia, continuadora de la línea de los acuerdos con los partidos de la exConcertación que defendió Guillermo Teillier y una candidata afín al gobierno del Presidente Gabriel Boric.

Pero quizás el factor más relevante para ellos es que verían a la titular del Trabajo y Previsión Social como una amenaza interna que podría agitar las aguas y rebarajar las fuerzas al interior del partido, que busca recuperar su disciplina a cualquier costo.

En varias entrevistas y declaraciones públicas realizadas esta semana, el jefe del PC reiteró la idea de que la decisión presidencial “no es por el ranking, sino por el debate político”. Y hasta sacó a colación a Joaquín Lavín para defender su polémica posición: “Es como cuando Lavín decía ‘no importan los partidos, importan las personas’. Entonces había que fijarse en la cara de las personas, en la vestimenta, en cosas absolutamente secundarias y no en cuáles eran las ideas que esos partidos representaban. Nosotros creíamos lo contrario”.

Lo cierto es que el trazado de Carmona echó por tierra los planes de Jara y La Moneda, en cuyo diseño estaba el que ella dejara el gobierno esta semana para asumir su nuevo desafío político. Su salida sería con bombos y platillos y ya se encontraba coordinada con personeros del Segundo Piso, que debieron cambiar los planes, cuentan en Palacio.

Molesta, Jara en principio incluso comentó a sus cercanos la posibilidad de no ser candidata y continuar como ministra. Sin embargo, finalmente optó por acatar las reglas del juego impuestas por la actual dirigencia de su partido -al que ingresó a militar a los 15 años- y ganarles en su propia cancha.

La decisión habría sido tomada la noche del sábado, después del comité central, consultando a su entorno más cercano -integrado por Marcos Barraza, las ministras Camila Vallejo y Nicolás Cataldo, la diputada Karol Cariola y los senadores Claudia Pascual y Daniel Núñez (aunque éste último señaló ayer a El Mercurio que no tiene ningún candidato o candidata).

El llamado “teillierismo” vio una inmejorable oportunidad para cobrar revancha de la dura derrota sufrida en las recientes elecciones internas -donde incluso Barraza fue marginado de la comisión política- y decidió “dar la pelea”, señalan.

De ser ungida como candidata comunista, afirman, Jara conformará un comando con gente cercana a ella y podría gatillar un quiebre en la dupla Carmona-Jadue.

La calculadora de Jara

La ministra reforzó esta semana su presencia mediática y participó en conversatorios donde explicó -con puntero y calculadora grande en mano- cómo funcionará la reforma previsional -el principal triunfo del gobierno- y cómo se materializará en las pensiones de la gente de más bajos recursos.

Su plan, que incluye visitas a distintas ciudades del país, cuenta con el respaldo político y estratégico de La Moneda, quienes ven con inquietud la jugada dilatoria del PC, así como también la indefinición del Partido Socialista y del Frente Amplio.

“Mire, yo estoy tranquila. Creo que nosotros logramos desde el ministerio avanzar en la ley de 40 horas semanales de trabajo, la Ley Karin, un sueldo mínimo de 500 mil pesos y ahora la reforma previsional”, dijo Jara el martes en el matinal de Chilevisión.

La administradora pública de la Usach estuvo en radios y canales de televisión explotando un liderazgo cercano y distendido que ha sido comparado al de la expresidenta Michelle Bachelet.

“Es un honor que me comparen con ella, pero hay un universo de diferencia entre ella y yo. Ha sido dos veces presidenta de Chile, directora de Naciones Unidas… Yo la miro hacia arriba, le tengo un gran aprecio, un gran valor y una gran admiración”, dijo el jueves tras una actividad en Concepción.

Cercanos a Jara aseguran que ha recibido el apoyo de distintos lotes internos del PC y que contaría con el respaldo de por lo menos la mitad de los 18 miembros de la comisión política, entre ellos Daniel Núñez, Camila Vallejo, Karol Cariola, Óscar Aroca y Daniela Serrano. A ellos se sumarían miembros del sector de Carmona, como Bárbara Figueroa; su pareja, Guillermo Salinas, y Eric Campos -secretario general de la CUT-, quienes son cercanos a Jara, quien también es parte de esta instancia partidaria con voz y voto.

