Nicolás Núñez (39 años) vive su segunda experiencia como entrenador. Lo hace al mando del club que lo formó como futbolista. Hace algunos meses llegó para intentar sacarlo de una crisis que se ha extendido por casi todo el 2023. Este domingo tendrá un desafío personal distinto, ya que se mide ante su antiguo equipo, al que renunció por malos resultados, pero donde cosechó tres títulos.
¿Con que situación se encontró en Universidad Católica?
Es una institución que ha crecido en sus distintas áreas desde que yo estuve acá. Es un equipo al que quiero, con el que tengo un vínculo importante. Cuando era joven no tenía conciencia de las cosas, pero al ser un grande tiene un funcionamiento mayor. A nivel de equipo, un cambio de técnico se da porque no se conseguían los resultados. Ahora estamos en el proceso de reconstruir confianzas y ver que podemos entregar con nuestros recursos. A veces dejando de lado algunos principios de juego, porque lo más importante son los jugadores.
Holan dijo que encontró un club distinto al que ganó el tetracampeonato…
La opinión de Ariel es respetable. Cuando los cargos van cambiando, los sellos varían, pero la institución mantiene sus principios y valores; yo acepté el desafío porque son los que me identifican. También porque tengo conocimiento del club y me iba a sentir contenido por la hinchada y la dirigencia. Con Tati (Buljubasich) fuimos compañeros, entonces había elementos a favor. Yo creo en los trabajos en equipo. Creo en la integración y en que las áreas se respeten, sabiendo que la última decisión es mía. Uno va ponderando cosas. Los momentos se cruzan. Siempre tuve la intuición de que nuestros caminos se iban a cruzar. Existían motivos, como la identificación o conocer la interna. Me sentía capacitado para asumir, a pesar del momento actual.
¿Pensó que su experiencia en Magallanes sería tan exitosa?
No. Nunca fue un objetivo en mi carrera, se fue dando. Hay muchas cosas añadidas que lo hicieron especial, como la identidad de juego que logramos, algo que valoro mucho como técnico. Eso acompañado de los resultados. Entregar herramientas desde el juego es algo que rescaté mucho después cuando analizaba mi paso con tranquilidad.
¿Por qué no pudo reeditar la campaña de la B?
Tenía harto tiempo con el grupo y las cosas se pueden ir desgastando. Hay que ser minucioso para encontrar una renovación. Caímos en una seguidilla de malos resultados que nos condicionaron. Salir fue una decisión meditada, no abrupta, pensando en el equipo. Pero mirándolo tranquilamente, creo que nunca tuvimos una confusión en el juego; el equipo siempre mostró una línea. Claro que los resultados nos miden y así es la dinámica del fútbol.
¿Influye conocer al plantel de Magallanes de cara al partido del domingo?
La preparación es la misma que con todos los rivales. No hemos hecho nada especial. Por características, hay un conocimiento que uno tiene visto desde antes, pero el análisis y las herramientas que le entregamos a nuestro equipo no varían. Ellos con Mario Salas han sumado otros matices. Esperamos poder superarlos en el juego y atacar los lugares donde podemos encontrar las ventajas. Quien pueda jugar mejor, tendrá más probabilidades de ganar.
¿Cree que el plantel de la UC fue mal armado?
La conformación tiene que ver con la idea de cada uno. No soy quien para juzgar eso. Pero es una realidad que para mí criterio futbolístico, hoy tenemos muy pocos volantes interiores. Eso nos obliga a ser un equipo más directo, sin la conservación del balón como un medio para controlar el juego. Con esa dificultad, hemos intentado adaptarnos al sello que tienen los jugadores. Después hay convicciones que yo busco transmitirle al plantel, con pequeños matices, como darle mucha importancia a la pelota. O formas de atacar, como usar a los extremos y la amplitud en el juego.
¿Siente que su continuidad está asegurada para el próximo año?
No. Cuando digo que me siento contenido en el club me refiero a que mi idea futbolística se puede trabajar, pero es una realidad que los resultados condicionan. Puedo desarrollar el proyecto, pero si no rindo eso no será un factor para no evaluarme por los resultados.
¿Cuál es el objetivo de la UC ahora?
Ir posicionándonos más arriba de lo que encontramos al equipo. Eso debe ir de la mano con clasificar a los torneos internacionales. No es una meta que me han impuesto los dirigentes, ni fue un tema cuando llegamos a un acuerdo, pero este club debe estar en esas instancias y competir con sus herramientas.
¿Se verá a un equipo distinto tras este parón de varias semanas?
Creo que el tiempo de detención nos entregó más entrenamientos con el plantel completo y eso lo podemos utilizar a nuestro favor. Pero el diagnóstico no varía mucho. Debemos potenciar eso que nos fuimos dando cuenta que tienen los jugadores. En este tiempo no modificamos mucho, pero es ideal construir confianzas y elevar lo positivo que se mostró en los últimos encuentros.
¿Siente una presión por conseguir resultados rápidos?
