Evelyn Matthei: “En los principales problemas de hoy no tenemos casi ninguna diferencia desde Demócratas a libertarios”

EVELYN MATTHEI
Foto: Mario Téllez /La Tercera

La abanderada de RN y la UDI -y quien lidera las encuestas de cara a la próxima elección presidencial- releva la necesidad de unidad en la oposición para volver a ser gobierno, afirma que “no será quien divida a la derecha” y sostiene que las diferencias en cómo abordar los grandes temas que tienen al país en situación de crisis son mínimas desde la derecha más radical al centro político.


“No me vengan con eso”, señala enfática la abanderada de la UDI y RN, Evelyn Matthei, cuando se le recuerda la amarga derrota que vivió en las presidenciales de 2013 a manos de Michelle Bachelet y la posibilidad de que se reedite esa competencia a fines de este año. “Me tuve que hacer cargo de una candidatura que nadie quería, porque se habían caído los candidatos: yo asumí cuando nadie más quería, sabiendo que iba a perder... No sé si Michelle Bachelet quiera asumir una candidatura sabiendo que va a perder”, remata.

Es verdad que hoy el escenario es distinto. Matthei lidera desde hace varios meses las encuestas y ya cuenta con el respaldo de los principales partidos de Chile Vamos, pero el camino está lejos de ser fácil y -por lo pronto- la amenaza a sus posibilidades de triunfo vienen desde la derecha a la espera de que decante la carrera presidencial en el oficialismo.

¿Por qué decide en esta oportunidad ser candidata a la Presidencia? ¿Hubo algún hecho puntual?

Fue algo que se fue dando de a poco, en la medida en que veía que a nuestro país le estaba yendo cada vez peor, que los problemas urgentes de Chile no se estaban solucionando, que las listas de espera después del Covid, que se suponía que tenían que empezar a disminuir, estaban aumentando; que el tema de la migración ilegal descontrolada no se enfrenta como corresponde, que se están ya normalizando los homicidios, que la economía no crece, no crea empleo, que no hay inversiones, que no se soluciona el tema de la permisología. A mí me pasa que tengo pasión por Chile, pero pasión. Entonces, no estoy dispuesta a que se arruine Chile. Lo que quiero dejar claro es que esto no es una aventura personal, sino que en realidad, y por eso que me estoy preparando con tanto rigor, creo que Chile necesita un gobierno que enfrente algunas urgencias que son muy graves en un corto plazo y de forma muy eficiente.

Hoy el ejercicio de gobernar es cada vez más complejo. Hay fragmentación política, las oposiciones tienden a ser severas. ¿Cómo ve la dificultad de encabezar un nuevo gobierno?

Lo que pasa es que hay un elemento muy distinto y es que Chile realmente está en una crisis muy grave. Y, en ese sentido, creo que es más posible llamar a una coalición amplia para sacar a Chile de la crisis. Hay mucha gente que no se va a restar. Por lo tanto, uno siempre tiene que ver las dificultades, pero también las dificultades traen oportunidades y uno tiene que ser capaz de conversarlas... Al final, la mayoría de la gente que está en política realmente quiere a Chile.

Esa coalición amplia de la que nadie se va a restar, ¿en quienes está pensando?

Demócratas, Amarillos, Socialcristianos. Obviamente, Chile Vamos, libertarios, republicanos, porque si uno mira cuáles son los principales problemas de hoy en día, como seguridad ciudadana, inmigración, política de cárceles, crecimiento, no tenemos tantas diferencias entre nosotros o casi ninguna. Creo que tenemos la misma visión, estamos todos en la misma. Creación de empleo, igual. Permisología, lo mismo. Cuando uno ve la crisis que estamos enfrentando hoy día y uno ve cuál es la postura de todos esos partidos, y si uno ve todos esos temas, en realidad, no tenemos demasiada diferencia. Creo que se van a necesitar por lo menos tres gobiernos y quizás cuatro para sacar bien a Chile y para poder volver a ponerlo en una senda vigorosa, de largo plazo, de avance, tanto en lo social, en lo económico y también en seguridad ciudadana.

Al menos, el Partido Republicano y también los libertarios se han encargado de decir que son un proyecto absolutamente distinto a Chile Vamos...

(Javier) Milei casi no tiene parlamentarios y ha logrado sacar adelante leyes muy importantes, porque nadie se atrevería a votar en contra de ellas. Cuando uno presenta temas que son importantes para la ciudadanía, que están bien pensados, que son populares, creo que es muy difícil restarse para la gente sensata. Podría ser una coordinación táctica, más que una coalición. Cómo se ve o cómo se haga, eso se verá, pero finalmente un gobierno no es solo el gobierno, son los seremis, subsecretarios, ministros, parlamentarios, delegados. Hay una enorme cantidad de gente que es la que tiene que estar, de alguna manera, haciendo que los motores funcionen. Así que hay muchas oportunidades de ponerse de acuerdo. ¿Cuál es la forma que toman? No lo sé. Lo único que sé es que cuando uno plantea algo que es importante para el país y lo plantea con convicción, con un programa bien hecho, no es fácil restarse.

