Wessam Hammad aún no se convence de que Shireen Abu Akleh ya no está con ellos. “Aún la llamamos” para asignaciones de notas, cuenta el productor periodístico de Al Jazeera sobre quien, hasta el 11 de mayo pasado, fuera su compañera de labores en la oficina de la cadena de noticias qatarí en la ciudad palestina de Ramala. Ese fatídico día la veterana reportera palestino-estadounidense y con familia en Chile, recibió un disparo en la cabeza durante una redada militar israelí en el campamento de refugiados de Jenín, en la Cisjordania ocupada. “Hemos pagado un precio que nunca pensamos que íbamos a sufrir”, se lamenta.
Los palestinos todavía están de luto por Abu Akleh. Su oficina luce llena de ofrendas florales, de dibujos de niños palestinos con el rostro de la periodista y velas encendidas, mientras que quienes fueran sus colegas de labores ahora lucen chapitas con el rostro de Shireen en sus solapas. Lienzos y grafitis con el rostro de la profesional son habituales por estos días no sólo en Ramala, sino también en las diversas ciudades de Cisjordania que La Tercera visitó entre el 20 y el 27 de mayo, en el marco de una invitación de la Comunidad Palestina en Chile a una delegación de diputados para conocer en terreno las problemáticas que enfrenta a diario el pueblo palestino.
Una dura realidad que la mujer de 51 años -cuya familia es originaria de Belén- documentó para los espectadores de todo el mundo árabe. Corresponsal ampliamente conocida y respetada, Abu Akleh saltó precisamente a la fama hace dos décadas, durante la Segunda Intifada o levantamiento palestino contra el gobierno israelí.
“El crimen y la pérdida de Shireen tanto para mí como para mis colegas tiene obviamente dos partes. Una, nuestra relación personal y de amistad. Shireen era para nosotros al mismo tiempo nuestra hermana mayor y nuestra hermana menor, porque nosotros nos preocupábamos mucho de ella. Lo que sucedió con Shireen demuestra cuánto cariño le tenía no solamente el pueblo palestino, sino mucha gente incluso no palestina. El pueblo palestino no ha visto ningún funeral como el que tuvo Shireen. Con todo el respeto a periodistas y corresponsales, es muy difícil que alguien pueda llenar el espacio que ha dejado Shireen”, relató Hammad a los parlamentarios chilenos durante su visita a la oficina de Al Jazeera en Ramala.
Walid Omary, jefe de oficina de Al Jazeera en Ramala, ratifica los dichos del productor. “Shireen estaba vestida con todas las identificaciones, con un casco que decía prensa, con un chaleco antibalas que decía prensa, y después de todas las averiguaciones que se han hecho ha quedado de manifiesto que lo que la asesinó fue una bala israelí”, asegura. Y agrega: “Nosotros lo vamos a probar”.
“Nosotros con los compañeros que trabajan en los temas de imágenes hemos revisado los videos cuadro por cuadro y queda más que determinado para nosotros que ella fue atacada directamente por la ocupación (israelí) y que la bala iba dirigida hacia ella. Porque aparte la zona en que le dispararon era una zona abierta, donde ellos perfectamente podían ver a la gente que estaba ahí y no había ningún enfrentamiento con palestinos tampoco, o sea, era una zona que estaba completamente tranquila y donde podían ver exactamente quién estaba ahí antes del asesinato de Shireen”, sostiene Omary.
“Con la información que tenemos no podemos decir si el ataque fue contra ella en particular o no, pero sí podemos decir que ha habido muchos ataques en contra de Al Jazeera”, dijo Hammad. “Por ejemplo, el año pasado la colega de toda la vida de Shireen, Givara Budeiri, fue atacada de forma frontal por fuerzas israelíes en Jerusalén. El año pasado Israel también destruyó toda la oficina de Al Jazeera en Gaza”, destaca.
En ese sentido, Omary pide aclarar las circunstancias en que murió Shireen. “A nosotros no nos interesa tanto quién fue la persona que disparó, a nosotros lo que nos interesa es la persona que dio la orden para que se llevara a cabo esto. Yo creo que fue una decisión que ellos tomaron, atacando a un medio de comunicación muy importante para aterrorizar a los periodistas a que no continúen realizando sus labores, lo que ha determinado que esto haya terminado en un luto en cada hogar palestino”, afirma.
En medio del dolor de perder a su amiga, Enas relató a los diputados chilenos -durante su visita a Jerusalén Oriental- los críticos momentos vividos durante el funeral de Shireen, el 13 de mayo pasado. “Nos estaban persiguiendo uno a uno para sacarnos las banderas, incluso hubo mujeres que se pusieron para la ocasión hijabs y se los querían sacar, porque tenían los colores de la bandera de Palestina. Pero lo que nos importa es que 55 años después (del comienzo) de la ocupación de Jerusalén en la Puerta de Jaffa, que es donde fue el funeral de Shireen, los palestinos salimos en grandes números por la misma Puerta de Jaffa levantando la bandera de Palestina”, dijo. “Independiente que haya sido por honrar a una persona que fue asesinada, eso es un símbolo muy importante para nosotros”.