En el momento en que firmé, sabía que la presión es distinta a la de otros clubes. La repercusión es mayor. Es algo que entendía. Al no venir de una temporada buena, la exigencia es más alta.
En Magallanes tenía muchos jugadores de experiencia, ¿le falta eso a la UC?
No es algo que me he cuestionado. Lo de Magallanes es cierto, pero nosotros conformamos ese plantel con una cantidad importante de jugadores que tuvieran un gran entendimiento de la idea. Los mediocampistas son quienes dictan el ritmo del juego. Hay que tener conexiones en ese sector y por eso jugaban César Cortés, Alfred Canales, Carlos Villanueva, entre otros. Por entendimiento, no por liderazgo. Si bien salieron Chapa, Aued y Lanaro, que fueron tipos importantes, en esta transición han surgido otros lideres, que a mi me tienen conforme. Me refiero a Parot, Burdisso, Kagelmacher y Zampedri, futbolistas de gran trayectoria. Ellos se han empoderado y son capaces de hacerlo bien.
¿Cómo va la renovación de Zampedri?
Nuestra intención está transparentada. Fernando es alguien importantísimo para el club y la gente. Tiene un objetivo personal que lo invita a seguir. Debería continuar.
¿Cómo se les da protagonismo a los juveniles? Ortiz ha sido una irrupción importante…
La promoción de jugadores ha sido una política histórica de este club. Yo debuté y me desarrollé aquí. Conociendo eso, sé que los jugadores son consecuencia de un trabajo del club. En poco tiempo uno no conoce tanto a los chicos jóvenes, pero con nuestras limitantes hemos ido sumando algunos. Jorge ha respondido. A mi me gusta dar posibilidades y evaluar rendimientos. No tengo ningún problema con que un muchacho de 17 años juegue si es que aprovecha sus opciones. Ortiz, por ejemplo, se mostró rápido y lo ha sostenido en los entrenamientos. También lo hizo Hernández, en su momento, o Rosell. Por una mezcla de cosas, las posibilidades se van dando y ellos deben tomarlas.
¿Y cómo se levanta a los jóvenes que han bajado su rendimiento? Tapia era una promesa que no ha tenido una buena temporada…
Es un desafío. Yo me hice entrenador, entre otras cosas, porque trato de mejorar los rendimientos en mis jugadores. Quiero transmitirles a los muchachos las maneras en que puedan sacar ventajas. En ese proceso, con Gonzalo o Clemente Montes, debo seducirlos con nuestra forma de juego y recomponer su confianza. Pasa que cuando algunos chicos debutan bien y luego tienen un bajón, les cuesta levantarse de nuevo. Pero ellos han mostrado su rendimiento y estamos en el proceso de que no se desenfoquen, no estén desanimados y tengan la voluntad de hacer las cosas bien.
¿Es complejo sumarse a un equipo que está mal? Muchos jugadores del plantel debutaron en el tetracampeonato…
Mi mirada es que cuando hay un funcionamiento estable, se facilita el crecimiento de los jugadores. Cuando entran con otra responsabilidad, es egoísta darles ese peso, porque juegan con otra presión y los miedos son distintos. Cuando un joven entra a un equipo que funciona bien, seguramente se mostrará con facilidad. Por eso lo de Jorge Ortiz es un valor agregado, al entrar y destacar en un momento complicado.
¿Les ha afectado perder la localía?
Por supuesto, pero hay un bien mayor. Próximamente tendremos uno de los estadios más modernos de Sudamérica. Es un riesgo que el club asume. Es una condicionante, sí. El equipo no tiene sentido de pertenencia con otros estadios y las canchas no dependen de nuestros cancheros.
¿Las malas canchas afectan en su idea de plasmar un estilo de juego?
Es otra condicionante, pero no solamente con mi idea.
Algunos dicen que favorece a los equipos conservadores…
Puede ser, pero yo creo que más afecta al crecimiento de la industria. Ver un campo malo desacredita a nuestro torneo. También puede pasar que afecte a los equipos que proponen, porque te quita un tiempo y tienes temor al iniciar el juego desde el fondo. Pero no puede ser una excusa.
¿La UC puede competir a nivel internacional?
Eso sería hablar de algo lejano. He aprendido que esto es cortoplacista. Pero es un desafío para el fútbol chileno. Hay que competir y eso tiene que ver con la identidad del juego. En mi opinión, cuando uno especula desde la idea futbolística, no debe ser una excusa el tema de las plantillas. Nuestro torneo genera menos dinero que otros, pero con lineamientos claros podemos crear las condiciones. Con un plantel que tenga funcionamiento y no una dinámica inestable. Para eso trabajamos. Si llegamos a clasificar, queremos competir.
¿Se es impaciente en el fútbol chileno?
Sí, pero lo entiendo. Es la pasión del hincha. Eso es real y en otros lugares se da más. Pero los equipos que tienen paciencia, en el tiempo, logran sus resultados. El ejemplo máximo es Cobresal. Es un equipo sin mucho presupuesto, pero han creído en Gustavo (Huerta) y se les está dando. Se entiende, eso sí, que no tiene la presión de un equipo grande. Pero con tiempo, regularidad y desarrollo, el rendimiento y la competitividad llega. Se puede teniendo claro lo que quieren.