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Evelyn Matthei: “En los principales problemas de hoy no tenemos casi ninguna diferencia desde Demócratas a libertarios”. Foto: Mario Téllez /La Tercera

El tema parece ser finalmente quién va a terminar encabezando ese proyecto del que usted habla, sobre el cual ve una amplia coincidencia...

Estoy segura que lo que debe y lo que va a primar es que es necesario sacar a Chile de esta brutal crisis en la que está. Los chilenos hoy día están asustados, con miedo de perder el trabajo, están preocupados de ver cómo llegan a fin de mes. La situación en Chile hoy día es muy grave. Por lo tanto, no tengo ninguna duda de que cuando uno pone eso por delante, no hay nadie con el corazón bien puesto que pueda negarse. Tuve además una experiencia muy rica en el Concejo Municipal (de Providencia), ahí éramos cinco y cinco. Había un comunista, un republicano y cuatro de oposición, y otros cuatro de Chile Vamos. La mayoría de los temas salían por la unanimidad, porque cuando uno también sabe escuchar y no mira a los del frente como enemigos, sino como alguien que probablemente está viendo algo que uno no ve, porque tiene otra trayectoria de vida. Cuando uno ve que eso realmente puede enriquecer la propuesta final, lo que he visto es que muchas veces hay un diálogo bastante inesperado y bonito.

¿Usted va a tomar un rol más activo en conformar esta mayoría de la que habla? En la lógica de sentarse a conversar con José Antonio Kast, con Kaiser, con Ximena Rincón.

Esas cosas nunca se anuncian por la prensa, basta con que uno anuncie algo por la prensa para que nazca muerto.

Se lo preguntamos de otra manera entonces, ¿va a necesitar esta unidad su concurso activo?

Hay distintas formas de hacerlo. Una es hacerlo antes y otra es después, contando las fuerzas y ofreciendo cosas, hay muchas formas de hacerlo y esto, además, no es algo que he decidido sola, es algo que también se conversa con los partidos. Uno tiene que entender que una cosa es llegar al gobierno y otra cosa es gobernar. Y hoy día con esta dispersión de 25 partidos, nadie puede gobernar solo. Por lo tanto, al final todos se van a necesitar.

Cuando volvió de sus vacaciones llamó a primarias amplias cuando Kaiser y Kast han dicho en varias oportunidades que no están disponibles. ¿Por qué pensó que iba a ser distinto este nuevo llamado?

Voy a hacer el llamado una y otra, y otra, y otra vez. Yo no voy a ser quien divida a la derecha de ninguna manera. Ahí veremos cómo nos vamos poniendo de acuerdo, ¿Cuándo se ve? No lo sé. ¿En qué minuto se va a intentar? Lo veremos, puede ser antes o puede ser después. Lo que sí quiero dejar claro es que para gobernar Chile, para gobernar en la situación sumamente compleja en que nos encontramos, tiene que haber grandeza y tiene que haber una actitud de poner a Chile primero.

Republicanos y Kaiser usaron como argumento para negarse a las primarias la reforma previsional, que eso demostró que son proyectos políticos distintos.

Ahí hay una diferencia, más que en la reforma previsional, en cómo uno hace política. A mí me tocó estar, por ejemplo, en la discusión del AUGE, que claramente le ha hecho muy bien al país. Es una ley que ha dado buenos resultados. Usted me dice, ¿logramos todo lo que queríamos en el AUGE? No. El Presidente Lagos en ese momento no quedó tampoco totalmente conforme. ¿Le ha hecho bien al país? Sí, muy bien.

Dice que su derecha es dialogante, entonces...

En la reforma previsional, usted me dice ¿me encanta todo lo que salió? No. ¿Hay cosas que hubiera preferido distinto? Sí. Pero ¿es un proyecto bueno para el país? Sin duda alguna. ¿Y es mejor que no haber hecho nada? No tengo ninguna, ninguna duda de que era mejor haber llegado a esta ley que no haber hecho nada (...). Yo creo que para el país es un activo llegar a acuerdo. En eso tenemos diferencias claramente en estilo y, bueno, son parte de lo que hay que conversar.

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Evelyn Matthei: “En los principales problemas de hoy no tenemos casi ninguna diferencia desde Demócratas a libertarios”. Foto: Mario Téllez /La Tercera

Si es que esta primaria amplia no se logra, ¿está dispuesta a una primaria más acotada? Por ejemplo, con Rodolfo Carter y Ximena Rincón...

