El paso atrás del ministro Jackson
“Ni sobrepasarse ni submarinearse” es la máxima que se le ha oído en este tiempo. Tras el golpe del plebiscito, intenta rearmarse desde el Ministerio de Desarrollo Social.
“Si alguna vez en el futuro lejano, somos muy jóvenes aún, se nos recuerda a los Cariola, Jackson, Vallejo, Boric, de la actual generación, como hoy se recuerda a Aylwin, Frei, Leighton, Tomic, Fuentealba, sin lugar a dudas habremos cumplido nuestro cometido”.
Pasadas las 9 am del miércoles, de terno gris y ante la mirada de autoridades y líderes políticos como los exmandatarios Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, el Presidente Gabriel Boric inauguró el monumento conmemorativo del expresidente Patricio Aylwin en la Plaza de la Ciudadanía.
Para varios de los presentes -entre ellos ministros y parlamentarios-, el discurso iba bien hasta la comparación entre las dos generaciones, el corazón del fantasma que amenaza en forma permanente la alianza que componen la ex Nueva Mayoría y Apruebo Dignidad.
“No aprenden”, comentaban representantes del Socialismo Democrático, disgustados por la intervención. En el Congreso también hubo bromas: “Hay que hacerles esculturas en el cerro Santa Lucía, como los presidentes de Estados Unidos en el Monte Rushmore”, decían riendo.
Otros, más sagaces, preguntaron por qué el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (RD), no estaba en la ceremonia.
A pesar de estar invitado, Jackson prefirió no asistir y así se lo informó días antes al propio Presidente. Pese a que sus razones tenían que ver con compromisos de agenda, la presencia del ministro en la ceremonia de homenaje al padre de la transición era aún sensible para buena parte del Socialismo Democrático, que se molestó cuando Jackson, aun siendo ministro de la Segpres, dijo que “nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que frente a una generación que nos antecedió”. La frase no solo le costó el cargo -fue reemplazado por Ana Lya Uriarte (PS)-, sino que lo relegó, al menos públicamente, a un segundo lugar.
A tres meses del cambio de gabinete, Jackson –el alter ego del Boric en su trayectoria y el otro líder indiscutido del Frente Amplio- ha optado por un bajo perfil. Golpeado por la derrota del Apruebo, entendió que debía alejarse de la exposición y de los temas más políticos en los medios y enfocarse en su cartera. Ha dicho a sus cercanos que no quiere “ni sobrepasarse ni submarinearse”, pero todos entienden que sus decisiones apuntan a cuidarse, a distanciarse de la polémica y no exponerse a seguir pagando los costos tras la derrota en el plebiscito, ya que al liderar la cartera a cargo de la Convención y de la relación con el Congreso, era el principal rostro del gobierno asociado al proceso.
Un ejemplo de ese repliegue es que viajó a La Araucanía en septiembre y no en la última gira que lideró el Presidente junto a las ministras Carolina Tohá, Ana Lya Uriarte y el ministro Juan Carlos García. Además, el Plan Buen Vivir, la mayor apuesta del gobierno para buscar soluciones al conflicto en la zona, pasó a la Segpres, pese a que la Conadi depende de Desarrollo Social.
Jackson ha asegurado a sus cercanos que para volver a la primera línea política, y opinar de cualquier tema, quiere esperar a tener logros y avances concretos en su nuevo rol. Y repite que si quiere estar concentrado en el ministerio no puede estar preocupado en “otras cosas”. Uno de esos aciertos a los que ha aludido fue ser elegido para presidir la Comisión Interamericana de Desarrollo Social de la OEA por los próximos tres años.
Además, en su gabinete cuentan que lo tiene ocupado la firma de un crédito con el Banco Mundial por 150 millones de dólares para tres líneas de acción. La primera, el sistema nacional de cuidados -que fue presentado junto al Presidente y varias autoridades-; la segunda, apoyos a familias en pobreza y extrema pobreza y redefinir los mecanismos para ordenarlos; y la tercera, una reingeniería en el sistema digital para vincular la clave única a beneficios sociales. Ahí, dicen en La Moneda, es donde Jackson se siente más cómodo desde lo técnico, dado que estudió Ingeniería en Tecnologías de la Información.
