Fernando González: “Todos me ven más en el lado dirigencial y político, pero a mí me gusta estar en la cancha”
Después de ser padre por segunda vez, el Bombardero habla de sus sueños, del tenis chileno, de Santiago 2023 y de su rol como socio de una aplicación para impulsar a mujeres deportistas.
Fernando González (Santiago, 29 de julio de 1980) está en una etapa de su vida en la que las prioridades son muy distintas a cuando era tenista. Hace tres meses y medio fue padre de Lupe, su segunda hija con Luciana Aymar, la legendaria estrella argentina del hockey césped, por lo que está en plena etapa donde el sueño es escaso y las tareas abundan. El clan lo completa Félix, quien cumplirá dos años la próxima semana y que cada día hace más travesuras, que el Bombardero no duda en mostrar con orgullo. Sin ir más lejos, exhibe un video del primogénito escalando una repisa con asombrosa velocidad. Un pequeño Spiderman.
Mientras se dedica a la crianza, también le queda espacio para otras actividades y emprendimientos. El más reciente, una aplicación llamada Women4Sports, que contribuye a darles oportunidades a mujeres deportistas, quienes muestran sus talentos, lo que permite que universidades y otras entidades de todo el mundo vinculadas a la actividad física puedan reclutarlas. Ahí es socio con su pareja y otras figuras, como las futbolistas Christiane Endler y Jennifer Hermoso.
¿Cómo se involucró en esta plataforma?
Me llegó la invitación un tiempo atrás. Siempre me llegan invitaciones, pero esta me pareció súper interesante, para ser parte del proyecto y lograr una democratización del deporte femenino no solo a nivel nacional, sino que internacional. De repente, es muy romántico el hecho de pensar en un pueblo pequeño y que una deportista mujer pueda llegar a cumplir sus sueños de una forma más expedita. Porque gracias a esta plataforma, captadores o marcas deportivas van a poder hacer ese match. Es una mezcla entre Linkedin y Tinder.
En ese sentido, ¿su visión sobre el feminismo ha ido cambiando con los años?
No sé si mucho. Lo que pasa es que tengo hermanas y he vivido y viajado mucho, pero claramente el deporte está al debe con el género femenino. El tenis yo creo que no, porque en los grand slams están ganando lo mismo hace un rato largo. Quizás en el resto del circuito puede que haya menos lucas que en los hombres, pero si uno mira a las 100 primeras, el tenis es uno de los deportes bien rentados para las mujeres. Ojalá sea para muchas más.
¿Cómo evalúa el año del tenis chileno?
Fue un súper buen año. Si uno mira la punta de la pirámide, que son Garin, Jarry, Tabilo, Barrios y Lama, creo que es súper importante seguir dándole tiraje para que salgan más jugadores y aprovechar las figuras que hay. Si bien han sido años difíciles para todo el mundo, Garin ganó el ATP de Santiago este año; Tabilo y Barrios tuvieron grandes actuaciones; Jarry empezó de cero y ya está pronto a meterse entre los 100 primeros y ya se empieza hacer más fácil para él... Es importante que se juegue la Copa Chile, que este año se rescató después de mucho tiempo. Y lo que hizo Horacio de la Peña con el Circuito Dove Men+Care fue un aporte gigantesco al tenis sudamericano, donde Chile también se vio beneficiado. Entonces, mientras más competencia haya, es fundamental para un tenista.
¿Fue extraña la temporada de Garin?
Fue un año extraño para todos. Fue distinto, especial. Obviamente fue irregular, pero tuvo sus peaks muy altos. El mejor año de mi carrera fue súper irregular en cuanto a números, pero lo importante es que está ahí y se ha mantenido. Nunca entendí bien lo del ranking congelado, pero está entre los 20 del mundo. Además, ya hay jugadores que están cumpliendo edad y se van a retirar y él está aprendiendo día a día. Por mi parte, a mí me gustaría verlo jugar más en cancha rápida, aunque se sacrifiquen resultados en el comienzo. Es cosa de sacar la cuenta de cuántos Grand Slams y Masters 1.000 hay en cancha de arcilla, y es súper limitado. Si uno quiere dar el siguiente paso grande, hay un momento en el cual uno tiene que hacer esa transición y darle la importancia que merece.
¿Cree que existe algún factor mental que pueda estar limitándolo a dar ese salto?
El estilo de vida de un tenista agota, la competencia te agota. Los viajes, los cambios de hora, la soledad, el fracaso y el éxito que uno muchas veces los comprueba en menos de 24 horas… También es un proceso de adaptación. Garin ya lleva un rato entre los 20 primeros y ya te empiezan a conocer más. Eres el jugador a vencer en muchos torneos. Va como favorito en la mayoría de los torneos y eso te va pesando no solo por la presión, sino que por la competencia de los demás rivales que te quieren ganar y se van pasando el dato de cómo ganarte. Hay todo un tema que no es solo cómo amaneciste ese día, pero Garin es un gran competidor, aunque hay momentos en que tiene algunos bajones. Es una persona, un humano que tiene más que claro que tiene que seguir mejorando, y no solo su parte tenística, sino su manera de afrontar la competencia.