Estos son temas que se deciden entre los partidos, que tiene que ver también qué es lo que está pasando en el resto del país, que tiene que ver con, por ejemplo, lo que ocurre en términos de las listas parlamentarias. Obviamente que estoy siempre dispuesta a todo, uno no puede estar poniendo reglas acá, pero sí lo que hay que ver es si conviene o no.

¿Usted confía en que le gana a José Antonio Kast en primera vuelta?

Para eso me estoy preparando, obviamente, para pasar a la segunda.

¿Cómo ve el hecho de que surjan liderazgos como el de Kaiser o Kast? ¿Es porque Chile Vamos no está respondiendo al electorado de la forma que espera?

Van a surgir muchos más y lo que estamos viendo es un fenómeno internacional, no es solamente en Chile.

¿No le preocupa ese tipo de derecha que avanza?

¿Qué sentido tiene que me preocupe o no me preocupe? Existe, punto. Y uno tiene que entender cómo se relaciona con ellos, nada más. A mí lo que me interesa es hablarles a los chilenos, de que Chile sí puede salir adelante, que sí puede controlar su frontera, que sí puede enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado, que Chile sí puede volver a crecer. Y hay que mostrarles cómo eso se hace, cuáles son los equipos y cuáles son los planes, etc. Lo que a mí me interesa, básicamente, es que los chilenos de alguna manera puedan ir bajando este nivel de ansiedad terrible que tienen respecto del futuro y respecto del futuro de sus hijos. Ese es mi rol, en el fondo, es poder mostrar que podemos ser un mejor Chile, y que, además, es urgente hacerlo, porque en algunos casos, sobre todo en el crimen organizado, es sin vuelta atrás. En la medida en que la gente entienda que esto es posible, pero que se requiere un trabajo serio, equipos, generosidad, yo estoy segura de que vamos a pasar a segunda vuelta. Entonces, me pasa que no estoy mirando quiénes son los adversarios, yo estoy mirando para adelante, estoy mirando a Chile, yo estoy mirando los problemas de Chile y cómo los vamos a solucionar. ¿Cómo llega la izquierda? Es un problema de la izquierda, no es un problema mío. En lo que sí yo puedo hacer una diferencia y quiero hacer una diferencia es cómo llegamos nosotros. ¿Qué es lo que les ofrecemos a los chilenos? Que ellos nos crean que efectivamente vamos a hacer un trabajo súper serio, eso es lo único en lo que yo me puedo preparar.

Usted ha anunciado un plan de recorte fiscal fuerte, de 6.000 millones de dólares. ¿Ya tiene claro cuáles serán las áreas donde lo hará?

Estamos trabajando y ya la próxima semana tenemos el primer encuentro programático amplio, pero sí tenemos ya a varias personas viendo los recortes en cada uno de los ministerios, y esas personas sí están trabajando ya. Quiero señalar que se puede hacer eso sin afectar el gasto social, que es muy importante, porque obviamente que todos los que vienen a atacar van a decir “le van a cortar las pensiones”. Esto es cortar grasa. Cuando uno ve que en este gobierno han entrado 100.000 nuevos funcionarios, esos son por lo menos 1.000 millones de dólares al año, por lo menos. Entonces, hay mucho donde cortar.

¿Va a reducir ministerios como lo hizo Milei en Argentina o va por otro lado el tema?

Lo más rápido es cortar presupuesto. Si usted quiere eliminar un ministerio, esos son por lo menos tres años de discusión parlamentaria y ahí ya se pasó el gobierno. Esa es una forma muy poco eficiente, muy burocrática. Acá la herramienta que el gobierno siempre tiene es sencillamente no pasar dinero para las cosas. Es sacar a la gente, por ejemplo, los que abusan de licencias médicas. Abuso digo, no una persona que está con cáncer. Hay formas de cortar contratos y, además, esto yo ya lo he hecho. Me tocó en Providencia al llegar, teníamos que pagar 1.500 millones de pesos el día 21 y yo asumí el día 6, el día 21 tenía que pagar 1.500 millones de pesos solo en sueldos en salud y educación. De los 1.500, había tres en caja, quisimos ir a la banca, pero no pudimos porque estábamos en Dicom. En fin, ahí tuve que sentarme durante tres meses a cortar gastos, y corté, más o menos, la misma proporción que lo que hay que cortar ahora del gobierno central. Así que es algo difícil, pero que se puede hacer.

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Evelyn Matthei: “En los principales problemas de hoy no tenemos casi ninguna diferencia desde Demócratas a libertarios”. Foto: Mario Téllez /La Tercera

El tema del recorte fiscal es una herramienta que ha hecho Milei, que ha hecho Trump... ¿Son modelos que mira?

