Desde que dejó de ser ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg ha evitado hablar con la prensa y, una vez que fue nominado en enero pasado como embajador de Chile en Argentina, optó por mantener un bajo perfil. Sin embargo, por estos días ha tenido que lidiar con las tensiones entre ambos Estados debido a las comparaciones surgidas por el manejo de la crisis de la pandemia y por la polémica reunión que sostuvo el Mandatario argentino, Alberto Fernández, con líderes de la oposición chilena. Por este tema -y sin querer entrar en la política contingente chilena-, el también exparlamentario RN contestó esta entrevista por escrito a La Tercera.
Esta semana hizo gestiones para intentar que no escalara un conflicto entre Chile y Argentina, lo que concluyó en una reunión entre el Mandatario Fernández y el Presidente Piñera. ¿Cómo evaluó el episodio?
Al final, lo relevante de este episodio es que dio paso a una relación franca, transparente y constructiva entre los dos presidentes y estoy seguro de que eso va a permitir cosechar buenas cosas en el futuro, especialmente, porque tenemos una agenda de trabajo común muy importante para los dos países.
Fernández dijo a la oposición chilena que debían zanjar sus diferencias para “recuperar el poder”. ¿Cómo lo toma?
Me quedo con el mensaje que dieron ambos presidentes esta semana y que marcará el futuro y es que, a pesar de sus diferencias políticas, expresaron su voluntad clara y decidida de trabajar de manera conjunta en un momento único en la historia del planeta. Esto es muy relevante para dos países a los que no sólo los une la historia y la geografía, sino que también el futuro.
¿Es común que mandatarios participen de encuentros de ese tipo con la oposición de un gobierno?
El respeto a las políticas y procesos internos de los países es un principio general en las relaciones internacionales. Sin embargo, quiero destacar algo positivo: los presidentes se demoraron sólo tres días en solucionar el impasse con altura y franqueza.
El organizador fue el excandidato chileno Marco Enríquez-Ominami. ¿Cómo es la relación que mantiene él con Fernández?
Marco Enríquez y el Presidente Fernández tienen una relación de confianza y amistad que han construido hace varios años, cuando juntos formaron el Grupo de Puebla. Hoy, Alberto Fernández es el Presidente de todos los argentinos. Como embajador del Estado de Chile ante el Estado de Argentina, represento a todos los chilenos y por esto no me corresponde ser comentarista de las relaciones políticas ni menos personales que tengan las autoridades de los gobiernos.
En general, ¿cómo ve la relación Chile y Argentina?
Tenemos una oportunidad histórica, por el contexto único de esta pandemia de la que necesitaremos salir juntos, no sólo porque compartimos 5.000 km de frontera, sino porque, además, tenemos que empujar juntos la recuperación de nuestras economías. Argentina es un importante socio comercial de Chile y, por lo mismo, tenemos una agenda conjunta de trabajo que no podemos retrasar, especialmente en materia de integración energética, comercial y conectividad.
¿Cree que las relaciones entre ambos países se han visto afectadas tras la derrota de Mauricio Macri? Él era cercano al Presidente Piñera.
Una de las cosas que realmente le importan al Presidente Piñera y que ha demostrado en los hechos, es no confundir las relaciones políticas con las de Estado. Para él la relación entre presidentes trasciende a los gobiernos y a los signos políticos puntuales... Le doy un ejemplo, si hoy Uruguay es parte de la Alianza del Pacífico fue por el trabajo conjunto del Presidente Piñera con el Presidente Mujica.
De derecha en gobierno de izquierda
En su caso en particular, no había querido hablar luego de su salida del Ministerio del Trabajo, ¿por qué?
No es mi estilo salir de un cargo público y luego hacer catarsis personales por los medios de comunicación. Uno va al servicio público a servir, no a figurar. El valor fundamental cuando uno trabaja en un gobierno es la lealtad y eso implica comprometerse con el trabajo en equipo, y cuando uno sale, esa misma lealtad significa no transformarse en comentarista de lo que hacen quienes continúan.
¿Cómo tomó la nominación de ser embajador en un gobierno de izquierda?
Para mí es un gran honor y también un desafío representar a Chile en Argentina. No sólo porque es nuestro país vecino, con quien tenemos una estrecha e importante relación, sino porque se trata de un país del que tenemos mucho que aprender y también aportar. El que se trate de un gobierno de izquierda o de derecha no es tema, aquí se trata de relaciones de Estado. Además, nada más lejano a mi forma de ser que encasillarse en la idea de que las relaciones se deben construir sólo con los que piensan igual a uno.
Durante su gestión no solo ocurrió el episodio de la reunión de Fernández con la oposición, sino también la comparación que hizo con Chile para enfrentar la pandemia. ¿Cómo tomó eso?
En el pasado, los países latinoamericanos pasamos décadas comparándonos y eso sólo logró paralizarnos. Cada país tiene su propia identidad, su cultura y el sistema que se ha querido dar. Lo importante es que entre cada uno de ellos prevalezca cada vez más un espíritu de colaboración y menos de comparación y, desde luego, eso es lo que nos ayudará a salir mejor parados de esta pandemia.
