Emmanuel Macron, El complejo momento que atraviesa el mandatario francés a un año de las elecciones

Emmanuel Macron
El Presidente francés Emmanuel Macron pronuncia un discurso durante la ceremonia tradicional del Lirio de los Valles en el palacio del Elíseo en París, Francia. Foto: Reuters

Mientras es golpeado por su manejo de la pandemia, la ultraderechista Marine Le Pen se le acerca en los sondeos. A eso se suman las críticas tras la aprobación de la controvertida Ley de Seguridad.


Tal como pasó con otros líderes mundiales, la imagen del Presidente francés, Emmanuel Macron, se ha visto desgastada por su gestión de la pandemia. Con más de 5,5 millones de casos y superando las 104 mil muertes, el mandatario decidió cerrar el país a finales de marzo y aplicar un confinamiento durante abril, que estará vigente hasta mañana. La medida prohibía a los franceses desplazarse a más de 10 kilómetros de sus domicilios, salvo casos excepcionales.

“Debería ser más decisivo de lo que ha sido, y su comportamiento errático en esta área ha decepcionado”, señala a La Tercera John Gaffney, investigador del Centro Aston para Europa en Birmingham, Inglaterra. “El toque de queda es absurdo. Puedes tener confinamiento sin todo eso. Debería abrazar una manera más alemana, escandinava o irlandesa”, opina.

Aunque el país acumula casi 6.000 pacientes de Covid en cuidados intensivos, el gobierno empezó el lunes con la primera fase de su plan de desescalada, con la reapertura de centros educativos de enseñanza infantil y primaria. La campaña de vacunación avanza con rapidez. Según el Ministerio de Salud, más de 15 millones de personas habían sido inoculadas con al menos una dosis el jueves, y Francia era hasta esta semana el país de la Unión Europea con mayores cifras de vacunación después de Alemania, y el tercero en todo el continente.

Traditional May Day march in Paris
Un manifestante sostiene un cartel que representa al presidente francés Emmanuel Macron durante la tradicional marcha sindical del Primero de Mayo. Foto: Reuters

En este contexto, la candidata presidencial ultraderechista Marine Le Pen ha logrado alcanzar a Macron en las encuestas. Pese a que no ha explotado la crisis ni la gestión del mandatario, la diputada tiene el apoyo de un cuarto del electorado de cara a 2022. Los dos últimos sondeos Ifop para Le Journal du Dimanche y Elabe para BFMTV muestran un duelo evidente entre Le Pen (25%-28%) y Macron (24%-27%).

“Estas encuestas solo dan una instantánea del estado de opinión actual y no tienen valor predictivo, especialmente porque la atención de la sociedad está polarizada por la crisis de salud, y no por la próxima votación presidencial”, comenta a este medio Gilles Vergnon, académico del Instituto de Estudios Políticos de Lyon. “Macron primero debe lograr una salida rápida y ‘positiva’ de la crisis sanitaria, antes de utilizar la presidencia francesa del Consejo Europeo, en el primer semestre de 2022, para tratar de encontrar una nueva perspectiva. Es difícil decir hoy si tendrá éxito”.

A Macron le quedan sólo 12 meses para intentar relanzar su agenda, que se vio interrumpida por la pandemia. Intentará retomar su programa con iniciativas que no estén relacionadas con el virus, que amenaza con eclipsar su mandato y dificultar su reelección.

Sin embargo, no es el primer desafío que le toca enfrentar en el cargo. Desde 2018 y hasta mediados de 2019, Macron sufrió con las protestas de los “chalecos amarillos”, que mantuvieron a la policía ocupada durante meses y causaron importantes pérdidas económicas. En una entrevista con CBS, la semana pasada, admitió que se había equivocado con su tasa verde para los combustibles y que había “infravalorado el impacto sobre la clase media”.

Un manifestante levanta la mano con "Macron váyase" escrito en su palma mientras está de pie junto a la ventana de un banco destrozado durante la manifestación anual del Primero de Mayo. Foto: AFP

Talón de Aquiles

En el ámbito de seguridad puede ser vulnerable ante la derecha y la extrema derecha, que lo critican por la aprobación hace dos semanas de su polémica Ley de Seguridad, con 75 votos a favor y 33 en contra. El proyecto generó controversia al tipificar como delito la divulgación de imágenes que puedan “dañar la integridad física o mental” de policías. Las personas declaradas culpables arriesgan hasta cinco años de cárcel y una multa de casi US$ 90 mil.

La medida causa preocupación ante una eventual violación a la libertad de información, ya que sus críticos consideran que podría permitir que se encubran posibles abusos, como el uso excesivo de la fuerza.

A esto se suma la carta abierta al gobierno y los parlamentarios firmada por 20 generales retirados, un centenar de exaltos oficiales y más de mil exmilitares, que advertían sobre el riesgo de “desintegración” del país e incluso una guerra civil. La ministra de Defensa de Francia, Florence Parly, calificó la iniciativa de “irresponsable” el domingo pasado, mientras que Le Pen aplaudió las reflexiones y propuso a los firmantes adherirse a su proyecto político. La polémica carta -que fue publicada en la revista conservadora Valeurs Actuelles- insinúa que una intervención militar será inevitable. Según los exmilitares, la supuesta “desintegración del país” se estaría produciendo por “un cierto antirracismo”, “el islamismo” y “las hordas de los suburbios”, así como ataques sistemáticos a las fuerzas del orden durante manifestaciones como las de los “chalecos amarillos”.

Esta combinación de imágenes muestra al Presidente francés Emmanuel Macron quitándose la mascarilla protectora antes de pronunciar un discurso durante la tradicional ceremonia del lirio de los valles en el palacio del Elíseo. Foto: AFP

“Como ciudadana y como mujer política, suscribo sus análisis y comparto su aflicción”, contestó Le Pen en la misma revista. “Los invito a sumarse a nuestra acción para tomar parte en la batalla que se abre, que es una batalla ciertamente política y pacífica, pero es ante todo la batalla de Francia”, dijo la candidata de Agrupación Nacional. La polémica llegó en un contexto de agitación en la derecha francesa, que acusa al gobierno de ser débil en términos de seguridad y la lucha antiterrorista.

Si la pandemia termina en los próximos meses, se especula que Macron podría volver a plantear la reforma a las pensiones, el polémico proyecto que quedó estancado durante la violenta primera ola de la pandemia en el país.

Pese a que Macron no ha confirmado su intención de postular a la reelección, sería una sorpresa si no lo hiciera. “Pase lo que pase, presidiré hasta el último cuarto de hora... Es lo que les prometí a las francesas y los franceses, lo que les debo”, dijo a Le Figaro hace dos semanas.

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