Lo que ha hecho (Federico) Sturzenegger en Argentina, obviamente que bajo el mando de Milei, es increíble. ¿Quién podría haber creído que al año de ese gobierno iban a tener superávit fiscal? O sea, se puede.

Pero igual tiene otros costos colaterales, como el aumento en la pobreza...

Argentina era uno de los países más ricos del mundo durante la Segunda Guerra Mundial y llegó a tener 50% de pobreza. La pobreza, ¿es responsabilidad de Milei o de los anteriores? Y lo que he conversado con gente que conoce la realidad allá es que muchos de los gastos sociales en realidad no se gastaban en forma social, sino que iban al bolsillo de alguien. Por eso es que el recorte tiene que empezar a estudiarse ahora. No es algo que uno llegue a improvisar y la forma más rápida, más efectiva, más eficaz de cortar el gasto público excesivo que tenemos es básicamente a través del presupuesto. Cualquier intento de cerrar ministerios, etc., el trámite legislativo es de años. Es muy importante ir ministerio por ministerio. Hay que ver qué gastos han crecido en forma rara en los últimos ocho años sin que esté mejorando la calidad de servicio que recibe la gente. Es un tema que hay que hacerlo con gente que conozca del área y que sepa cómo introducir mayor eficiencia y cuáles son los gastos realmente superfluos. Obviamente vamos a ir a viáticos, viajes, horas extras. Es increíble que el gasto en personal o la contratación de personal en el sector público, creo que está creciendo cuatro veces más que el empleo en el sector privado. Eso no puede ser.

¿Cuál espera que sea el sello de su eventual gobierno?

Sacar a Chile de la crisis que está viviendo. Lo segundo, obviamente, es volver a crecer, volver a generar empleo, porque sin eso no hay mayor gasto público, no hay mayor gasto social, no hay mayor equidad, no hay mayor futuro.

Las campañas tratan de sueños, el sueño de país que uno espera. Usted nos está ofreciendo una cosa ruda, porque lo que está planteando es que vienen cosas difíciles de hacer, que van a venir ajustes...

Sí, pero los chilenos saben que si hacemos eso bien, Chile va a estar mucho mejor que hoy día. Y esa es la maravilla. Son medidas duras. Pero los chilenos saben ajustarse el cinturón, lo han hecho muchas veces. Y saben también que cuando las cosas se hacen bien y se hacen con convicción. y se hacen con la gente apropiada, se hacen sin robar. Y cuando hablo de “sin robar” es también sin poner a los amigotes en puestos que no son necesarios para el buen funcionamiento del Estado. Si uno hace ese esfuerzo, Chile va a estar mejor. Y yo creo que hoy día lo que todo el mundo entiende es que vamos por mal camino y que tenemos que enderezar el camino para que Chile pueda estar mejor.

¿Cuál es -según usted- el déficit del gobierno del Presidente Boric?

No saben ejecutar nada. No saben planificar nada. Lo de los incendios de Viña es brutal. El Presidente Piñera el día antes de morirse estaba tratando de ayudar. Armó un equipo. Le entregaron el plan completo de lo que tenía que hacer, se lo entregaron. No han hecho nada. Nada. Ahí hay gente inepta, hay gente que trata mal a los pobladores, hay gente que no los escucha y hay gente que no sabe hacer la pega y que le da lo mismo hacer la pega. Estaban más preocupados de armar fundaciones, ¿ustedes han visto al Presidente expresar molestia y rabia porque no se haya reconstruido nada en Viña? Yo, por lo menos, nada. Entonces, él solo se indigna y se molesta cuando es una empresa privada. Pero cuando ellos lo hacen como el forro: calladito, calladito.

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Evelyn Matthei: “En los principales problemas de hoy no tenemos casi ninguna diferencia desde Demócratas a libertarios”. Foto: Mario Téllez /La Tercera

¿Cómo ve la posibilidad de competir con la ministra Carolina Tohá?

No voy a hablar de cómo veo la competencia, porque yo tengo que competir con el que me toque. Con la que me toque.

Más allá de que pueda opinar o no de quién vaya a ser su contrincante, con una eventual rival, Michelle Bachelet, usted tiene una historia electoral. La expresidenta ganó sólidamente la vez que compitieron...

A ver, a ver, a ver, a ver. No me vengan con eso. Me tuve que hacer cargo de una candidatura que nadie quería, porque se habían caído dos o tres candidatos. Entonces, no me vengan a decir a mí que yo perdí esa elección. Lo que yo hice fue asumir cuando nadie más quería asumir, sabiendo que iba a perder. No sé si Michelle Bachelet quiera asumir una candidatura sabiendo que va a perder.

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