Karla Rubilar y el “retorno seguro”: “No tenemos claridad de cuánto haya sido el impacto”
La vocera de gobierno asegura que no pueden descartar que ese concepto, junto al de “nueva normalidad”, hayan incidido en el aumento del número de contagios en la Región Metropolitana. La ministra reconoce que se han cometido errores, pero recalca que están haciendo todos los esfuerzos para enfrentar de la mejor forma la pandemia y pide a la oposición dejar “en cuarentena” las diferencias.
Es viernes, son casi las 20.00 horas y la ministra vocera de La Moneda, Karla Rubilar, acaba de terminar un balance por la entrega de cajas de alimentos que comenzó esta misma mañana, en un operativo contra el tiempo. Desde que comenzó la pandemia en Chile, la ministra, médico de profesión, llega todos los días antes de las 8 de la mañana a su oficina en el Palacio de gobierno, participa en el comité de crisis y desarrolla estrategias para comunicar mejor los planes que se ponen en marcha para enfrentar la crisis. En ese sentido, Rubilar reconoce que los conceptos “nueva normalidad” y “retorno seguro” que usaron hace algunas semanas, pudieron incidir en el alza del número de casos de coronavirus en la capital. Sin embargo, enfatiza que en el momento que se usaron, lo hicieron a partir de los antecedentes que tenían en ese minuto y que están haciendo todos los esfuerzos para abordar de la mejor forma la pandemia.
-Las comunicaciones del gobierno han estado en el foco de las críticas, ¿qué evaluación hace, considerando que su ministerio es el encargado?
-Como gobierno, de verdad hemos intentado preparar el sistema de salud para esta pandemia de forma muy temprana, algo que era muy difícil. En ese contexto, de un desafío tan tremendo, que ha superado a muchos países en el mundo, nosotros -creo que es humano reconocerlo-, podemos haber cometido errores. La canciller (Angela) Merkel lo dijo muy bien: caminamos sobre hielo delgado, lleno de incertidumbre y por Dios que es difícil creer que uno tiene la verdad en sus manos. Eso sería muy soberbio...
-Hace unos días usted dijo que el concepto de nueva normalidad no fue bien entendido por la ciudadanía y que faltó mayor fuerza para decir que era un proceso. Sin embargo, el número de contagios sigue al alza y pareciera que el error fue adelantarse en instalarlo. ¿Qué autocrítica hacen al respecto?
-Nosotros, con la información que teníamos en ese momento y en un concepto que era completamente mundial, que lo acuñó la Organización Mundial de la Salud, que ocuparon grandes líderes mundiales, siempre tuvo que ver con cómo nos preparábamos para que cuando el momento sanitario lo permitiera y las condiciones de protección de la salud de la ciudadanía lo permitieran, pudiéramos generar primero un cambio cultural de entender de que el coronavirus se iba a quedar con nosotros un largo tiempo...
-Pero dependía de ustedes cuándo comenzar a instalarlo, por ejemplo, ahora se dejó de usar.
-En estricto rigor, quizás nos faltó fuerza para explicar que este era un proceso y que en este proceso, al cual íbamos a llegar en algún momento, a realizar este cambio cultural... El concepto de nueva normalidad, de retorno seguro también lo escucharon por parte del Presidente y autoridades de salud, las comunas como Chillán, Osorno, Punta Arenas, Magallanes y Arica. Todos ellos escucharon estos conceptos y ellos sí lograron bajar efectivamente sus tasas de contagio…
-¿Entonces no cree que haya sido un error instalar la idea antes de tiempo?
-Creemos que instalamos todos los conceptos en el momento que creímos adecuado, con la evidencia que había en este momento.
-Usted dice que la “nueva normalidad” y “retorno seguro” también llegaron a regiones y que ahí no se vio un aumento de casos como en la Metropolitana. ¿Cree, entonces, que estos incidieron en el aumento de contagios en la capital?
-Nosotros no podemos descartar cuánto haya incidido un concepto como ese, a la luz de los números que tenemos. Pero, insisto, cuando estos mismos conceptos los escucharon muchas otras regiones y ahí se respetó una cuarentena, no se pidieron los permisos de manera excesiva y lograron bajar su tasa de contagio... Finalmente, lo que quiero instalar es que esto tiene que ver con múltiples factores. Nada de lo que nosotros hagamos va a servir si no está el compromiso de la gente, si seguimos viendo incumplimiento, que se vulnera el toque de queda, que no se compromete a entender que este es un trabajo mancomunado.
-¿Pero cree que los conceptos influyeron en el aumento de casos?
-Creo, en estricto rigor, que uno no lo puede descartar, pero tampoco lo podemos medir. No tenemos claridad de cuánto haya sido el impacto, dado que se que generó en la Región Metropolitana versus que no se generó en otras regiones. Tampoco podemos descartar cuánto impacto haya tenido, por lo tanto, uno lo puede considerar como un factor, pero claramente uno no puede decir que la razón de la tasa de contagio de la Región Metropolitana sea debido exclusivamente a eso...
-Si en ese momento hubiesen tenido los antecedentes de ahora, ¿igual hubiesen instalado el concepto?
-Lo habríamos instalado de una manera distinta porque uno tiene que anticiparse.
“Diferencias en cuarentena”
-En más de una oportunidad se ha dicho que existe un triunfalismo del Presidente. También se cuestionaron, por ejemplo, los conceptos de mesetas o que se destaque la baja mortalidad en el país. ¿No cree que es un error comenzar a relevar algo que todavía no está zanjado y que puede modificarse debido a la incertidumbre del virus?
