Una cara joven para la vieja amenaza en Francia. La campaña para las elecciones europeas, que tendrán lugar el 9 de junio, ya empezaron, y al menos en ese país, la extrema derecha está en un momento inmejorable: la lista de la Agrupación Nacional (ex Frente Nacional) tiene un 31,5% de las intenciones de voto, por encima de la lista del “macronismo”, que lleva un 17%. Este avance, pareciera, se debe particularmente a una figura: Jordan Bardella.

Desde noviembre de 2022, cuando fue electo como presidente de la formación, hasta ahora, el apellido de Bardella se ha vuelto omnipresente en los medios franceses: es el segundo político más popular del país, solo detrás del exprimer ministro Édouard Phillipe, e incluso supera en eso a su mentora. A sus 28 años, se le percibiría como una amenaza tan grande para Emmanuel Macron, que sería por ese motivo que el Presidente francés habría propuesto a Gabriel Attal, de 34, para el puesto de primer ministro.

“El buen migrante”

Nacido en 1995 en Drancy, Seine-Saint-Denis, como hijo único en una familia modesta de origen italiano, Bardella no es el clásico militante de Agrupación Nacional. “Soy joven y crecí en la periferia, mi madre vive en una residencia social en Saint-Denis. Represento el origen modesto y la fibra social”, declaró en 2018 al diario Libération, cuando se presentaba como cabeza de lista para las elecciones del Parlamento Europeo.

Jordan Bardella, junto a Marine Le Pen, en el congreso de Agrupación Nacional en el que salió elegido presidente del partido. Foto: Archivo

Mucho del “carisma” de Bardella tiene que ver con eso: presentarse como “el buen migrante” que abrazó la cultura francesa, y que ahora buscaría defender lo que llama “ideología islamista”. A sus 16 años, entró al partido de extrema derecha, y a los 23 fue votado como miembro del Parlamento Europeo, volviéndose el segundo diputado más joven en la historia de la Cámara. Desde ahí, ha criticado la burocracia en Bruselas y su “incapacidad” de mantener el control de sus fronteras.

Un perfil de The Spectator lo describe así: “La técnica oratoria de Bardella es una de las características que lo separan de su mentora, Marine Le Pen, que no es una gran comunicadora, y tiende a volverse sarcástica en las entrevistas, mientras que Bardella se muestra fríamente confiado. Es afable y viste elegantemente, consciente de lo importante que es la imagen para el votante francés medio”.

Marine Le Pen y Bardella, de todos modos, mantienen la misma agenda: limitar la migración, hablar sobre seguridad y mantener “Francia para los franceses”. Dominique Albertini, periodista político del diario Libération, ve pocas diferencias significativas entre los discursos de ambos: “Se dice que él sería más liberal en los asuntos económicos. Sin embargo, mientras Le Pen sea la candidata natural del partido para la próxima presidencial (en 2027), seguirá siendo ella la verdadera líder del partido”.

El director de investigación de Ipsos Francia, Mathieu Gallard, ve una diferencia clave entre ellos. “Para partir, el apellido. Ser la heredera de Jean-Marie Le Pen es un obstáculo para Marine, porque la ancla a la extrema derecha de siempre, justo cuando su objetivo ha sido precisamente el de ‘normalizarse’. Jordan Bardella no sufre de eso”, comenta a La Tercera.

Jordan Bardella y la delegada departamental de Agrupación Nacional, Edwige Diaz, asisten a la inauguración del bus de campaña del partido en Burdeos, en febrero de 2022. Foto: Archivo

De todos modos, según el analista, sus diferencias ideológicas podrían ser complementarias: “Hay matices ideológicos: Le Pen encarna la derecha radical ‘social’, que combina los temas de inmigración e identidad con los del poder adquisitivo. Bardella, en tanto, es percibido como más liberal en lo económico, pero más conservador en las cosas sociales, dígase feminismo y LGBT. Entonces, Le Pen es más de captar el electorado popular abstencionista, y Bardella va más a un electorado de derecha ‘clásico’”.

Le Pen ya ha dicho que nombraría como primer ministro a Bardella de llegar a ganar ella las próximas presidenciales. Sin embargo, algunos ven al mismo Bardella como una amenaza para la tres veces candidata.

Respecto a la relativa popularidad de la que estaría disfrutando Jordan Bardella, Albertini advierte: “Hay que relativizarlo. Hay muy pocas figuras políticas populares en Francia, donde el asunto es sobre todo el de ser el menos impopular. En un sondeo reciente de Elabe, por ejemplo, Bardella tiene un 38% de opiniones favorables, pero un 41% de desfavorables. Y, sin embargo, eso basta para estar bien clasificado”, señala a La Tercera.

Según el periodista, gran parte de su buena imagen tendría que ver con el ser “una figura nueva” con una fuerte exposición mediática, “sin ser asociado, gracias a su juventud, a una hoja de balance político, y considerando que ha sido un diputado europeo bastante perezoso en su último período”.

