Kim Yo Jong: La mujer tras el poder en Corea del Norte

Una vez fue una niña de mejillas regordetas que amaba bailar, y su padre, el difunto dictador Kim Jong Il (1941-2011), la apodó “Princesa Yo Jong”, asegura Anna Fifield en su libro The Great Successor (2019), una biografía sobre Kim Jong Un, el actual gobernante norcoreano. El “Querido Líder” nunca ocultó que su “dulce Yo Jong” era su preferida. Exaltaba su inteligencia ante los dignatarios internacionales mientras calificaba de “tarugos holgazanes” a sus hijos, recuerda Konstantin Pulikovsky en sus memorias tituladas Orient Express (2002). Como exenviado del Kremlin al Lejano Oriente, el oficial ruso conoció de cerca a Kim Jong Il: le correspondió escoltarlo durante el viaje de 24 días que hizo a Rusia en su tren blindado en 2001.

Hoy, Kim Yo Jong, la hermana menor de Kim Jong Un, luce delgada, pero parece mantener los atributos intelectuales de los que tanto se vanagloriaba su padre. Los mismos que ahora, en medio de los rumores sobre el estado de salud del líder norcoreano -que incluso señalaban que se encontraba en estado de coma-, la han catapultado a desempeñar el papel de “segunda al mando de facto”, según el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur (NIS).

Nacida el 26 de septiembre de 1987, Kim Yo Jong es la hija menor de la relación de Kim Jong Il con Ko Yong Hui, quien también fue madre de Kim Jong Un y su hermano Kim Jong Chol. Pasó sus primeros años en la residencia de su progenitora en Ch’angkwang Hill, en el centro de Pyongyang, con sus dos hermanos mayores. En 1996 fue enviada a Berna, Suiza, para continuar su educación. Comenzó a asistir a la escuela pública Liebefeld Hessgut y luego se le unió Kim Jong Un en la elitista escuela Liebefeld-Steinhölzli, los dos inscritos con seudónimos. Ella bajo el alias “Pak Mi-hyang”. Siempre custodiados por un séquito de guardaespaldas, mientras el ahora líder norcoreano jugaba al básquetbol, ella practicaba ballet.

Su relación con su hermano se solidificó durante su período en Suiza, según el portal 38 North, que señala que su crianza se definió por el “aislamiento social y emocional”. También se acercaron más a través de las tragedias compartidas que experimentaron, incluida la muerte de sus padres y la deserción de su tía materna en 1998. “Estaban prácticamente en el exilio juntos, ambos sabían lo que les depararía el futuro. Deben haber adquirido una tremenda sensación de tener un destino común. Como resultado, ella tiene la confianza incondicional de su hermano”, comentó Youngskik Bong, experto en Corea del Norte, a The Guardian.

Kim Yo Jong regresó a Pyongyang a fines de 2000, después de haber completado el equivalente estadounidense de sexto grado. Se licenció en la Universidad de Kim Il Sung en Ingeniería, según unos, o Informática, según otros. Hizo otros cursos en una universidad de Europa después de la muerte de su madre, en 2004.

“Ya en 2002, su padre dijo que ella quería convertirse en una alta funcionaria del gobierno en Corea del Norte. Su comportamiento en los últimos años sugiere que conserva ese deseo”, comentó a La Tercera Bruce Bennett, analista senior de la RAND Corporation especializado en Corea del Norte. “Kim Yo Jong comenzó su carrera alrededor de 2008, trabajando directamente para su padre. En el contexto de la política norcoreana, tuvo una clase magistral sobre cómo se formulan y toman las decisiones, y cómo se controlan y administran las élites”, dijo a este medio Michael Madden, experto en liderazgo de Corea del Norte en el Centro Stimson en Washington y fundador del sitio NK Leadership Watch.

Ya en 2007 había sido nombrada en el cuadro junior del Partido del Trabajo de Corea (PTC). De hecho, la primera vez que fue vista en un acto público fue en 2010, durante el congreso de la colectividad, donde apareció al lado de su padre. Kim Yo Jong supuestamente participó en planes de sucesión después de que Kim Jong Il sufriera un par de accidentes cerebrovasculares en 2008 y asumiera un papel cada vez más importante como secretaria de su progenitor hasta su muerte, en diciembre de 2011. La BBC recuerda que la hija del dictador fue objeto de mucha publicidad cuando apareció al lado de su hermano y de funcionarios del PTC durante las procesiones fúnebres.

“Kim Yo Jong ha tenido posiciones de perfil cada vez más altas dentro del liderazgo de Corea del Norte desde 2010, cuando su hermano fue anunciado como sucesor”, señaló a La Tercera Jenny Town, especialista en Corea del Norte y subdirectora del portal 38 North. Scott Snyder, director del programa de políticas entre Corea y EE.UU. en el Consejo de Relaciones Exteriores, destaca “su papel como directora de escena de confianza para Kim Jong Un”.