Eso desde lo técnico. Porque en lo político Jackson sigue operando, aunque no con la misma comodidad que gozaba antes de que el Socialismo Democrático entrara a ocupar los espacios de mayor poder de La Moneda. Con todo, mantiene su rol de articulador tanto en el partido que fundó, Revolución Democrática, como en la coalición a la que pertenece, Apruebo Dignidad. En ese mundo sostienen que proteger el liderazgo del ministro es muy importante para los próximos movimientos de piezas en el gobierno y también para darle fuerza a un sector que se ha visto debilitado en los últimos cambios.
“Giorgio esté donde esté va a seguir siendo el más cercano al Presidente y la forma más directa de llegar a él. Es el liderazgo más importante de nuestro partido y hay que cuidarlo”, dice la diputada Maite Orsini, jefa de la bancada de RD y cercana a ambos.
Desvelo
Ahora Giorgio Jackson puede dormir. Quienes han hablado con el ministro en los últimos días aseguran que está tranquilo y que sus noches cambiaron desde que dejó la Segpres. En esos días, se desvelaba y se despertaba a la mitad de la noche pensando en qué contingencia iba a tener que enfrentar. También busca hacerse espacios para el deporte, como el pádel. De hecho, hace poco jugó con el exfutbolista Jean Beausejour.
Su rutina cambió. Ya no tiene que visitar el Congreso con tanta frecuencia y sus horas las pasa en mayor medida entre su oficina en La Moneda y la otra sede del ministerio, en la calle Catedral, además de las actividades en terreno de las que ha participado el Presidente en un par de ocasiones.
Con Boric la amistad se mantiene y en su entorno aseguran que no ha cambiado la frecuencia de los asados, juntas o reuniones sociales, algunas de ellas en la casa del Presidente, en las cuales la política nunca deja de ser el tema central.
Lo mismo en Palacio: su oficina, la que adornó con un cuadro de la Brigada Ramona Parra, está al lado de la del Presidente y se le ha visto bajar y subir al despacho presidencial por las escaleras que dan hacia el Patio de los Naranjos. Según cuentan fuentes de La Moneda, Boric le sigue pidiendo algunas gestiones políticas específicas.
De todas formas, ministros del gabinete aseguran que al no estar en el comité político es obvio que Jackson está más alejado de la toma de decisiones diarias.
Pero en Apruebo Dignidad sigue influyendo y también desde el comité político le han asignado algunas tareas tanto de gestión como de relaciones con su coalición.
“Ha colaborado en construir una épica en torno al proyecto de gobierno. Con el Presidente se tienen mucha confianza y continuamente están conversando, así como con otros ministros y ministras del comité político, así que, sin duda, sigue siendo una voz importante”, dice el senador Juan Ignacio Latorre, líder de RD, quien es cercano a Jackson.
Sus palabras revelan el ascendiente que el ministro mantiene en su partido, donde algunos todavía lo ven como el liderazgo más fuerte pensando en la próxima elección presidencial, a pesar de ser uno de los más golpeados de la primera línea del poder y a que en las encuestas los números le han sido negativos.
“Ha habido una arremetida de la oposición contra su figura, porque Giorgio es una de las figuras más importantes de la política chilena en la última década. Le hemos transmitido la preocupación y el agradecimiento de los militantes por los costos que ha tenido que pagar, siempre pensando en el proyecto del gobierno”, dice Araceli Farías, secretaria general de RD, quien asegura que Jackson tiene un rol importante en la articulación de la alianza entre las dos coaliciones del gobierno.
El apoyo de sus compañeros de militancia se da en semanas en que, pese a sus intenciones de mantenerse distanciado del conflicto, el ministro Jackson no logra salir del blanco de críticas. Eso ocurrió en la madrugada del jueves 17 de noviembre, en la discusión del Presupuesto en la Cámara de Diputados.