¿Cómo ha sido para usted vivir la pandemia en Argentina? Ahí tienen medidas más restrictivas, cuarentenas totales.
Llegamos con mi familia antes de la cuarentena. Los primeros días fueron con muchos saludos y reuniones de trabajo con ministros y parlamentarios, que ahora se reemplazan por videoconferencias. Algo que es importante destacar es el respeto y cumplimento de las personas a las restricciones y cuarentenas. Por otra parte, no hay que olvidar que el sistema federal en Argentina hace que gran parte de la gestión política del Presidente debe hacerla con los gobernadores e intendentes, y en eso ha tenido un buen manejo, al igual que con la oposición, la que, en general, ha mostrado espíritu de colaboración.
¿Usted le informa al Presidente Piñera sobre cómo Argentina enfrenta la pandemia?
Uno de los grupos de contactos más activos que tengo es el que formó el Presidente con embajadores y algunas misiones diplomáticas en que nos pide que le entreguemos toda la información de los planes, políticas, resultados, estrategias de los países y las analiza al detalle con su equipo. Estoy seguro de que ese levantamiento y análisis que hace el Presidente semanalmente le ha servido mucho para tomar buenas decisiones y tener los buenos resultados hasta ahora.
¿En qué temas está enfocado usted ahora en la relación Chile-Argentina?
Chile y Argentina están en condiciones de dar un paso importante en nuestra agenda de trabajo conjunto. Esto no sólo significa pensar en lo que un país puede exportar al otro, sino que la invitación es ir más allá para trabajar en aquello que juntos podemos entregar al mundo. Para esto es clave seguir avanzando en mejorar la interconexión y tránsito en nuestros pasos fronterizos. El Presidente nos ha pedido un impulso especial para avanzar en integración energética y en la agenda de trabajo sobre cambio climático, la protección del medioambiente y proyectos como los parques binacionales, entre otros.
¿Cómo es su relación con el embajador de Argentina en Chile? Aún no llega al país, ¿a qué se debe la demora?
Con Rafael Bielsa tenemos una excelente relación. Apenas asumí como embajador tuve la oportunidad de conversar con él y entiendo que lamentablemente, producto de la pandemia, no ha podido viajar a Chile. Creo que lo hará en los próximos días. Puedo asegurarles que Chile tendrá un gran embajador de Argentina, porque es una persona muy preparada, admirador de la sociedad y cultura de nuestro país.
También se ven diferencias para enfrentar el tema económico en el marco de la pandemia. ¿Cómo ve el manejo de Argentina versus el de Chile?
No es bueno hacer comparaciones. Las estrategias de cada país son distintas, porque responden también a realidades distintas en lo demográfico, lo poblacional y económico. Lo cierto es que hasta hoy ambos países han logrado resultados esperanzadores y por eso esta semana puse en contacto a especialistas de ambos países a través de un seminario online para que intercambiaran sus resultados y experiencias.
Hay quienes dicen que hay que potenciar más el rol del Estado, mientras otros el libre mercado. ¿Qué piensa usted?
La experiencia nos demuestra que el camino del estatismo, el aislamiento económico y el cierre de fronteras adoptados por muchos países latinoamericanos después de las guerras del siglo pasado fue un grave error que sumió en la pobreza, el populismo y finalmente en regímenes autoritarios. Mientras, otros países anglosajones y de Europa que mantuvieron un sistema económico abierto, con libertad de comercio, progresaron y se desarrollaron. Es importante que ahora no tropecemos con la misma piedra de creer que la pandemia es una señal de que el estatismo funciona mejor que la libertad. Lo público no se agota en lo estatal. ¿Cómo lo han logrado Chile y otros países que han sido celebrados por su valorada política de diagnósticos masivos? Implementando una gran red pública de instituciones privadas y estatales. De otra forma este objetivo era imposible. Lo que esta pandemia demuestra no es que se necesita un Estado más grande o más chico, sino un Estado más ágil y eficiente.
En Chile se ha criticado el manejo del Presidente de la crisis que apunta a que se ha privilegiado lo económico por sobre la salud. ¿Hay una dicotomía ahí?
Todo lo contrario: precisamente lo que más se ha destacado de Chile en publicaciones, universidades y en la OMS es que simultáneamente ha logrado contener la velocidad y número de contagios, logrando una tasa de mortalidad de las más bajas del mundo. Junto con esto pudo implementar, gracias al responsable manejo económico, el plan de apoyo monetario más robusto de la región, lo que esperamos sea fundamental para detener el aumento de la pobreza y especialmente de la desigualdad producido por el cierre de liceos, escuelas o el congelamiento de empresas.
Respecto de la participación de Argentina en Prosur, ¿espera que Fernández siga siendo parte?
Esperamos que Argentina siga contribuyendo. Prosur es un foro que no responde a ninguna ideología. Lo que busca es permitir que los países democráticos de América del Sur puedan colaborar y actuar en forma coordinada.D