Elon Musk: Entre el recorte del gasto público en EE.UU. y el beneficio de sus empresas
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Al menos 11 agencias federales que se han visto afectadas por los movimientos de personal efectuados por la administración de Donald Trump tienen más de 32 investigaciones en curso, denuncias pendientes o acciones coercitivas contra las seis empresas de Musk, según un estudio de The New York Times.
Este martes, en el Despacho Oval se realizó una conferencia de prensa en la que estuvieron el Presidente estadounidense, Donald Trump, y su aliado Elon Musk, en compañía del hijo de este último. Esta fue la primera vez que el CEO de Tesla respondió preguntas sobre las acciones llevadas a cabo por su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) desde que el mandatario republicano le encargó recortar el gasto federal en “billones” de dólares. Ahí rechazo categóricamente las afirmaciones de los periodistas de que el DOGE opera en profundo secreto.
Sobre esto Musk expresó que “todas nuestras acciones son lo más transparentes posible. De hecho, no conozco ningún caso en el que una organización haya sido más transparente que la organización DOGE”. También negó repetidamente que sus vastas relaciones comerciales con el gobierno estadounidense representen un conflicto de intereses.
Al respecto, un duro intercambio con uno de los periodistas presentes en el Despacho Oval dejó en evidencia la controvertida visión del también dueño de SpaceX y X sobre su participación en el gobierno -en un cargo sin remuneración- y cómo este puesto impacta en sus negocios. El siguiente fue el diálogo:
Periodista: “Si usted ha recibido miles de millones de dólares en contratos del Pentágono y el presidente le ordena que investigue al Departamento de Defensa, ¿eso representa un conflicto de intereses para usted?”.
Elon Musk: “Sí, es lo que definitivamente debemos hacer y lo vamos a hacer, a petición del presidente”.
Periodista: “¿Eso representa un conflicto de intereses para usted?”.
Elon Musk: “No, porque uno tendría que revisar el contrato individual y decir, en primer lugar, no soy yo quien hace el contrato. Es la gente de SpaceX”.
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Al propio Trump también le preguntaron por ello, con Musk delante. “Es un tipo con éxito, por eso queremos que haga esto. No queremos que lo haga un tipo sin éxito”, argumentó primero, para asegurar después que si viera algún conflicto o algún problema no lo dejaría que se metiera.
Pero la insistencia del periodista sobre los conflictos de interés del aliado de Trump no era antojadiza. Las empresas de Musk consiguieron 13.000 millones de dólares en contratos en los últimos cinco años, lo que convierte a SpaceX, que recauda la mayor parte de ese dinero, en uno de los mayores contratistas del gobierno estadounidense. Durante la administración de Trump ya se habla de ampliar estos acuerdos, sobre todo en la Fuerza Aérea, reveló el diario The New York Times.
Según el periódico, pese a que Trump lleva menos de un mes en el cargo, “el vasto imperio empresarial de Elon Musk ya se está beneficiando, o está ahora en una posición notoriamente mejor para beneficiarse”.
¿Y cómo se ha beneficiado? En su afán por desmantelar agencias federales en todo el gobierno, Trump ha despedido a altos funcionarios y expulsado a empleados de carrera. “Muchos de ellos dirigían investigaciones, asuntos de aplicación de la ley o demandas pendientes contra las empresas de Musk”, apunta el Times. Asimismo, agrega el periódico, “se ha beneficiado de las dimisiones de los reguladores del gobierno de Joe Biden, que cambiaron el control de las principales agencias reguladoras, dejando a funcionarios republicanos más afines supervisando esas demandas”.
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De hecho, una de las mayores críticas que se le hace a Musk es el haber desmantelado la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB), que él considera un organismo inútil. Esa agencia se dedica a combatir los abusos de grandes empresas contra los ciudadanos y ante él se han presentado decenas de reclamaciones contra Tesla. Tras esto, Musk tuiteó en su cuenta de X: “CFPB RIP”.