¿Qué le parece Jorge Aguilar como técnico de Garin?
No puedo opinar, porque a Jorge lo conozco de su etapa de jugador, pero no sé cómo trabaja. Por algo lo eligió, pero te inventaría si digo algo más. Yo a Jorge lo conozco de chico y sé que es alguien que lo tienen como muy positivo, pero de lo que estén trabajando no puedo opinar, porque no sé.
¿Cómo ha sido la experiencia de ser parte de la Corporación Santiago 2023?
Súper bien, súper profesional. Creo que todos los chilenos tenemos que tomarle el peso al evento que vamos a tener en un poco menos de dos años. Es el evento más importante después del Mundial de Fútbol, son los Juegos Olímpicos de América y va a ser increíble no solo para el público chileno, sino que sobre todo para los niños y jóvenes que podrán aprovechar de ver a los mejores del continente y del mundo en cada disciplina. Es una fiesta gigante del deporte y ojalá la gente lo valore como en 2014, para los Juegos Sudamericanos. Yo esa vez fui a ver vóleibol y otros deportes no tan masivos como el tenis y el fútbol y vi estadios llenos. Eso habla bien de que la gente quiere ver deporte y ojalá que todos le tomen el peso a la importancia del deporte para el crecimiento y la formación de los niños.
Con el cambio de gobierno, posiblemente se produzcan algunos cambios en la corporación. ¿Cómo toma esa posibilidad?
Yo creo que lo más importante son los Juegos. Seguramente va a haber cambios, pero lo desconozco y no quiero opinar de más. De todos modos, creo que lo más importante es el bien común y que no empiecen como ha estado el mundo político en los últimos años en el país.
Cada cuatro años surge su nombre como opción para ser ministro. ¿Aceptaría si lo llamaran?
No. Ni ahora ni en algunos años más. Todos me ven más en el lado dirigencial y político, pero a mí me gusta estar en la cancha, disfruto la competencia de otra manera. Hoy tengo hijos chicos, los estoy disfrutando a concho y mi tiempo lo estoy dosificando muy bien en cuanto a pega. Y esa es una pega muy intensa, con mucha presión, con mucho cuestionamiento y no tengo ganas. Tengo muchas más cosas por hacer y me gustaría estar en una cancha de tenis y no en una oficina.
Usted en varias ocasiones ha manifestado su deseo de ser capitán de Copa Davis. Sin embargo, el proceso de Nicolás Massú se ve lejos de terminar.
Si hablo, pareciera que estuviera aserruchándole el piso (ríe). Y no es así. Obviamente, él, el equipo o los dirigentes dirán en algún momento que se cumple un ciclo. Nada es eterno, pero es lo más cercano a estar en la competencia. No pongo en duda que ha hecho un gran trabajo el Nico, pero todo ciclo termina alguna vez.
Recientemente fue padre. ¿Cómo ha sido su experiencia ahora con dos hijos?
Intenso por Félix, porque aparte es un hijo de pandemia. Lo tuvimos en brazos un año nosotros solos, no conocía gente. Imagínate que la primera vez que vio cuatro personas se asustó, que fue para mi cumpleaños del año pasado, pero es maravilloso. Yo creo que los que pueden ser padres tienen que agradecer porque es la sensación más linda que te da la vida. Me faltaba una parte del amor que ahora se ha llenado con creces. Tuve y tengo amores de pareja, amores de padre, de hermana, de amigos; amor por mi profesión y por muchas cosas. Uno ya deja de ser el protagonista de su propia vida y hay que tomar en cuenta que los hijos después se van. Entonces, creo que es un momento que hay que aprovecharlo, disfrutarlo. Tengo la suerte de manejar mis tiempos y eso lo agradezco infinitamente, más allá de tener una casa rica o un auto que me gusta o viajar por todos lados. El tener el tiempo para poder dedicarles a mis hijos es lo mejor que me dio el tenis. Tuve satisfacciones, grandes triunfos, pero el hecho de poder manejar mi tiempo y no tener que estar tan preocupado de pagar las cuentas a fin de mes es algo que también se lo tengo que agradecer al tenis.
¿Qué sueño le va quedando por cumplir?
Mi principal objetivo es la familia; criar a mis hijos, ser alguien cercano, que mis hijos ojalá sientan y valoren tener una madre y un padre presentes en todo momento. Quizás se nos está pasando un poco la mano por el tema del Covid, el jardín y todo eso, pero yo sueño con llevarlo (a Félix) a jugar tenis, fútbol, hockey y todos los deportes. De hecho, ya está yendo a natación, pero el sueño y el objetivo que me queda por cumplir es ser un buen padre, que yo creo que es el más importante de todos.
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