Javier Velasco: Luces y sombras de un embajador en problemas
Pese a que el canciller confirmó a Javier Velasco al mando de la embajada de Chile en España, la polémica que afecta al diplomático y amigo del Presidente aún no se cierra por completo. Cancillería está exigiendo que entregue una copia textual del discurso que generó la controversia.
Apenas una página y media tiene el escueto informe que envió el embajador de Chile en España, Javier Velasco, al canciller Alberto van Klaveren para dar cuenta de sus polémicas declaraciones del 12 de junio pasado. En estas invitó a las empresas españolas de armamento y del rubro aerospacial a invertir en Chile, aprovechando las oportunidades que se abrían por los problemas que ha enfrentado la industria armamentista israelí en Chile como consecuencia de la guerra en Gaza. Incluso, recordó la decisión del gobierno chileno de suspender la participación de empresas israelíes en la última Fidae.
El informe fue solicitado directamente por Van Klaveren el viernes 14 de junio, como un antecedente clave para tomar una decisión en torno a la permanencia del embajador y amigo del Presidente Gabriel Boric al mando de la misión de Chile en Madrid. Lo que esperaba el canciller era tener claridad sobre los dichos de Velasco y el contexto en que estos fueron emitidos.
El informe que remitió Velasco directamente a Van Klaveren el 15 de junio pasado, sin embargo, no aclaraba totalmente la polémica y dejaba algunos puntos sin precisar.
Por lo mismo, aunque el jefe de la diplomacia chilena decidió el martes 18 respaldar la gestión de Velasco -aunque le dio una “ultima oportunidad”, dejando en claro al representante de Chile en Madrid que “ya no tenía más saldo en la cuenta corriente” y que no se le perdonaría un nuevo traspié-, la Cancillería le exigió al embajador que entregue más detalles y precise algunos puntos de su informe. En particular, le pidió que envíe la invitación formal que recibió para participar el 12 de junio en el “Foro Global Empresas y Derechos Humanos: gestión de marcas ante entornos complejos geopolíticos y económicos”, en la cual se detalle la petición para que el diplomático hiciera una ponencia, colocando a Chile como caso práctico. También le exigió a Velasco que envíe una transcripción exacta de su discurso.
Hasta ahora, sin embargo, el embajador no ha enviado ninguna de las dos cosas. En su informe sólo explicó el contexto de sus dichos, señalando que su discurso se basó en una pauta en la que abordaba tres temas.
La explicación no cayó bien en el Ministerio de Relaciones Exteriores (RR.EE.), pues dejó entrever que el diplomático chileno había improvisado parte de su discurso en función de un pauteo de ideas y no era un texto escrito con anterioridad.
Incluso, fuentes de Cancillería que conocieron el informe de Velasco afirman que hay discrepancias entre el título del evento y de la ponencia del representante chileno que han salido en medios de comunicación, tanto en España como en Chile, con los datos proporcionados por Velasco.
En su informe, el embajador da cuenta, además, de la fecha, hora y lugar en que se realizó el evento organizado por la empresa MSH Global y señala que aceptó ir de buena fe a este evento, pues se trataba de una plataforma que pretende constituirse en un hub de negocios entre Europa y América Latina, que ya había trabajado antes con la embajada chilena en España.
Efectivamente, la empresa MSH Global ya había realizado un foro en 2013 al que había invitado como panelista al entonces embajador de Chile Sergio Romero, exsenador de RN designado por Sebastián Piñera como su representante en Madrid. El año pasado, MSH Global se fusionó con el estudio del abogado chileno Fernando Flores Acevedo. A ese acto asistió Velasco.
Pese a que la Cancillería chilena sigue a la espera de que Velasco envíe copia textual de su discurso, las máximas autoridades de la cartera optaron por blindar al embajador. Según fuentes diplomáticas chilenas, la decisión de mantener a Velasco en Madrid la tomó Van Klaveren, tras evaluar que en Chile se habían “magnificado” los alcances de sus dichos, y que el diplomático estaba enfrentando una ofensiva en su contra por el hecho de ser amigo cercano del Mandatario -ambos son militantes y fundadores del Partido Convergencia Social- y por la seguidilla de polémicas en la que se ha visto envuelto desde que asumió la misión de Chile en Madrid.
“En toda evaluación hay luces y sombras”, dijo el canciller el martes 18 de junio, ante la insistencia de parlamentarios de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados para que hiciera un balance de la gestión de Velasco.
Pese a que asumió la embajada en Madrid a fines de mayo de 2022 sin experiencia previa en política exterior, según diversas personas que han compartido o trabajado directamente con este abogado de 38 años, titulado de la Universidad de Chile y magíster en leyes en la Universidad de Berkeley, California, afirman que ha “ido evolucionando y tomando conciencia del cargo que desempeña”.
Entre “las luces” de Velasco, afirman fuentes diplomáticas chilenas, está la dinámica de trabajo que ha logrado construir con el resto de los funcionarios de la delegación. Tres de los cuatro diplomáticos de carrera fueron designados en el gobierno de Piñera y no son cercanos a las posiciones del Frente Amplio. Aún así, Velasco los suma a todas las reuniones y mantiene “relaciones fluidas y cordiales con todos ellos”. Lo mismo ocurre con los agregados militares y policiales asignados a la embajada.
