-Tengo un negocio redondo y armado, pero necesito 20 palos. Voy a doblar la inversión, te lo voy a pagar luego, voy a vender este anillo, te voy a mandar fotos.
Era el 13 de mayo de 2019 y faltaban 20 minutos para el mediodía. El que habla es Marco Antonio López Spagui (60), el anticuario y consejero espiritual llamado por sus conocidos como Parived, quien ese día se contactó con Domingo Jalil, un conocido prestamista que en esa época era blanco de una investigación penal por el delito de contrabando de joyas y relojes de lujo.
Al otro lado de la línea, oficiales de la Brigada de Lavado de Activos (Brilac) de la PDI seguían atentamente la conversación, ya que contaban con una orden judicial para interceptar sus teléfonos móviles. De ella se desprenden datos que transformaron inmediatamente al esposo de la afamada animadora de televisión, la exmodelo Tonka Tomicic, en imputado en la indagatoria que lleva a cabo la Fiscalía de Alta Complejidad Occidente.
En un informe policial enviado a la fiscalía -que da cuenta de hallazgos relevantes en las escuchas telefónicas- se detalla que “mientras Domingo efectúa una llamada que no es contestada, se escuchan voces de fondo donde personas hablan de Parived (frases incomprensibles) y de pronto Domingo indica: “Aquí está el Parived (...), compró dos choreos (sic) hoy día”.
Los cheques de Tomicic
Fue en agosto del año pasado cuando López Spagui apareció por primera vez vinculado a esta indagatoria por contrabando, tras una publicación de Ciper que daba cuenta de su presunto rol como comprador de relojes robados. Ese mismo día y utilizando la cuenta de Twitter de su esposa, que tiene más de un millón 600 mil seguidores, emitió un comunicado en el que desmentía categóricamente haber cometido ilícitos. “Quiero ser tajante y claro: jamás he incurrido en algún tipo de conducta reñida con la ley, ni menos involucraría a mi familia en una situación de esa magnitud”, sostuvo el anticuario, y se manifestó especialmente molesto por las menciones a Tomicic en la misma nota periodística.
Lo cierto es que en el expediente de la investigación, que es liderada por el fiscal Eduardo Baeza, más de una vez es el propio Parived quien menciona a la animadora, ya que para comprar relojes y joyas que le son ofrecidos por los imputados Estrella Dinamarca, Domingo Jalil y Jaime Quiroz, usaba el talonario de cheques de la exmodelo. De ello también existe rastro en las escuchas analizadas por la PDI.
Un año después de la conversación entre López Spagui y el prestamista, la policía interceptó una llamada con otro sujeto que, según la indagatoria, obraría también como “financista” del consejero espiritual. El 4 de mayo de 2020, según un informe de la Brilac, Daniel Goñi llamó a Parived y le preguntó “cómo está de tiempo para juntarse y ver así sus deudas, porque ya estaba chato de que lo llamen con la finalidad de cobrarle debido a que todos encuentran raro y poco serio que él (Parived) no pague lo que se debe”. Ante esto, López Spagui le dice a Goñi que responda que “no hay caja, que no hay plata y que hay que repactar todo”. Las explicaciones continúan y el anticuario asegura que “está esperando ingresos, ya que debido al mal negocio que tuvo con Cristián de la Fuente tuvo que utilizar dinero que aún no le han depositado”.
Minas de oro
A fines de mayo de ese mismo año, Parived se vuelve a contactar con Goñi, pero esta vez para reclamarle el porqué desconocidos le escriben a Tomicic y le reclaman porque sus cheques salieron protestados. El documento policial alude a la conversación en que López le señala “que le pareció bastante extraño que hay un tipo muy desagradable que le escribió a su señora y que tenía tres cheques protestados de ella”. Goñi aseguró que no tenía idea qué estaba pasando, pues los cheques que él le había pasado de Tomicic ya habían sido depositados. “La Tonka se puso súper nerviosa”, le dice. Finalmente, según quedó transcrito en el expediente judicial, Parived llamó a la persona que le estaba cobrando y se comprometió a pagarlos pronto, pues en ese momento -confidenció- no tenían fondos y para ello debió convencer al prestamista de su liquidez, ya que se trataba de seis cheques por $ 21 millones.
“Marco Antonio le cuenta a René que él estaba moviendo muchas lucas, porque trabaja con un proyecto minero, que lo tiene vendido a una empresa en Texas. Que, además, él tiene un equipo que está trabajando en Santiago, abogados y otros, y que es mucha plata, que tiene aprobado como 25 millones de dólares (...), que son un grupo de personas que lograron escaparse en un jet privado a Punta del Este a cerrar negocios por tres meses, que él tiene en su poder un pago pendiente de una factura que le paga Cencosud a su señora, pero que él es su representante legal, que se pagará igual y que el 15 de julio le tienen que pagar como $ 96 millones (...). Le pide su contacto por WhatsApp, que ahí se ponen de acuerdo y le lleva los cheques”, describe el informe de escuchas telefónicas.