Abducido
“Hay un amigo del Presidente que está desaparecido, fue abducido por el Ministerio de Desarrollo Social. La verdad es que no existe en estos momentos, no se ve, solo se ve cocinando en los matinales. Pero ¿dónde está una persona que esté conduciendo el Ministerio de Desarrollo Social? (...) Algo le pasó al ministro Jackson, que acá tenía luces como parlamentario, pero se le apagaron los focos como ministro”, criticó el diputado Miguel Mellado (RN), haciendo alusión a que en la mañana del martes de esa semana el ministro Jackson junto a la ministra Antonia Orellana aparecieron en TVN haciendo sushi.
“Fue a saludar a la comisión y nunca más se le vio. Igual como no se le vio cuando fue Segpres. A diferencia de la ministra (Uriarte) que está trasnochando con nosotros”, dijo Francisco Undurraga (Evópoli). Ante todas las críticas, en Apruebo Dignidad se vieron obligados a responder:
“Quieren hacer de esto un matinal hablando mal del ministro Jackson. ¡Respeten a las autoridades del Estado, hombre! Sean republicanos”, reclamó la diputada Consuelo Veloso (RD).
Que la oposición lo saliera a atacar, y su coalición a defender, no tiene mucha sorpresa. El nudo está en la tensa relación que cultivó Jackson con el Socialismo Democrático mientras estaba a cargo de la Segpres. La relación entre socialistas, PPD y el ministro nunca logró cuajar, cuestión que lo ha llevado a hacer gestos para limar esas asperezas.
Ocurrió con el senador Ricardo Lagos Weber.
El jueves 20 de octubre, el ministro Jackson y el parlamentario PPD se juntaron a comer. También estuvo una ministra del comité político. La situación estaba tensa; días antes, a Lagos Weber se le había acabado la paciencia. El episodio del momento era la serie de tuits antiguos de actuales autoridades en los que criticaban a Carabineros. Giorgio Jackson, entonces, dijo que “es importante tener los contextos en consideración cuando se analiza lo que dice cada una de las personas”. Y Lagos Weber reventó:
“Ahora resulta que tiene dos varas. Una con la cual juzgó toda la transición chilena y 30 años de Chile juzgando que estaba todo pésimo (...), pero ahora que hay que ver un tuit, hay que poner contexto”.
En la cena, Jackson y el senador buscaron resolver las diferencias, ya que ambos son influyentes en sus respectivas coaliciones y también con Boric. Cuentan que la conversación fue sincera, hubo autocrítica y permitió calmar los ánimos antes del primer cónclave oficialista, que se realizó el 6 de noviembre en Cerro Castillo.
En ese encuentro -el primer cara a cara entre las dos coaliciones de gobierno tras la derrota del Aprue- bo-, Jackson, de lentes de sol y bajo perfil, evitó el protagonismo. Ahí también se le vio conversando con algunos parlamentarios del Socialismo Democrático, como Lagos Weber.
Algunas de esas gestiones han dado resultados. “Confiamos en el trabajo que está realizando. Este segundo tiempo es una nueva oportunidad de hacer un buen aporte a nuestro gobierno”, dijo el diputado Daniel Melo (PS), de la Comisión de Desarrollo Social.
Y con la intención de mejorar esas relaciones, Jackson llegó este miércoles a la Cámara de Diputados. Sostuvo reuniones individuales con algunos parlamentarios y también expuso en la Comisión de Desarrollo Social sobre el plan del presupuesto para el 2023. La recepción fue buena.
“Cuando era Segpres era un ministro que se veía tenso, como cuerda de violín, muy estresado. Lo encontré bastante relajado y fue una buena exposición”, dice la diputada Gloria Naveillán (independiente de la bancada PDG).
Recién cuando terminó la reunión, a las 19.35, el ministro miró el celular. Por un mensaje de WhatsApp se enteró de que a solo pasos de donde estaba, en el Senado, se había rechazado la propuesta del gobierno para que José Morales fuera el fiscal nacional. Esta vez, ese asunto no le quitaría el sueño.
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