1er. retiro: Un misil impacta en Palacio
Visto con la perspectiva del tiempo, habría que reconocerle a Ignacio Briones que entendió al momento que lo que ocurría aquella tarde del 15 de julio de 2020 en el hemiciclo de la Cámara Baja no era algo trivial. Con su teléfono, y desde la testera, el entonces ministro de Hacienda grababa a una diputada que corría de lado a lado enfundada en una capa rosada, apenas unos instantes después de la aprobación de una reforma que rompía con un tabú. La diputada era Pamela Jiles y la ley recién visada era la que admitía en un duro momento de la pandemia que los cotizantes pudieran sacar, por una única vez, el 10% de sus fondos previsionales, con un piso de 35 UF y un tope de 150 UF.
Si la escena parecía sacada de un reality show, lo que ocurrió con la frase “por una única vez” también siguió el destino de lo que pasa en esos programas, donde nada es definitivo, aunque se asegure que es “para siempre”. El primer retiro abrió la puerta a un segundo y luego a un tercero, impulsados por la entonces oposición, pero viabilizados por un considerable apoyo de Chile Vamos. “Si no cierra esta llave puede haber un tercer, cuarto, quinto retiro, o un retiro por el total”, advirtió Briones a Radio Duna el 19 de noviembre de ese año.
Pero, ¿quién abrió la llave que nadie puede cerrar?
Hay varios parlamentarios que se atribuyen haber dado con el resquicio jurídico para saltarse la restricción constitucional que establece que iniciativas en ciertas materias económicas solo puedan ser presentadas por el Presidente.
Todo partió en el Congreso durante el segundo trimestre de 2020, cuando varios parlamentarios comenzaron a denunciar que se sentían “con las manos atadas” para enfrentar los efectos de una combinación explosiva (estallido social y pandemia) y comenzaron a presentar proyectos que buscaban entrar -de forma indebida- en áreas de exclusiva iniciativa presidencial (tributos, seguridad social y gasto fiscal). Los primeros fueron los senadores Alejandro Navarro, Yasna Provoste (DC), Juan Ignacio Latorre (RD) y Alfonso de Urresti (PS), con una moción para nacionalizar los fondos de pensiones, que tenía quórum de 2/3.
La idea fue replicada en la Cámara con la presentación de una seguidilla de mociones que fueron construyendo el mecanismo vigente hasta hoy. Por esos días, varios “rostros” de aquel retiro se transformaron en invitados a los matinales y en 2021 llegaron al Senado con altas votaciones.
Una de ellas fue la senadora Alejandra Sepúlveda (FRVS). “Yo soy la autora del primer y tercer retiro completos”, precisaba con orgullo esta semana en un matinal. Otro actor protagónico fue el DC Matías Walker, quien había logrado mantenerse en la presidencia de la Comisión de Constitución tras un acuerdo con Pamela Jiles, quien le cedió su lugar a cambio de que agilizara el retiro. Walker fusionó tres iniciativas que dieron vida al primer retiro: la de Alejandra Sepúlveda y Jaime Mulet, una segunda de Pamela Jiles y Karim Bianchi, y un tercer proyecto liderado por el actual presidente de la Cámara, el PPD Raúl Soto.
Pero más allá de los egos personales, aquel 10% -que contó con el voto de numerosos parlamentarios de la propia coalición de gobierno- fue un misil que estalló en La Moneda y en Chile Vamos. Tras el impacto a Sebastián Piñera no le quedó más remedio que hacer un cambio de gabinete para mantener el timón, sacrificando a su ministro del Interior, Gonzalo Blumel (Evópoli), y dándoles más poder y protagonismo a la UDI y RN.
Un exministro del gobierno comenta que hay muchas similitudes entre aquel momento y el que enfrenta hoy el gobierno de Boric con este quinto retiro. “En junio de 2020 habíamos alcanzado un acuerdo con la oposición, que implicaba US$ 12 mil millones en ayuda social, y buscaba desactivar el retiro. Pero el Frente Amplio, representado por Giorgio Jackson, se bajó al momento de firmarlo, junto al PC. Con ese mismo paquete intentamos ordenar a nuestros parlamentarios, pero a último minuto se descolgaron nueve diputados RN y tres UDI”. Un factor clave en la rebelión -recuerda el exministro de La Moneda- fue el apoyo al retiro dado por Mario Desbordes y Joaquín Lavín (que al año siguiente serían candidatos).