-Como gobierno, y yo aquí quiero decirlo con harta convicción, el Presidente siempre nos ha planteado dos conceptos: que no podemos caer en ningún exitismo ni en ningún triunfalismo, porque esta es una carrera de largo aliento, es una maratón. Pero a la vez, tampoco caer en un pesimismo exacerbado que nos inmovilice y que no nos permite ver que finalmente tiene que haber una luz al final del túnel... Por supuesto que no podemos caer en ningún triunfalismo -y menos cuando todavía nos quedan dos semanas por recorrer-, pero también tenemos que tener una mirada de que hemos logrado duplicar la red en materia de camas críticas, hemos hecho un esfuerzo de testeo que nos homologa con países de la Ocde, es decir, que es importante que reconozcamos que estamos haciendo todo lo que de nosotros depende para que esta pandemia nos golpee lo menos posible.
-Esta semana se puso en marcha la entrega de cajas de alimentos, una medida que ha sido duramente cuestionada por la oposición. ¿A quién se le ocurrió la idea?
-Fue un trabajo en conjunto, una idea que nació desde autoridades de Interior, de autoridades de Desarrollo Social. Se le presentó como una propuesta al Presidente, quien consideró que era extremadamente oportuna por tres razones fundamentales. Una, porque está inserto en un plan de protección general -no es que nosotros estemos entregando canasto de alimentos y nada más-; segundo, porque con la misma cantidad de recursos íbamos a llegar con mejores y más cantidad de productos para las familias, y tercero, porque uno de los objetivos más grandes que tenemos es que las persona se queden en sus casas y cumplan a cabalidad la cuarentena.
-Más allá de la medida, se cuestionó que se anunciara antes de que estuvieran listas porque se generó ansiedad en las personas, filas en municipalidades. ¿Hay alguna autocrítica por eso?
-Mire, estamos viviendo una pandemia, es humano que la gente tenga ansiedad, miedo, angustia. Si se hubiese generado alguna de las protestas pacíficas que vimos, por ejemplo en la comuna de La Pintana, donde legítimamente manifiestan que están preocupados porque han quedado cesantes, porque no tienen ingresos, porque no tienen cómo llevar el pan a su mesa, y el Presidente hubiese anunciado inmediatamente después la entrega de las canastas, ¿cuál habría sido la crítica? Que llegamos tarde.
-¿Y qué responde a las críticas de la oposición?
-Necesitamos entender que los momentos para hacer oposición, como está concebida siempre, no son en pandemia. Si uno pudiera ocupar los argumentos probablemente que ocupa habitualmente en esta pandemia, le pediría a la oposición poner nuestras diferencias en cuarentena por un tiempo, confinar las ideologías que nos separan y darnos un permiso superamplio para los acuerdos.
“Tenemos que haber cometido algún error”
-El columnista Carlos Peña dijo que hay una ansiedad del Presidente al anunciar las cosas antes de que estén listas, que lo mismo ocurrió, por ejemplo, con lo de retorno de seguro. ¿No lo ve así?
-Lo que veo es un Presidente que trabaja 24/7 y siempre, un Presidente que está encima de la emergencia, que la comanda, que toma decisiones con todos los riesgos que eso significa. Lamentablemente he visto a algunos columnistas que, de un tiempo a esta parte, tampoco entienden que estamos en tiempos de pandemia. Hay tiempo para ser columnistas de una forma y tiempo para ser columnistas de otra. Y yo aspiraría a que toda la pluma, toda la capacidad de movilizar convicciones, movilizar ideas, movilizar fuerza, estuviera no en la crítica, sino que estuviera en el aporte, en la idea, en las soluciones...
-¿En qué se ha equivocado el Presidente?
-El Presidente ha hecho su mayor esfuerzo durante esta pandemia. Detalles que se me vengan a la mente de qué error puede haber cometido, no se me viene inmediatamente ninguno. Pero sí tengo claridad que tenemos que haber cometido algún error. Quizás, porque él hoy día está haciendo un esfuerzo muy relevante en materia de diálogo y ya lleva varias semanas conversando, dialogando, tal vez podríamos desde la Presidencia haber sumado mayores esfuerzos comunitarios desde el principio... Quizás nos faltó, como gobierno, haber involucrado más a los diferentes sectores de la sociedad desde el inicio.
-¿Ve más receptivo al Mandatario?
-La crisis del 18 de octubre le dejó mucho aprendizaje al Presidente y en esta pandemia ese aprendizaje le ha permitido comandarla de mejor manera. Este es un Presidente que escucha mucho más, es un que entiende que hay muchas voces que escuchar.
-En este escenario, se ha instalado la idea de un gran pacto social pospandemia. ¿Comparten la iniciativa?
-El Presidente lleva muchas semanas conversando con mucha gente. Ninguna conversación puede ser solo entre políticos o entre partidos políticos; esta vez necesitamos mucha gente más para ver cómo nos vamos a parar cuando pase lo más duro de esta pandemia sanitaria y social.
-¿Pero se necesita un nuevo pacto social?
-Él cree en los acuerdos profundamente y eso es lo que está conversando y comandando en este momento. Si eso se traduce al día de mañana en un pacto social, en un acuerdo social, en alguna fórmula que cualquiera sea el nombre, bienvenido.
-¿Es el Presidente quien tiene que liderar este nuevo pacto? En la oposición dicen que su figura no goza de consenso.
-Qué duda cabe que si nosotros avanzamos a cualquier nuevo acuerdo social, nuevo pacto, es el Presidente electo democráticamente por la inmensa mayoría de los chilenos quien tiene que comandarlo. A mí me llama la atención que algunas personas, porque tampoco digamos que toda la oposición, que dicen que es el momento de avanzar a ese acuerdo partan diciendo que algunas personas tienen que estar excluidas. Eso es completamente contradictorio.
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