La ruta inconclusa del audio que abrió el escándalo de Hermosilla, Villalobos y Sauer
Además de investigar los posibles delitos en la emisión de miles de facturas falsas por parte de Factop y de la realización de una "caja chica" para pagar sobornos a funcionarios del SII y la CMF, la Fiscalía Metropolitana Oriente mantiene abierta una causa para dilucidar si hubo o no delitos en la grabación y divulgación del registro oculto de la reunión que sostuvieron Luis Hermosilla, Leonarda Villalobos y Daniel Sauer en junio pasado. Con el paso de las semanas se ha conocido la confesión de Villalobos, quien reconoció haber grabado, y su declaración de que habría compartido la pieza con Yael Speisky, esposa de Rodrigo Topelberg, socio de los Sauer en Factop. Pero de ahí en adelante aún persiste el misterio sobre cómo el registro llegó a instituciones públicas y a medios de comunicación, aunque algunas pistas dan luces de que semanas antes de su revelación el audio ya circulaba entre destacados abogados de la plaza.
31 de mayo:
Los abogados Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos se reúnen con el fiscal de la Unidad de Investigación de la CMF, Andrés Montes. Ese mismo día la CMF había formulado cargos a STF Capital por proporcionar información falsa al mercado y por la realización de una serie de operaciones prohibidas. En esa cita, Montes les habría confidenciado a Hermosilla y Villalobos que, además, habían comenzado a investigar a Factop.
22 de junio:
A las oficinas de Luis Hermosilla, en Vitacura, llegan Villalobos y Daniel Sauer. Apenas entra al lugar, Villalobos aprieta REC en la grabadora de su teléfono y registra los 105 minutos en los que se habla de la estrategia de posibles sobornos a funcionarios del SII y de la CMF para evitar una investigación sobre el mecanismo de facturas falsas utilizado por Factop.
24 de junio:
De acuerdo al testimonio entregado por Villalobos al Ministerio Público, este día habría enviado por WhatsApp el audio completo a Yael Speisky, esposa de Rodrigo Topelberg, socio de los Sauer en Factop. Villalobos asegura que Speisky le habría pedido el registro, con el compromiso de no divulgarlo, luego de que su marido no creyera que Ariel Sauer lo estaba perjudicando. Los abogados de Topelberg señalaron que “Yael nunca solicitó a la señora Leonarda dicho audio, eso no es así”, pero no han negado que la mujer haya recibido el registro.
31 de julio:
Según lo declarado por Daniel Sauer, este día, y luego de que la CMF no considerara los descargos hechos por el caso de STF Capital, se habría terminado el vínculo contractual que tenía con Villalobos y Hermosilla.
Rodrigo Topelberg presenta la primera querella en contra de los hermanos Daniel y Ariel Sauer. En este caso, acusó los delitos de “entrega de información falsa sobre el emisor de valores de oferta pública y manipulación bursátil” y de “administración desleal” por las prácticas detectadas por la CMF en STF Capital.
3 de agosto:
Topelberg ingresa una ampliación de la querella presentada el 31 de julio. Pero ahora, apunta sus dardos a Factop. En el escrito se señala que a partir de lo ocurrido con STF Capital el socio de los Sauer “comenzó a indagar respecto de las relaciones de Factop y STF” y que “recientemente tomó conocimiento” del mecanismo utilizado por los hermanos Daniel y Ariel para generar recursos frescos con facturas falsas, sin decir dónde obtuvo la información. Allí se relata con exactitud parte de lo que se escucha en el audio, como las sociedades desde las cuales se habrían emitido las facturas y las que habrían recibido las facturas, lo que es dicho por Villalobos en la reunión. Para varias de las partes involucradas en el caso resulta “evidente” que el audio fue la base para la ampliación de la querella, pero los abogados de Topelberg han insistido en que este “no fue utilizado para elaborar el escrito”.
22 de agosto:
Enrique Topelberg Dolber, padre de Rodrigo Topelberg, se querella en contra de los hermanos Sauer por apropiación indebida al no poder rescatar los $ 550 millones que tenía invertidos en Factop.
29 de septiembre:
Factop se acoge a su reorganización judicial en tribunales, luego de demandas de varios de sus acreedores, entre ellos Global SME Growth Fund LP e Inmobiliaria De la Fuente.
6 de octubre:
Rodrigo Topelberg presenta una nueva querella. Esta vez, acusa que su firma y huella digital fueron falsificadas y que, al mismo tiempo, fue engañado para firmar pagarés que lo convirtieron en aval de millonarios créditos que Factop mantenía con la corredora Larraín Vial, a la que también acusa de beneficiarse con la transacción de facturas falsas.
Comienzos de noviembre:
Fuentes cercanas a Hermosilla aseguran que por esta fecha el abogado recibió, de parte de colegas, rumores de que un audio que lo podría perjudicar estaba circulando entre juristas y que, incluso, un abogado lo estaba mostrando a algunos de sus clientes.
13 de noviembre:
A los teléfonos de un fiscal de la zona oriente y de un funcionario de la Unidad de Investigación de la CMF llega desde un número desconocido del Reino Unido un mensaje de WhatsApp con un link desde el que se podía descargar un archivo de audio con el nombre “n3m3s1s”. Dentro del mismo día, el archivo de audio comienza a ser reenviado entre destacados abogados de la plaza y una copia habría llegado a distintos medios de comunicación, entre ellos Ciper.
