Partido Demócrata debate cómo hacer frente a Trump en medio de fuertes divisiones

Mientras figuras del ala más izquierdista, como Alexandria Ocasio-Cortez, participan en el tour “Combatir la oligarquía”, la decisión del líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, de apoyar el presupuesto de Trump, desató cuestionamientos sobre la unidad demócrata.
A sus 83 años, Bernie Sanders ya no mira a la presidencia de EE.UU., pero tampoco piensa quedarse en el Senado observando mientras Donald Trump desmantela las instituciones federales. Junto a figuras del ala más izquierdista del Partido Demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez, emprendió una gira por Estados Unidos con el lema “Combatir la oligarquía”, con la que congrega multitudes.
Habiendo sido candidato a las primarias dos veces, el senador por Vermont no es militante del partido, pero su liderazgo entre los progresistas norteamericanos contrasta con el “entreguismo” que está mostrando Chuck Schumer, líder del partido opositor en el Senado. En medio de las votaciones del presupuesto de Trump, el legislador aseguró los siete votos que los republicanos necesitaban, sorprendiendo a todos dentro del partido.
Con dos posiciones totalmente contrarias, los demócratas intentan reconstruirse después de la aplastante derrota que Kamala Harris sufrió en noviembre, donde no solo perdieron la elección presidencial, sino también las mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado. Después de muchos llamados a “resistir”, y luego de dos meses de gobierno Trump, la oposición está mostrando sus verdaderos colores.

Sanders y Ocasio-Cortez han ignorado el consejo de los operadores demócratas, que vienen promulgando la estrategia de “hacerse los muertos”. Sus manifestaciones masivas contra la oligarquía han alcanzado cifras récord, dando un canal al deseo popular de luchar contra Elon Musk y Donald Trump.
En el tour, que pasó por Las Vegas, Denver y Tucson, entre otras ciudades, las figuras de la izquierda norteamericana congregaron a miles. “En solo cinco eventos, más de 86.000 personas se unieron a nosotros para hacer frente al autoritarismo y la oligarquía, y detener cualquier proyecto de ley que recorte Medicaid, para dar a los multimillonarios aún más exenciones fiscales”, tuiteó el senador.
Luego de ver a Mark Zuckerberg, Elon Musk, Jeff Bezos y otros millonarios en la asunción de Trump, el mensaje se fue cristalizando en la sección más radical de los demócratas. “En todo el país, la gente está harta de la codicia de la clase multimillonaria. Están hartos de un sistema político corrupto que deja atrás a la clase trabajadora. Si alguna vez ha habido un momento en la historia moderna de este país en el que la gente haya tenido que levantarse y luchar, este es el momento”, indicó en sus mensajes Sanders.
Los seguidores de Sanders son particularmente fieles, y llevan tiempo siguiéndolo como la única alternativa “realmente de izquierda” dentro del Partido Demócrata. Habiendo participado en las primarias contra Hillary Clinton y Joe Biden, ya es considerado muy viejo para intentar ir por la Casa Blanca de nuevo, y el ala más radical de los demócratas ya piensa en una clara líder: Ocasio-Cortez.

Y parece que en la gira Sanders estuviera pasándole la antorcha a la neoyorquina. A los periodistas se negó a responder preguntas sobre si Ocasio-Cortez heredaría su liderazgo, pero el mensaje subyacente de sus viajes parece claro: “Alexandria ha estado haciendo una labor extraordinaria en la Cámara”. “No pueden quedarse cruzados de brazos. No pueden sumirse en la desesperación. Tienen que plantar cara, contraatacar e involucrarse de todas las maneras posibles. Y no conozco a nadie que pueda hacer eso mejor que Alexandria”, aseguró.
De todos modos, más que estar mirando a elecciones presidenciales y figuras individuales, el movimiento de Sanders parece querer hablarle más a “la organización de las bases”, incluso desafiando a la militancia demócrata y llamando a hacer sus liderazgos por fuera del partido. “Uno de los objetivos de esta gira es impulsar a la gente a participar en el proceso político y a presentarse como candidatos independientes fuera del Partido Demócrata. Hay un gran liderazgo en todo el país a nivel de base. Tenemos que impulsar eso. Y si lo hacemos, podremos derrotar al trumpismo y transformar la situación política en EE.UU.”, aseguró el senador.
Esto, ya que se opone a la influencia de los donantes entre los demócratas. Durante una entrevista, Sanders criticó repetidamente la influencia de donantes y consultores de Washington en el partido. Afirmó que si bien los demócratas habían sido una fuerza positiva en temas sociales como los derechos civiles, los derechos de las mujeres y los derechos LGBTQ+, habían fracasado en las preocupaciones económicas que él ha dedicado su carrera política a abordar.

“Si hay alguna esperanza para el Partido Demócrata, es que tendrán que abrir las puertas y dejar entrar a la clase trabajadora, dejar que el liderazgo de la clase trabajadora se una al partido”, dijo. Y advirtió: “De lo contrario, creo que habrá gente que se presente como independiente en todo el país”.
Si por un lado hay todo un sector de la oposición tratando de reorganizarse y plantarle cara a Trump, las altas figuras demócratas parecen estar decepcionándose entre sí. Esto, luego de que Chuck Schumer, el líder del partido en el Senado, diera la espalda a las voces que hablaban de negar el presupuesto a Trump.
Ya en conferencias de prensa, distintas figuras del Partido Demócrata aseguraban que en el Senado se bloquearía el presupuesto, aunque eso implicase un “shutdown” del gobierno federal, para oponerse a la agenda extremista de Trump. Sin embargo, Schumer anunció que votaría con los republicanos, vendiendo la decisión como un “ejercicio de responsabilidad”, con el argumento de que un cierre habría posibilitado al presidente y a Elon Musk abusar “aún más” de su poder.
La misma Alexandria Ocasio-Cortez demostró su enojo frente a la “traición” de Schumer, expresando a los periodistas presentes su “profundo sentimiento de indignación y traición”. “Creo que es una bofetada enorme”, admitió.

Al menos, entre los demócratas se llega de poco a un acuerdo para “reinventarse”: dejar claro que al Presidente Trump no le importan las “familias trabajadoras”, sino solo “la clase de los multimillonarios”. En un artículo del corresponsal del diario El País en Washington, luego de una reunión de las directivas del partido, aparecen los puntos claves de la argumentación demócrata: “Trump prometió bajar la inflación el primer día y 55 días después parece estar empujando al país a una recesión a golpe de aranceles”.
Respecto de Musk, en tanto, el congresista demócrata Jamie Raskin apunta: “Es una diana fácil para nosotros. Tiene un plan para instaurar un Estado tecnoautoritario y era inevitable que en este siglo nos tuviéramos que enfrentar a algo parecido, así que tal vez no sea mala idea que lo hagamos ahora y no les dejemos la tarea a nuestros hijos o nietos”.
Según la última encuesta realizada por SSRS para CNN, la popularidad del Partido Demócrata entre el electorado ha alcanzado su nivel más bajo desde al menos 1992: sólo el 29% de los consultados dice tener una opinión “favorable” de la colectividad, que hoy enfrenta un importante déficit de liderazgo y numerosas divisiones internas.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.