De ahí en adelante nada volvería a ser igual, afirma otro exministro de Piñera: “Los gobiernos en general pueden gobernar cuando cuentan con 1/3 del Parlamento, porque con esa fuerza puedes vetar cuando ocurren cosas complejas. Los retiros requerían 3/5 de los diputados (93 votos). ¿Y qué ocurrió? Para lograr ese quórum nuestra coalición se quebró y en la práctica perdimos el tercio que teníamos en ambas cámaras. Porque más allá de los retiros, el quiebre en Chile Vamos se replicó en muchos otros temas y se nos hizo muy difícil gobernar”.
2° retiro: Jiles lidera las encuestas
Sin ningún empacho, el exdiputado Karim Bianchi (independiente) se atribuye la autoría del segundo retiro. “Fue muy complejo, porque en el primero había quedado estipulado que sería por única vez”, recuerda el hoy senador por Magallanes, quien agrega que con su equipo analizaron los casos en Perú y en Australia (países que habían recurrido a fondos de pensiones en medio de la pandemia) para armar el engranaje legal.
Bianchi tiene guardado el pantallazo de un WhatsApp que demuestra que el proyecto fue suyo y no de Pamela Jiles, como ella logró instalar en la opinión pública. “Cuando tenía listo mi proyecto les pedí a algunos diputados que me acompañaran, pero nadie me dio bola, todos me dijeron cómo se te ocurre impulsar otro 10%, te volviste loco... La única que me dijo que sí fue la Pamela, pero con la condición de que ella fuera coautora. Le dije que no. Fue ahí cuando me comenta que ella estaba evaluando presentar un proyecto, me pidió que le enviara el mío y que la esperara para presentarlo juntos. Noté que era un tema de personalismo e ingresé mi proyecto. Al día siguiente, ella presentó uno igual, transformándose en la líder del segundo 10%, aprobado a fines de 2020″.
Hace poco menos de un año, el 28 de abril del año pasado, la encuesta del CEP ponía a Jiles como la figura política mejor evaluada y con un alto nivel de conocimiento entre la ciudadanía. Una de las encuestas más respetadas del país confirmaba lo que era un secreto a voces en la izquierda: la periodista, con su desinhibido estilo, había capitalizado la aprobación de los retiros.
Bianchi dice que no guarda ningún tipo de rencor con Jiles: “Me parece bien que haya liderado el tema, ella tiene la exposición mediática que yo no tengo y no tiene la vergüenza que yo sí tengo”.
3er. retiro: El portazo del TC a Piñera y el efecto primarias
El 23 de abril de 2021, cuando los candidatos presidenciables de todos los sectores comenzaban -con mucha ilusión- su campaña para las primarias, el Congreso se alistaba para despachar un tercer retiro. Fue ahí cuando La Moneda presentó ante el Tribunal Constitucional un requerimiento para evitar un nuevo giro de las AFP.
Pero el TC rechazó la solicitud. “Lo hizo por un tema de forma. La presión política y social era tan fuerte que los ministros sintieron que si ellos eran el dique de contención les caería un roca encima”, recuerda un exministro.
Ese momento fue un punto de inflexión en la historia del gobierno anterior, asegura la misma fuente. “En plena pandemia nos estábamos quedando sin coalición y tampoco teníamos al TC. Y así era muy difícil gobernar”. Pero fue ese escenario, agrega, el que hizo cambiar la estrategia a Piñera, abriéndose a millonarias políticas sociales (bonos pyme, bonos clase media y los Ingreso Familiar de Emergencia) que le permitieron volver a unir a la coalición y frenar el cuarto retiro.
Pero ya era tarde. El 18 de julio se realizaron las primarias y el paupérrimo resultado del candidato de Evópoli, Ignacio Briones, fue interpretado como un castigo a su rol como jefe del equipo económico de Piñera y rostro del rechazo a los retiros, el cual no pudo revertir, pese a los esfuerzos realizados en su campaña.
En un solo cuadro, el gerente de Asuntos Públicos de Cadem, Roberto Izikson, resume el impacto que tuvo en la popularidad de Piñera la aprobación de los retiros, y por estos días, cómo le podría afectar a Boric (ver infografia en la edición papel o digital).
4° retiro: Boric lo capitaliza y a Sichel lo saca de la pista
En plena época electoral, el cuarto retiro desestabilizó la campaña de Sebastián Sichel. Su público rechazo sumado a su reconocimiento de haber sacado su 10% sepultó sus aspiraciones presidenciales. “Le costó la elección”, señaló el domingo pasado en La Tercera el excoordinador de su campaña, Juan José Santa Cruz.
