Javier Gómez Noya: “Estoy muy satisfecho con lo que he hecho por mi deporte”
La leyenda del triatlón mundial disfruta su primera vez en el país, donde participará en el Ironman 70.3 de Pucón. Aquí habla de su carrera, de sus sueños y de su fama.
Javier Gómez Noya (Basilea, 25 de marzo de 1983) es una leyenda del deporte. Su trayectoria lo avala con cinco títulos mundiales y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres. Será la primera vez del español en Chile, donde hoy tomará parte del Ironman 70.3 de Pucón. “Con el Volcán Villarrica de fondo es uno de los lugares más lindos en los que he podido competir. Es una lástima que me tenga que ir después de la competición, porque me gustaría poder pasar unos días y descubrir toda la zona”, afirma.
¿Qué le llamó la atención de Pucón?
Llevaba años con ganas de venir y por unas razones o por otras nunca lo había podido hacer realidad y vi que este año encajaba mejor en mi calendario y en cuanto contacté con la organización pusieron todas las facilidades.
Recientemente sorprendió cambiando proveedor de bicicleta. Imagino que es un desafío importante estrenarla en Pucón.
Es un desafío importante, ya que llevaba muchos años con el antiguo proveedor. Llevaba como 10, 11 años. Es un momento excitante, emocionante. Los cambios siempre son positivos y a estas alturas de mi carrera deportiva, y ahora centrado en la larga distancia, estoy muy ilusionado. He trabajado muy bien, es la primera competición del año y espero rendir a buen nivel.
Usted es buen amigo de Bárbara Riveros. ¿Cuál es su opinión de ella?
Bárbara es una estrella del triatlón a nivel mundial. Imagino que aquí en Chile es más todavía. El triatlón chileno y latinoamericano le deben mucho a Bárbara por todo lo que ha conseguido y porque ha hecho ver a mucha gente que, siendo de Chile, un país que quizás no tiene tanta tradición en el triatlón como puede ser Australia, Nueva Zelandia o Inglaterra, también se puede triunfar como ha hecho ella, y eso es muy inspirador para las generaciones más jóvenes. El triatlón chileno tiene mucho que agradecerle a Bárbara.
Otro triatleta chileno destacado es Diego Moya. ¿Lo conoce?
Sí. Tuve la oportunidad incluso de entrenar con él y su equipo en Cozumel, México, antes de los Juegos Olímpicos. Es un chico joven todavía, con mucha proyección, con mucho futuro. Puede estar en las competiciones más importantes, como los Juegos Olímpicos.
A propósito de Juegos Olímpicos, usted decía en una entrevista que tenía una relación de amor y odio con ellos.
He vivido las dos caras de la moneda. La buena: esa plata de Londres, que fue una de las mejores competiciones de mi vida. Y luego, otras no tan buenas, como fue romperme el codo dos o tres semanas antes de los Juegos Olímpicos de Río o mi actuación en Tokio, donde llegué mermado físicamente y no fue la que me esperaba. Los Juegos Olímpicos son una prueba tan especial, cada cuatro años, no tienes muchas oportunidades en tu vida deportiva de afrontarlos y en general estoy satisfecho, sobre todo por tener una medalla olímpica en casa.
¿Estar en París sigue siendo una opción?
Ahora mismo no lo contemplo. He pasado unos 20 años en distancia olímpica, he logrado todo lo que me propuse. No he ganado el oro olímpico, pero he ganado muchos mundiales, muchas competiciones y creo que es un buen momento para centrarme en la larga distancia. A uno, según va cumpliendo años, le atrae este tipo de pruebas. No digo que cien por ciento definitivo que no voy a París, pero ahora no me atrae como hace algunos años.
Su corazón bombea el doble de sangre que cualquier mortal. ¿Cómo convive con eso?
Al principio de mi carrera hubo un poco de polémica y discrepancia entre algunos médicos si el deporte podía causarme algún riesgo para mi salud, para el corazón, que era un poco diferente. Se llegó al consenso de que podía competir sin ningún tipo de restricción y problema, haciendo una serie de controles. Mi corazón es muy grande y eso es un beneficio a la hora de competir y de rendir. Al principio de mi carrera viví momentos complicados.
Recientemente apareció en la lista de los 50 españoles más influyentes, según Forbes. Es algo poco común en un triatleta.
Definitivamente. Lo tomo con sorpresa y casi me hace hasta gracia, porque me pregunto quién hace esas listas y qué valora. Cómo puedes valorar el trabajo de gente de campos tan diferentes. Desde cantantes, artistas, arquitectos, médicos, deportistas… Está claro que en esa lista hay gente muy importante que ha hecho grandes cosas, pero también hay mucha gente que no está y que las ha hecho. Entonces, el criterio es un poco subjetivo. Yo, por mi parte, encantado de estar ahí.
Por todo lo que ha hecho, usted está al nivel de Nadal o Alonso. ¿Lo siente así?
Me siento así por el dominio que he establecido en mi deporte durante muchos años. Evidentemente no tengo el nivel de popularidad y de reconocimiento que pueda tener Nadal o Alonso, porque ellos pertenecen a deportes con mucho más seguimiento y son personalidades más importantes y más conocidas, pero estoy muy satisfecho con lo que he hecho por mi deporte y no me importa ser un poco más desconocido en ese aspecto. Yo puedo caminar por la calle por Madrid sin ningún problema, pero Nadal lo tiene un poco más complicado.
¿Cuánto proyecta su carrera?
Voy temporada y temporada. He empezado esta temporada con mucha ilusión, con muchos cambios que he hecho y estoy centrado en competir y rendir al máximo. Cuando acabe la temporada, me lo volveré a plantear. Tampoco me pongo una fecha definitiva. El día en que no me sienta feliz con lo que estoy haciendo, que los resultados no acompañen o que el cuerpo empiece a protestar más de la cuenta y las lesiones empiecen a aparecer, será el momento de dejarlo y de forma natural.
¿Le queda algún sueño por cumplir?
Me haría mucha ilusión triunfar en el Ironman de Hawai, el Campeonato del Mundo de Ironman. Es el ironman que he visto por televisión desde que era un niño y me encantaría hacer un buen papel ahí.
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