Dirigentes cercanos a Carmona -consultados para esta nota- señalan que Jara terminará imponiéndose por la fuerza de los hechos y ante la ausencia de una tercera alternativa real y de peso. “No hay más nombres”, sentencian.

Este respaldo, explican, se evidenció el sábado 22, durante el comité central que reunió a sus 96 miembros provenientes de todo el país en la sede de la CUT. Fuentes presentes en el encuentro señalan que al menos cuatro dirigentes pidieron a la mesa proclamar a Jara, ante el imperturbable rostro de Carmona, quien se aferró al libreto acordado previamente junto a la comisión política: la construcción de una plataforma programática.

De ahí que desde el entorno de Jara han dicho en privado que es Carmona el que está poniendo el freno de mano a su candidatura, lo que él desmiente a este diario.

En Palacio, en tanto, miran con preocupación el lío en la interna comunista. En su diagnóstico pesan dos ideas. Primero, que una primaria sin cartas competitivas, como Jara, puede ser perjudicial para el sector y podría afectar la convocatoria a votar. Y segundo, que si el candidato del PC no es Jara, la primaria se pueda transformar en una campaña cuyo eje sea el juicio crítico al gobierno.

En busca de un esquivo plan C

Pese a la confianza en el potencial electoral de la titular del Trabajo, la disidencia se encuentra en alerta ante una jugada de última hora del triunvirato Carmona-Jadue-Lagos para desbancarla. Ha sonado el nombre de la diputada Carmen Hertz, quien ya dijo que no; el de la secretaria general del partido, Bárbara Figueroa, quien tampoco estaría dispuesta, e incluso el del propio Carmona.

“Imaginar que no hay nombres es no saber quiénes son los cuadros del partido. Hay muchos más nombres todavía”, afirmó Carmona el domingo pasado en radio Nuevo Mundo.

Los partidarios de Jara sospechan, además, que se estaría sondeando a figuras que no son militantes comunistas, entre ellos, la senadora Fabiola Campillai, Marco Enríquez-Ominami (opción defendida por Lagos que ya estaría desechada) y Eduardo Artés. “Si a él (Artes) le interesa participar en una primaria de nuestro sector debatiendo ideas, ¿cómo a priori nosotros le vamos a cerrar la puerta?”, dijo Lagos el viernes, en el Diario Chañarcillo.

Una dirigenta carmonista recuerda que la colectividad, en su larga historia, ha hecho apuestas presidenciales muy osadas, entre ellas, el sacerdote católico Eugenio Pizarro, en 1993, quien obtuvo 327.402 votos, el 4,70%.

La posibilidad de competir con una carta que no sea comunista también ha sido deslizada por Carmona. “En su historia, el PC ha tenido sólo dos candidatos en la papeleta final, Elías Laferte (1931) y Gladys Marín (1999). En el resto, el partido ha levantado precandidaturas para promover otros liderazgos que no son de nuestra militancia. Así fue con Neruda (1969) para forjar la candidatura de Allende; con Jadue (2021), para forjar la candidatura de Boric (2021)... Pero en esta ocasión esa posibilidad aparece con menos juego y ancho”, señaló el viernes a LT Domingo.

Acorralado entre Jara y Jadue, el sucesor de Teillier ha intensificado sus acercamientos al influyente mundo de los derechos humanos del partido, quienes podrían inclinar la balanza hacia un lado. El jueves participó en una reunión preparativa de la conmemoración de los 40 años del brutal crimen de tres militantes comunistas -José Manuel Parada, Manuel Guerrero Ceballos y Santiago Nattino-, perpetrado por Carabineros durante la dictadura militar. Esa tarde también se reunió con la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, mientras su partner, Juan Andrés Lagos, sigue visitando a las células comunistas en varias partes del país.

De continuar aumentando la tensión, un miembro de la comisión política no descarta una tercera vía: un nombre sin probabilidades de imponerse en las primarias, pero cuyo objetivo sería evitar una fractura mayor en la tienda.

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