El dueño de Tesla no ocultó tampoco en campaña que con su ofensiva desreguladora aspiraba a que se beneficiaran sus compañías. Señaló a los analistas que aspiraba a favorecerse a sí mismo creando una vía más sencilla para la aprobación federal de los vehículos autónomos en lugar de las complicadas normativas estatales que existen ahora. De forma similar, apunta el diario El País, podrá dotarse de un marco normativo más favorable para el lanzamiento de cohetes (SpaceX), la inteligencia artificial (xAI) y los implantes informáticos para el cerebro (Neuralink).
Pero Musk se mueve en un escenario complejo. Al menos 11 agencias federales que se han visto afectadas por los movimientos de personal efectuados por Trump tienen más de 32 investigaciones en curso, denuncias pendientes o acciones coercitivas contra las seis empresas de Musk, según un estudio de The New York Times. “Los acontecimientos de las últimas semanas han puesto en tela de juicio el progreso y los resultados de muchas de esas investigaciones pendientes sobre sus empresas”, agrega.
Durante la última década, las empresas de Musk, SpaceX y Tesla, obtuvieron al menos 18 mil millones de dólares en contratos federales, según datos de gastos, y SpaceX ganó contratos por valor de más de 17 mil millones de dólares desde 2015, según consigna ABC News.
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En 2021, SpaceX consiguió un importante contrato multimillonario bajo la administración del demócrata Joe Biden para enviar a la primera mujer y a la primera persona afroamericana a la Luna como parte del programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo a largo plazo es la exploración de Marte.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, Musk ha visto a destacados aliados suyos ser nombrados en puestos destacados de la administración republicana, incluido el astronauta aficionado Jared Isaacman para director de la NASA, el principal cliente de su empresa SpaceX. David Sacks, “zar de las criptomonedas y la inteligencia artificial”, partidario de una regulación laxa, es otro viejo conocido del magnate. Ambos forman parte de la conocida como “mafia de PayPal”, pues fueron cofundadores de dicha empresa de pagos.
A su vez, Musk ha estado sujeto al escrutinio de los supervisores en varias de sus empresas, destaca el diario El País. Por ejemplo, el sistema de conducción autónoma de Tesla está bajo la lupa de la Oficina de Investigación de Defectos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), que ha identificado cuatro casos en los que un vehículo Tesla sufrió un accidente después de entrar en una zona de visibilidad reducida de la calzada.
En paralelo, el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) investigan si Musk y Tesla han exagerado las capacidades de conducción autónoma de sus autos. El Departamento de Justicia también investiga si Tesla engañó a los clientes sobre la distancia que pueden recorrer sus vehículos eléctricos antes de necesitar una recarga.
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Además, la SEC demandó a Musk justo antes de la llegada de Trump al poder por saltarse la ley y engañar a los inversionistas en la compra de Twitter, con un beneficio ilícito estimado de más de 150 millones de dólares, una investigación abierta en 2022. Musk se mostró desafiante al respecto y al entonces presidente de la SEC, Gary Gensler, ya dimitido, lo sustituirá Paul Atkins, elegido por Trump para el puesto. La firma del multimillonario Neuralink también está bajo investigación de la SEC, según reconoció su abogado.
Por si fuera poco, los lanzamientos de SpaceX también han sido investigados por la Autoridad Federal de Aviación (FAA). Ya en campaña, Musk decía que era necesario acabar con tanta regulación: “A menos que haya un esfuerzo consciente para la desregulación y tener una regulación sensata, Marte será imposible. Estaremos para siempre confinados en la Tierra”, dijo en un mitin en Pennsylvania, recordó el diario El País.
La Casa Blanca no respondió a las preguntas de The Associated Press sobre cómo manejaría las investigaciones y la supervisión gubernamental que involucran a Tesla u otras empresas de Musk. Un portavoz del equipo de transición dijo el mes pasado que la Casa Blanca se aseguraría de que DOGE y “aquellos involucrados en ella cumplan con todas las pautas legales y los conflictos de intereses”.
Pero John Miles Coleman, investigador en el Centro de Política de la Universidad de Virginia en Charlottesville, no duda que Elon Musk buscara sacar provecho de su cargo en la administración de Trump. “Según lo que hemos visto hasta ahora, probablemente sea así (...) Dado su papel destacado dentro de la administración Trump, es difícil no verlo aprovechando sus conexiones para ayudarse a sí mismo o a sus intereses comerciales, de alguna manera. Realmente estamos en una situación sin precedentes”, comentó a La Tercera.