Marine Le Pen junto a Jordan Bardella mientras asisten a un mitin de campaña en Reims, este de Francia, el 5 de febrero de 2022. Foto: Archivo

Por su parte, Gallard comenta: “En un contexto de profunda desconfianza de los franceses frente a la política, Bardella forma parte de los líderes menos rechazados. Contrasta con los líderes políticos franceses por su juventud, su facilidad para con los medios y su habilidad para utilizar las redes sociales. Pero, en general, surge en un contexto en el que, dada la impopularidad de Emmanuel Macron y su gobierno, y las divisiones de la izquierda, sumándole las dificultades económicas y sociales y las tensiones identitarias, Agrupación Nacional es popular en general”.

En el contexto europeo, Bardella ha tenido que dar pasos extras para que su partido no parezca “pro-ruso”: en una reciente entrevista con L’Opinion, aseguró que lamentaba la manera en que la clase política francesa, incluido su partido, fue lenta en entender la amenaza que representa Moscú. “Ha habido una ingenuidad colectiva hacia las ambiciones de Putin”, reconoció.

Esto, considerando que durante años Marine Le Pen se ha mostrado cercana a Vladimir Putin, e incluso un poco después de las declaraciones de su discípulo, criticó la política de sanciones que la Unión Europea tomó contra el Kremlin. De todos modos, Bardella tampoco ha sido “tan duro” con Rusia en su ejercicio como eurodiputado. Votó a favor de una resolución de la UE para condenar la agresión de Rusia contra Ucrania, inmediatamente al comienzo de la invasión, pero luego se abstuvo en una votación para proporcionar asistencia financiera a Ucrania, y nuevamente en junio pasado, en una resolución que mencionaba los esfuerzos de desinformación rusos en Estados Unidos.

Jordan Bardella durante un mitin de campaña de la candidata presidencial del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional, Marine Le Pen, en Reims, este de Francia, el 5 de febrero de 2022. Foto: Archivo

Mirando las elecciones europeas, Mathieu Gallard comenta las consecuencias que podría tener una victoria de Bardella, Agrupación Nacional y su grupo europeo “Identidad y Democracia”. “A nivel europeo, existe esencialmente el riesgo de un ligero giro hacia la derecha del Parlamento Europeo, lo que hará más difícil la adopción de medidas ambiciosas, particularmente en materia medioambiental. Sin embargo, a priori no estamos en situación de tener una mayoría para la derecha y la extrema derecha en el próximo Parlamento Europeo, porque incluso si la extrema derecha progresa en general, hay países en los que progresa poco o incluso retrocede”.

Albertini, por su parte, comenta: “Esto podría contribuir a la adopción de normas más estrictas en materia de migración, y al rechazo de textos ambiciosos en materia medioambiental o social. Además, la proximidad de muchos partidos de extrema derecha a regímenes autoritarios como el de Rusia podría tener consecuencias en la acción de Europa hacia estos países”.

En el plano francés, lo que ocurra en junio es crucial: “La probable gran victoria de Agrupación Nacional tendrá, sin duda, un impacto significativo en el sentido de que estas elecciones europeas son las únicas elecciones intermedias reales del quinquenio 2022-2027. Debería confirmar que una victoria de Agrupación Nacional en las elecciones presidenciales de 2027 es ahora una posibilidad real, gracias a la progresiva ‘normalización’ de AN en los últimos 10 años. El partido ya no es percibido como fuera del sistema, yaunque todavía tiene importantes desventajas, y en cuestiones económicas en particular, esta es ahora la opción de muchos votantes de derecha”, señala Gallard.

Para The Guardian, Cécile Alduy, profesora de la Universidad de Stanford y experta en Agrupación Nacional y extrema derecha francesa, analizó dos años de discursos de Bardella. Al respecto, aseguró que eran “como una copia pegada de Marine Le Pen y Jean-Marie Le Pen. Sigue siendo la misma tríada de inmigración, identidad e Islam. La gran diferencia es el tono y el estilo. El mensaje es el mismo, pero entregado en un tono de voz realmente suave, sereno y tranquilo”.

Por su parte, Antoine Bristielle, director de opinión del grupo de expertos Fondation Jean Jaurès, dijo que se esperaba que Bardella derrotara a la candidata de Macron, Valérie Hayer. “Esto tendrá una enorme influencia en todo el debate público en Francia hasta las próximas elecciones presidenciales de 2027, porque el foco principal será quién y cómo detener un escenario en el que Agrupación Nacional podría ganar la elección presidencial”, aseguró.

En medio de esta campaña, un desafío interesante se viene para Bardella a finales de mayo. Gabriel Attal, el primer ministro, participará el 23 de mayo en un debate contra Jordan Bardella, en el canal France 2, con vistas a las elecciones europeas. El debate será moderado por la periodista Caroline Roux, en el programa L’Evénement. El jefe de gobierno, que desde hace tiempo se negaba a intervenir en favor de la cabeza de lista Renacimiento, Valérie Hayer, intentará invertir, o al menos atenuar, la derrota que probablemente viva el partido oficialista.

El político de extrema derecha lleva meses llamando a un enfrentamiento con Gabriel Attal, el primer ministro. En febrero, lo invitó a “asumir sus responsabilidades” y a decidirse a debatir con él, durante una entrevista en Europe 1. Inicialmente opuesto a esta idea, el jefe de gobierno finalmente dejó entrever su deseo de una “confrontación democrática” con Bardella.