14 de noviembre:
A las 10.39 horas, Villalobos envía a Topelberg un mensaje de WhatsApp recriminándolo por la filtración del audio: “Me escribe un periodista diciéndome que tu abogado le pasó un audio donde aparezco yo y Hermosilla hablando. Está hasta mi marido involucrado (...) Hoy me levanto y me encuentro con la peor noticia que he tenido ¡en mi vida! y viene de tu lado, ¡¡¡¡¡increíble!!!!!”, escribió la abogada por las consultas que recibió de Ciper antes de la publicación del reportaje. Topelberg le contestó: “Te doy mi palabra que mi abogado no le ha dado nada a Ciper. Están en shock con esta huevada, porque no la pueden ocupar”.
En la tarde: Ciper publica el reportaje “Aquí estamos haciendo una huevada que es delito”, en el que se exhiben trozos separados del audio.
16 de noviembre:
Daniel Sauer emite un comunicado donde dice estar disponible para esclarecer “la grabación y posterior comercialización” del audio. Ese mismo día, dice a La Segunda que “sé de buena fuente que esta grabación estaba en manos del abogado de un exsocio mío hace tiempo, lo sé por gente que me comentó que él mostró el audio a otras personas”, sin especificar el nombre del abogado.
Horas más tarde, el equipo de abogados de Topelberg, conformado por Miguel Schürmann, Alejandro Awad y José Clemente Coz, emite un comunicado afirmando que “desmentimos tajantemente que algún miembro del equipo legal de Rodrigo Topelberg haya comprado o divulgado el audio en cuestión, lo cual no responde más que a una estrategia que busca desviar la atención de las estafas cometidas por él (Daniel Sauer) y su hermano”.
17 de noviembre:
En la mañana se realiza un allanamiento a las oficinas de Hermosilla en Vitacura, donde se constata que ya no hay registro de la reunión del 22 de junio en las cámaras de seguridad del edificio. Al finalizar la diligencia, Juan Pablo Hermosilla, hermano y abogado del acusado, refuerza la tesis de Sauer sobre el origen del audio: “Todo indica que hay un tercero que le paga a una persona, que es abogado de otra persona, para que grabe una reunión para que ese tercero, que es interés contrario con el cual están peleando, tenga acceso a eso”.
En su segundo día de declaración ante el Ministerio Público, Villalobos reconoce que fue ella quien grabó la reunión. En su estrategia de defensa, y para superar una eventual acusación por grabar una conversación privada, Villalobos dice que registró el audio “para emparejar la cancha” y demostrar con pruebas a Topelberg que los Sauer sólo le estaban sacando dinero y que lo estaban dejando afuera de las decisiones y acciones que se estaban tomando por la crisis de Factop. “A Topelberg hay que involucrarlo. Hay que decirle el riesgo que corre”, dice Leonarda en el registro.
21 de noviembre:
Daniel Sauer presenta ante la Fiscalía una denuncia por los delitos de grabación y difusión de comunicaciones de carácter privado, y por prevaricación, apuntando al rol de Villalobos en el episodio y que Topelberg, con quien hoy mantiene una disputa por la crisis de Factop, también habría tenido y utilizado el registro.
Las dudas pendientes:
¿Quién o quiénes tenían el audio antes de que llegara a autoridades y medios de comunicación?
Hasta ahora, y según el testimonio de Villalobos, ella sólo habría compartido el registro con Yael Speisky, esposa de Rodrigo Topelberg. Desde el entorno de Topelberg no se ha negado que tuvieran conocimiento del audio, pero han descartado tajantemente que se haya utilizado o compartido. Pero, al mismo tiempo, existieron otras personas, como reputados abogados, que han reconocido haber escuchado o tenido el registro semanas antes de su revelación por Ciper. Por lo mismo, desde el entorno de Topelberg aseguran que no se puede descartar que Villalobos haya compartido o entregado el audio a otras personas.
¿Se investigará realmente el origen de la filtración del audio?
Hasta ahora, la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente lleva la indagatoria por tres vías separadas: una, en la que se investiga la emisión de miles de facturas falsas, y otra, en la que se pesquisan los posibles sobornos a funcionarios públicos mencionados en el audio, y la última en que se busca dilucidar cómo el audio escapó del control de Villalobos. Pese que existe consenso entre abogados penalistas de que el audio puede ser utilizado como prueba, con la denuncia presentada por Daniel Sauer el 21 de noviembre, la Fiscalía está obligada a zanjar si hubo o no delito en su grabación y difusión. Mientras que desde el entorno de Topelberg y sus abogados, quienes han sido apuntados como los posibles filtradores, sostienen que el Ministerio Público difícilmente podrá cuestionar el audio como prueba legítima, ya que es la base desde la que se investigan los principales delitos de la causa.
¿Hubo una “motivación política” en la filtración?
Tras el allanamiento a las oficinas de Hermosilla, su hermano y abogado Juan Pablo Hermosilla dijo a un periodista que “un colega suyo me entregó la información confidencialmente de que (...) habría venido desde el ámbito político la decisión de filtrar esto. No me consta, pero me hace sentido, porque hay algo raro en todo esto”. Desde el entorno de Hermosilla y de Daniel Sauer, aunque sin pruebas concretas, han insistido en esta tesis: que la filtración del audio pudo provenir directamente desde La Moneda, debido a los vínculos de Schürmann, Awad y Coz, abogados de Topelberg, con el gobierno de Gabriel Boric, donde han sido contratados para temas jurídicos, como la defensa de Giorgio Jackson en la investigación por los convenios con fundaciones. Fuentes cercanas a los juristas descartan esta versión y aseguran que sólo se trata de una maniobra para desviar la atención de los principales delitos cometidos en el caso.
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