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Asimismo, Coleman destaca que “será interesante observar en el futuro si Trump y Musk se pelean, ya que a Trump no le gusta que lo eclipsen, y Musk ha demostrado que es capaz de captar más atención en varias ocasiones. Me pregunto hasta qué punto será sostenible esa dinámica a largo plazo. Si Trump se vuelve contra Musk, tal vez su poder económico se vea afectado”.
Aun así, es posible que la opinión pública nunca conozca con certeza el verdadero alcance de la relación comercial de Musk con la administración Trump, porque fue contratado bajo la categoría de “empleado especial del gobierno”.
A diferencia de los funcionarios de alto nivel de gabinete y la mayoría de los designados políticos de alto rango, quienes deben revelar públicamente a la Oficina de Ética Gubernamental (OGE) sus intereses financieros y sus acuerdos éticos para evitar conflictos de intereses, los empleados especiales del gobierno pasan por el proceso interno de revisión ética y divulgación financiera de la OGE, sin revelar nada de ello al público.
“Es el burócrata más poderoso de la historia de EE.UU., ejerce mucho más poder que cualquier funcionario del gabinete, sin ninguna confirmación del Senado”, dijo Robert Weissman, copresidente de Public Citizen, un grupo de defensa progresista. “Está operando con un grado de autonomía que no tiene precedentes. No es plausible que alguien hubiera imaginado que esto sucedería”, añadió en declaraciones a CNN.
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Para William B. Allen, profesor emérito de la Universidad Estatal de Michigan, no hay cifras que muestren cuánto han crecido los negocios de Musk en el inicio de la administración Trump. “No hay evidencia de que Musk haya expandido sus negocios en las últimas dos semanas (el período en el que ha servido en la Administración Trump como alto funcionario gubernamental)”, explica a La Tercera.
Sin embargo, no todo ha sido ganancias para Musk. Sus constantes críticas a las políticas de otros países le han traído más de un problema para sus intereses empresariales. William B. Allen explica que “por supuesto que ofender a los clientes potenciales conlleva riesgos comerciales para sus proyectos, considerando que Musk necesita que los países aprueben sus proyectos”.
Un ejemplo de ellos son las pérdidas sufridas por Tesla por la disminución de ventas en Europa. Solo en Alemania y Francia las ventas de la compañía de autos eléctricos cayeron casi un 60% en enero, en comparación con el mismo mes el año pasado. En España, en tanto, la caída de ventas llega a un 75% y en países como Noruega, Países Bajos, Dinamarca y Suecia supera el 40%, según consigna el diario El Economista.
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El caso de Alemania es el más paradigmático. Tesla vendió 1.277 unidades en enero pasado, un 59,5% menos que en igual mes de 2024, según los datos publicados por la Autoridad Federal de Transporte por Carretera de Alemania (KBA). Esto representa un 0,6% de todas las marcas vendidas en el país centroeuropeo el mes pasado, una cuota que encabeza con mucha distancia Volkswagen, con 46.381 unidades comercializadas.
Todo esto sucede después de que Musk hiciera noticia por sus críticas e intromisiones en la escena política de Alemania, justo en momentos en que el país se prepara para las elecciones generales de este 23 de febrero. Además de criticar abiertamente por X al canciller Olaf Scholz diciendo que era un “tonto incompetente” y que debía “dimitir inmediatamente”, a fines de enero, el dueño de Tesla apareció en una transmisión en vivo para un mitin político del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), donde manifestó que este partido era la única fuerza que podía “salvar a Alemania”.
Sus dichos generaron molestia en Alemania. El candidato conservador a canciller en los comicios anticipados del 23 de febrero, el líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) Friedrich Merz, amenazó este jueves con represalias a Musk por haber apoyado a la ultraderechista AfD. “Puede ser una respuesta política. Puede ser una respuesta legal. Quiero analizar esto con calma después de esta campaña electoral”, dijo Merz en declaraciones al diario estadounidense The Wall Street Journal.
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