En la otra vereda, el entonces diputado Gabriel Boric, pese a que había asegurado que era una mala política pública, interrumpió su campaña para ir a votar a favor del cuarto retiro y segundo anticipo de rentas vitalicias. “Nos ha tocado recorrer Chile y vemos mucha gente que sigue endeudada hasta acá (gesto con su mano en el cuello)”, dijo al llegar al Congreso.
“Voto a favor y quiero ser el próximo Presidente de Chile para que nunca más tengamos respuestas desesperadas como los retiros ante el abandono de un grupo de poderosos que no entienden cómo viven las personas (...)”, señaló más tarde al justificar su sufragio. Su coordinador político, Giorgio Jackson, hizo lo mismo.
Hoy, sin embargo, Boric Presidente y Jackson ministro tratan de impedir que mañana se apruebe un quinto retiro, creando una versión propia que bautizó “retiro acotado”.
Volviendo atrás, ese cuarto retiro fue rechazado en el Senado con el voto clave de la exsenadora DC Carolina Goic, quien enfrentó amenazas a través de redes sociales y duros cuestionamientos de sus pares de la oposición y de su propio partido que había acordado respaldar el proyecto. El hecho de que el voto clave fuese de “una camarada” golpeó duramente la candidatura de Yasna Provoste, quien por esos días hacía lo humanamente posible para revertir las encuestas. “No se puede entrar en la lógica del todo vale, con la pequeña ganancia electoral, porque lo que nos estamos jugando es un poquito más importante”, dijo Goic en esa oportunidad.
5° retiro: La señal de Karol Cariola y la advertencia de Marcel a su partido
El miércoles pasado, a eso de las 10 de la mañana, algunos matinales interrumpieron su programación para mostrar en vivo la llegada de Mario Marcel al Congreso. Consciente quizás del target de los televidentes de aquella hora, el ministro de Hacienda hizo una reflexión más simple de las que hasta ahora había utilizado para intentar convencer a los chilenos sobre el peligro que significa para nuestra economía una nueva liberación de platas destinadas a jubilaciones: “El tener recursos para la vida depende fundamentalmente del trabajo. Las ayudas del Estado son eso, ayudas. Y los retiros de fondos de pensiones son cosas que ocurren de vez en cuando, porque los recursos se acaban”, dijo Marcel, excusándose de seguir hablando, ya que lo esperaba una larga jornada donde buscaría persuadir a las distintas bancadas de que aprobaran el proyecto alternativo del gobierno, que permite el retiro bajo ciertas condiciones, como el pago de pensiones alimenticias y deudas morosas.
En la mayoría de los encuentros Marcel mantuvo un discurso pausado y técnico, apoyándose en láminas, pero en un almuerzo con los legisladores socialistas (considerado su partido, pese a no haber militado nunca), el economista usó otros argumentos: advirtió que, de aprobarse un retiro sin restricciones, tendrían que asumir las responsabilidades, ya que él podría quedar debilitado de cara a lo que viene: la reforma tributaria y de pensiones.
El día anterior, Marcel había sacado del sombrero este proyecto logrando el rechazo del quinto retiro original en la Comisión de Constitución y alineando a los 12 diputados comunistas. Por ello, el PC fue puesto entre los ganadores de aquel ágil movida. Pero para su presidente Guillermo Teillier fue una victoria pírrica, ya que pese a los esfuerzos hechos, no logró alinear a todos sus diputados, entre ellos, la jefa de bancada, Karol Cariola, que incluso habría recibido un llamado del propio Presidente. La señal dada por la diputada es que pese a su cercanía con Boric no será incondicional y resguardará su liderazgo.
Otro fantasma que ha rodeado éste y los anteriores retiros es la posibilidad de una expropiación como ocurrió en Argentina en 2008. Boric debió salir a aclarar que eso jamás ha estado en sus planes. Para la diputada Paula Labra (cercana a RN) no es suficiente:”Presentaremos una reforma constitucional que resguarde el derecho de propiedad de los ahorros previsionales”.
Sea cual sea el resultado de mañana, ya asoma una propuesta de sexto retiro y probablemente varios más que seguirán rondando como un fantasma nuestra política hasta que alguien pueda -o se atreva- a cerrar la llave.