Acto seguido a esta llamada, la PDI hace una apreciación policial de la interceptación de la llamada: “Es posible observar que López realiza diversos negocios, utilizando frecuentemente cheques a nombre de su cónyuge, Tonka Tomicic, demostrando preocupación porque la habrían contactado directamente a ella para cobrarle cheques protestados por negocios relacionados con la compra y venta de relojes, haciendo hincapié en que él es el encargado de los negocios y de los pagos de esos documentos”.
¿Un mal negociante?
Una de las principales dudas que surgen en la investigación es para qué Parived se hacía de estas especies. Porque muchas veces las revendía por un precio incluso menor de las que él mismo compraba. De esto hay indicios en las conversaciones de dos traficantes de joyas y relojes de nombres Juan y Jaime. El primero se jacta de que “hace negocios con el marido de la Tonka” y asegura que “está más cagado que él, que le vendió cuatro Rolex en $ 25 millones y que le han salido malos los cheques, y son de la mujer, de la Tonka, y que a veces pensaba que Parived los estaba agarrando para el hue..”. Esto último, explica uno de los imputados, lo pensaban porque una vez uno de ellos increpó a López Spagui diciéndole que cómo era posible que fuera millonario y le protestaran los cheques. Y que, ante esto, Parived le respondió que él no tenía dinero. Que el departamento de US$ 2 millones en el que vivía era de su esposa. Ahí, según el informe policial, uno de los contrabandistas le había dicho que conducía un Mercedes Benz de $ 100 millones y que entonces “si vivía como millonario, era millonario”. En el documento policial se describe que el sujeto, identificado como Juan, considera un mal negociante a López Spagui. “El weón compra el reloj en 20 (millones de pesos) y lo vende en 15 y pierde cinco. Que después tira cuatro cheques para fin de año, para tapar un hoyo, y que tiene un fraude de 3.000 millones de ‘weeta’. Es weón el cara de gurú”, dice. Ante esto Jaime responde: “Ese weón es vivo. Nosotros somos guagua de pecho al lado de él y que le comió toda la plata a la señora”.
Los “enjuagues”
El Servicio de Impuestos Internos (SII) está analizando la situación patrimonial de López Spagui, luego que la Fiscalía Occidente enviara los antecedentes de esta investigación penal. Pero uno de los cargos más graves a los que se expone Parived, según conocedores de las reservadas diligencias, es establecer el verdadero motivo por el que el anticuario se hacía de estas especies de lujo. En las últimas escuchas que existen en la carpeta investigativa, testigos comienzan a dar luces de lo que podría haber detrás de este comportamiento: presuntos vínculos con actos de lavado de dinero.
En la transcripción de una llamada que figura en la causa, un sujeto, de nombre Luis, habla con el imputado Claudio Gálvez. Este le comenta que “tiene un cliente que quiere el Rolex Daytona. Luis le dice que se lo vendió a Parived, pero que se lo puede pedir, porque no cree que lo haya vendido, indicando Claudio Gálvez que la verdad él no quería nada con Parived, porque le han salido ya dos cheques protestados de él”. Entonces, reseña el documento policial, Gálvez le pide que llame a López para ver si aún tiene el reloj. Ahí Luis le señala que “Parived siempre le ha dicho que con esos relojes él hace enjuagues, añadiendo que es un negocio que está haciendo todo el mundo, pero que hay que cumplir (con el pago)”.
En el informe de la PDI se hace una categórica afirmación que por estos días ha complicado aún más el escenario judicial que deberá enfrentar la pareja de Tomicic. “Mediante estas conversaciones se menciona a Marco Antonio López (Parived) como uno de los grandes compradores y que se encontraría con problemas económicos, ya que mantiene variadas deudas con grandes vendedores del medio, siendo revelado por uno de ellos que López utiliza los relojes con fines de hacer un blanqueo de dinero”, concluye la Brilac.
En las escuchas se relata, además, cómo Parived conoció a Harold Vilches: un conocido contrabandista que es apodado como el “Rey del Oro” y que hoy está preso. Por junio del 2020, López Spagui habló con uno de sus prestamistas, Fernando Cassorla, señalándole que un sujeto de nombre “Alberto” había recuperado la mina de oro en Bolivia “y que queda todo ese stock disponible por vender (...), son 14 o 15 kilos”, y le pide que consulte quién puede receptar el oro en el vecino país. Fue ahí donde surgió el contacto con Vilches, con quien Parived se reunió en el interior del Hotel Sheraton.
Ahí, se lee en el expediente judicial, López Spagui llegó con una piedra preciosa avaluada en $ 60 millones y que habría sido una de las primeras transacciones confirmadas por la fiscalía que hoy le sigue los pasos a este “gurú” de la espiritualidad.