Quienes conocen a Velasco lo describen como una persona sencilla, muy abierto a expresar afecto, lo que le ha permitido expandir sus redes de contacto. Es muy cercano a los dirigentes de Podemos Pablo Iglesias e Irene Montero, con quienes asiste a encuentros sociales, a los que Velasco llega en Uber cuando se efectúan en fines de semana o no son actividades laborales. Pero también tiene línea directa con el equipo de Alberto Núñez Feijoó, actual presidente del Partido Popular, y ha logrado hacer puentes con la dirigencia del PSOE. Velasco conversa a menudo con el exprimer ministro socialista español Felipe González y con otras figuras del PSOE, nexos que ha logrado hacer -en parte- gracias a la ayuda del socialista chileno Carlos Vargas Quiroz, quien fue contratado en forma inédita como “agregado de cooperación” de la embajada. Vargas, quien vive hace 30 años en España y participa activamente en la política española, es cercano a la timonel del PS, Paulina Vodanovic, y era la carta del PS para quedarse con la misión diplomática en Madrid. Según cercanos a Velasco, le fue impuesto en la embajada desde Chile por el Socialismo Democrático, que desea mantener los vínculos políticos con el gobierno español.
La misma transversalidad ha logrado generar con políticos chilenos. A principios de octubre pasado, por ejemplo, el exministro de Economía UDI Pablo Longueira pasó por Madrid y se reunió con Velasco en su despacho. “Tuvimos una larga conversación sobre el momento que vivía el país. Me sorprendió su profundidad de análisis”, relata Longueira.
El exalcalde de Las Condes Joaquín Lavín también mantiene una relación cercana con Velasco, se ven los meses de enero, febrero y marzo, periodo en que Lavín da cursos en Madrid. El resto del año se comunican por WhatsApp. La última vez que se vieron, hablaron del interés de Velasco por hacer un Chilean Day en Madrid, similar al que se realiza en Nueva York, Londres y Toronto. “Me ha tocado relacionarme con él por los cursos que dicto en Madrid anualmente y me parece, en primer lugar, una gran persona, genuinamente interesado en conocer los distintos puntos de vista. Conversamos mucho de política. Creo que se han exagerado mucho los alcances de sus frases en el tema de defensa. Me parece que es absolutamente lógico que un embajador, como el de Chile en España, cuando habla con empresarios, busque atraerlos para que inviertan en Chile”, señala Lavín.
Jorge Fuentes, exsecretario general de la UDI, y quien lleva varios años radicado en España, ha sido clave en el acercamiento de Velasco a los políticos de derecha. Ambos se reúnen casi una vez al mes a tomar un café y conversar de política. También le ha ayudado a abrir puertas de figuras políticas de la derecha española.
Un diplomático sudamericano residente en Madrid comenta que Velasco es un embajador poco conocido entre sus pares. Es muy activa su presencia en eventos académicos y culturales, pero no le gusta asistir a las recepciones que hacen las demás embajadas con ocasión de sus días nacionales, remarca.
A sus cercanos, Velasco le ha transmitido que quiere seguir a futuro ligado al trabajo internacional. Por lo mismo, y por su cercanía con Boric, señalan fuentes diplomáticas, en Cancillería les sorprende que no haya tenido el olfato político para darse cuenta que la seguidilla de polémicas en las que se ha visto involucrado en los últimos dos años, lo que ha generado un desgaste de su imagen y provocado un daño innecesario al Presidente y a la Cancillería.
En septiembre de 2022, Boric ya lo había “llamado al orden”, luego de que circulara en redes sociales una fotografía de Velasco acariciando los pies de su pareja mientras iban en el auto oficial. Imágenes que se sumaban a una anterior, en la que se le veía disfrutando de un plato de langostas.
Tras ese reto, Velasco se ha cuidado de usar sus redes sociales, incluido su Instagram, para divulgar actividades oficiales de la embajada, en vez de publicar imágenes sociales y personales.
También debió dar explicaciones en enero pasado, luego de que ningún funcionario de la embajada de Chile asistiera a la recepción anual que brinda el rey de España al cuerpo diplomático extranjero. Aunque en Cancillería explicaron que Velasco se había excusado personalmente ante la casa real, su error pasó por no darle importancia a ese evento y haber designado a un reemplazante. Al momento de recibir la invitación del rey, Velasco ya había solicitado sus vacaciones y había viajado a Chile para asistir a otro evento social: el matrimonio de una pareja de amigos y militantes de Convergencia Social que se efectuó en Valparaíso en la tarde del 2 de febrero pasado y al que estaban invitados varios personeros del partido.
Un error más que se suma a la seguidilla de polémicas que llevaron a que la Cancillería haya dejado en claro que no tendrá otra oportunidad, mientras esperan que lleguen las precisiones que aún faltan a su informe.
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