Bajo el gobierno de su hermano, Kim Yo Jong se convirtió en directora interina de la Comisión de Defensa Nacional antes de obtener su nombramiento como vicedirectora en el Departamento de Propaganda y Agitación del PTC, a fines de 2014. Por este último cargo fue condenada en 2017 por el Departamento del Tesoro de EE.UU. acusada de “graves abusos contra los DD.HH.” y censura para ocultar “las conductas inhumanas y opresivas”. Según la inteligencia surcoreana, Kim Yo Jong suele “abusar de su poder” y castigar a los miembros de su departamento por “ofensas menores”. También se cree que está involucrada con la oscura Oficina 39, encargada de recaudar fondos para el Líder Supremo.

En 2017 se convirtió en miembro suplente del Politburó del PTC, y fue votada para la Asamblea Popular Suprema como representante del distrito de Killimgil en las parlamentarias de 2019. El ministro de Defensa surcoreano, Jeong Kyeong-doo, dijo que Kim Yo Jong parece tener el control de una unidad clave del PTC, ya que hay indicios de que está a cargo de los asuntos con Corea del Sur y EE.UU. Según Yonhap, se está prestando especial atención al rol y autoridad de la mujer, cuyo puesto oficial es el de primera vicedirectora de departamento del Comité Central del PTC. Al parecer, tendría un control sustancial del Departamento de Organización y Orientación del comité.

Pero el ascenso de Kim Yo Jong no parece haber sido al azar. Se dice que fue preparada para el servicio público por su tía Kim Kyong Hui, la misma a la que habría reemplazado como una de las principales figuras femeninas del PTC luego de la ejecución de su esposo, Jang Song Thaek, en 2013. Madden también afirma que ha sido instruida para el poder desde su adolescencia por el maestro de propaganda norcoreano Kim Ki Nam.

A nivel internacional, Kim Yo Jong ha sido una presencia visible en todo el proceso diplomático con Washington y Seúl por el programa nuclear de Pyongyang. Acompañó a su hermano a sus conversaciones con el Presidente Donald Trump, la primera celebrada en Singapur en junio de 2018 y la segunda en Hanoi, Vietnam, en febrero de 2019. Después de que las dos partes terminaran abruptamente las negociaciones durante la última cumbre, según reportes, Kim culpó a su hermana por el fracaso y la sacó del Politburó antes de reinstalarla en abril.

También fue la primera Kim en cruzar el paralelo 38 tras el armisticio de 1953. Ocurrió en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, celebrados en Pyeongchang, en Corea del Sur. Su debut internacional, en representación de su hermano, la colocó por primera vez bajo los focos. No le costó robarle el protagonismo en los palcos a Moon Jae-in, Presidente surcoreano, ni a Michael Pence, vicepresidente de EE.UU. De ahí salió con el apodo de la “Ivanka Trump norcoreana”, como destacó The Washington Post.

Según The Daily Beast, Kim Yo Jong, quien en 2015 se habría casado con Choe Song, el segundo hijo del secretario del PTC Choe Ryong-hae, ha sido la principal defensora de la imagen de “hombre del pueblo” de su hermano y lo ha instado a que se acerque a EE.UU. y trabe amistad con la exfigura de la NBA Dennis Rodman.

De cara al futuro político de Kim Yo Jong, Madden dice a La Tercera que “es prematuro comenzar a discutir los sucesores de Kim Jong Un o los escenarios de sucesión. No hay pruebas de que Kim Jong Un se encuentre en algún tipo de situación (médica, psicológica o política) en la que deba designar o nombrar un sucesor”. “Si bien puede haber un plan para potenciar su perfil para intervenir si algo repentino le sucede a Kim Jong Un, eso no significa que esté siendo preparada como sucesora”, agrega Town.

A juicio de Bennett, Kim Yo Jong es “muy inteligente” y “ha entendido apropiadamente que no es prudente parecer demasiado poderosa y/o una amenaza para el líder de Corea del Norte”. “También comprende que, en la cultura de Corea del Norte, puede ser un desafío (pero no imposible) para una mujer asumir un papel de alto nivel en el gobierno”, sostiene. Con todo, Scott Snyder dijo a La Tercera que “es muy probable que ejerza el poder de manera transitoria hasta que los hijos de Kim alcancen la mayoría de edad, pero de facto sería muy poderosa en un papel de transición que podría durar más de una década”.

“Es difícil pensar que una sociedad confuciana jerárquica como la de Corea del Norte pueda aceptar a una mujer joven como líder”, comenta a este medio Anna Fifield, quien concluye: “Probablemente habría algún tipo de lucha de poder entre el PTC y los oficiales militares, o tal vez esto resultaría en una junta militar. Simplemente no lo sabemos. Corea del Norte ha demostrado ser muy buena desafiando las predicciones”.