¿Se siente presionado al ser el único chileno dirigiendo un grande?
Me siento un privilegiado. Soy chileno y joven, algunos dicen que sin experiencia, pero con una buena vivencia hasta hace poco. Apuntaron hacia mi y lo tomo como una oportunidad. Hago todo para que salgan bien las cosas aquí.
¿Por qué hay pocos técnicos chilenos en Primera División?
En algún minuto quizás sentíamos que la preparación no era tan importante y los técnicos de afuera venían con la conciencia de que hay que preocuparse de la gestión y el método. Pero en el último tiempo eso ha ido cambiando y se ha encontrado un espacio. Lo vivido como jugador hay que encadenarlo con prolijidad y liderazgo. Así ganamos un espacio. Mario Salas, por ejemplo, es uno de los innovadores en ese sentido. Creo que vamos en ascenso. Yo pongo en las energías en que uno debe saber que tipo de técnico quiere ser, teniendo inquietudes para mejorar.
¿Qué tipo de técnico es Nicolás Núñez?
Me gusta que me reconozcan por mi liderazgo y la sinceridad. También por tomar decisiones. Pero además por ser alguien que se preocupa mucho por las personas con que trabaja. Me gusta entregar confianzas, pero sabiendo que yo tomo las decisiones. Eso en lo humano. En el lado futbolístico, me gusta crear conexiones en el juego, muchos pases para encontrar la superioridad. No me gusta hacer transiciones todo el tiempo. A otros les puede dar seguridad eso, pero a mi me gusta lo otro. También explicarle a los futbolísticas, no imponerse por que sí, sino explicar y convencer. Si ellos hacen que la idea sea propia, se producen rendimientos elevados.
¿Cree que la UC se vio bien ante Colo Colo en la Copa Chile? Su análisis llamó la atención…
Tiene que ver con como creemos que el equipo puede hacer daño con sus recursos. Colo Colo es un equipo que lleva años con su entrenador y está peleando arriba. Que hayamos podido competir con ellos, estando nosotros inestables, es valorable. Fue una llave cerrada, es un hecho. Pero en ningún momento cambié la realidad, ya que ellos tuvieron la posesión y la mayoría de las ocasiones. Así y todo pudimos empatarlo en la última.
¿Cómo proyecta el próximo clásico?, ¿Será parecido al de la Copa Chile?
Aun no lo pienso. Vamos partido a partido. Para nosotros los tres puntos ante Magallanes son importantes. Pero entiendo que hay mucha diferencia con una llave de ida y vuelta. Ya pensaremos en ese partido y en cómo podemos ganar.
¿Pero podría generar un quiebre?
Lo importante es tener claro nuestro propósito. Ahora queremos alcanzar los puestos de copa internaciones. La motivación está por si sola. Es atractivo y todos se disputan algo en las últimas fechas del torneo.
¿Cómo se enfoca a los jugadores jóvenes? El caso de los juveniles de Colo Colo hizo ruido…
Es un factor difícil de manejar. Uno tiene el control de los futbolistas en el entrenamiento, no en su tiempo libre. Por eso la formación y la educación es un foco importante en cada club. Eso, sumado al entendimiento del juego, nos lleva a ser profesionales de calidad. La educación y las políticas de club deben generar los contextos para que se sientan contenidos, porque en el profesionalismo es difícil que el técnico le otorgue el tiempo a eso. Hay que hacerlo, pero el foco y la urgencia está en el rendimiento del equipo. Es tarea de todos ir transmitiendo como se puede ser mejores profesionales. Se pueden tener condiciones futbolísticas, pero la disciplina y la constancia te mantienen en el alto nivel. El talento muchas veces te da un margen, pero si al talento uno de suma rigurosidad, se logra ser un jugador top o sus adaptaciones no son tan traumáticas.
¿Tiene la ilusión de estar en la inauguración del nuevo estadio?
Mi contrato es por un año y medio, así que es una motivación. Pero con la conciencia de que el rendimiento lo necesitamos ahora. Para el club es clave que el equipo esté solido a esa altura. Es uno de los focos principales. Tuve la oportunidad de hacer el recorrido en el recinto y va a ser un gran aporte al fútbol chileno. La infraestructura debe ir creciendo en el país. En el medio hay algo que se deja de lado, que es tener buenas canchas. El campo de juego debe ser sagrado. Creo que en la Primera B las canchas son mejores que en la A.
¿Qué salto institucional debe dar la UC después de la inauguración?
Este club va creciendo. Cuando el estadio esté consolidado, lo deportivo debe ir de la mano. No es lo único que ha afectado. Por cuatro años hubo un equipo que tenía conocimiento de su interna y mantener los nombres ayudó al funcionamiento. Este deporte necesita de esa complicidad. Ahora estamos buscando generar eso.