“Para los palestinos, la muerte de Abu Akleh se ha convertido en un acontecimiento digno de los libros de historia. Su procesión fúnebre ya ha sido llamada el funeral más largo: durante tres días, su ataúd pasó por pueblos y aldeas palestinas, incluidos Jenín, Nablus, Ramala y Jerusalén. Si fuera por los palestinos, habrían intentado continuar hasta Belén y Hebrón, posiblemente hasta Gaza, sin importar Nazaret y Haifa. Esto no es una exageración, estas fueron las emociones impulsoras. El abrazo de Abu Akleh fue un evento raro en el paisaje palestino”, escribió Jack Khoury, del diario israelí Haaretz, quien calificó a la periodista de Al Jazeera como un “ícono palestino”.
“No fue un error”
La Autoridad Palestina anunció este jueves los resultados de su investigación sobre la muerte a tiros de Abu Akleh, diciendo que había demostrado que fue asesinada deliberadamente por las fuerzas israelíes cuando intentaba huir. La conclusión se hizo eco de los resultados de una investigación preliminar anunciada hace casi dos semanas y que era ampliamente esperada. Israel rechazó los hallazgos, y el ministro de Defensa, Benny Gantz, los calificó como “una mentira flagrante”.
El fiscal general palestino Akram al-Khatib dijo que había determinado que no había militantes en el área inmediata donde se encontraba Abu Akleh, quien, a su juicio, fue alcanzada por una bala perforante mientras intentaba escapar. “El único tiroteo fue de las fuerzas de ocupación, con el objetivo de matar”, aseguró.
También repitió la posición palestina de que la bala no será entregada a los israelíes para su estudio. Dijo que decidieron ni siquiera mostrar imágenes de la bala “para privar (a Israel) de una nueva mentira”.
Riyad Mansour, embajador de Palestina ante las Naciones Unidas, afirmó el jueves en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que el asesinato de Abu Akleh “no fue un error”. “El asesinato de Shireen es la historia, la misma historia que ella estaba contando. La diferencia es que esta vez el mundo conocía a la víctima”, señaló.
En un discurso más tarde el jueves, el teniente general israelí Aviv Kochavi dijo que era imposible saber quién disparó la bala y una vez más pidió a los palestinos que cooperaran para “llegar al fondo” de lo sucedido. “Pero hay una cosa que se puede determinar con certeza”, afirmó el jefe militar. “Ningún soldado disparó intencionalmente contra un periodista. Investigamos eso. Lo comprobamos. Esa es la conclusión. No hay otra”.
Israel ha pedido públicamente una investigación conjunta con la Autoridad Palestina, con la participación de Estados Unidos, y ha solicitado que entregue la bala para su análisis, señala The Associated Press. Pero el Departamento de Estado dijo el miércoles que no había recibido ninguna solicitud formal de asistencia de ninguna de las partes dos semanas después de su muerte.
Hussein Al Sheikh, un alto funcionario palestino, aseguró que el informe del jueves se compartiría con la administración estadounidense. También se entregarán copias a la familia de Abu Akleh y a Al Jazeera, agregó.
Los palestinos dicen que también compartirán sus resultados con partes internacionales, incluida la Corte Penal Internacional en La Haya, que inició una investigación sobre posibles crímenes de guerra israelíes el año pasado. Israel ha rechazado esa investigación por estar, a su juicio, sesgada en su contra y no está cooperando con ella.
El mismo jueves, Al Jazeera Media Network anunció que había asignado un equipo legal para remitir el asesinato de su periodista a la CPI. La presentación también incluirá el bombardeo israelí “y la destrucción total” de la oficina de Al Jazeera en Gaza en mayo de 2021, y “las continuas incitaciones y ataques” contra los periodistas de la cadena que trabajan en los territorios palestinos ocupados.
La declaración de Al Jazeera destacó que el asesinato o la agresión física a periodistas que trabajan en zonas de guerra o territorios ocupados es un crimen de guerra según el artículo 8 de la carta de la CPI.
“No creo que Shireen Abu Akleh haya sido asesinada intencionalmente por ser una periodista”, dijo a La Tercera Avner Gvaryahu, director ejecutivo de Breaking the Silence, una ONG de veteranos que sirvieron en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) desde la Segunda Intifada (2000-2005) y que abogan por el fin de la ocupación de los territorios palestinos.
“Lo que sí yo creo es muy posible es que haya habido disparos indiscriminados por parte del Ejército israelí y, según lo que yo sé por mi servicio y de gente que ha dado testimonio en Jenín y en otras partes, existe una forma bastante flexible del uso de los protocolos de tiro”, explicó Gvaryahu, quien precisamente también sirvió como francotirador en Jenín.
El director ejecutivo de Breaking the Silence duda que las IDF ayuden a esclarecer la muerte de la periodista. “No sé lo que pasó con Shireen, pero yo no veo realmente al Ejército investigando esto. A menos que haya una enorme presión internacional, sobre todo presión norteamericana, no veo a ningún soldado puesto en un juicio, pero los norteamericanos tienen bastante poder acá y a lo mejor se va a ver algo, pero no va a ser por las buenas intenciones del Ejército”, señaló Gvaryahu durante la charla que mantuvo en terreno con los diputados chilenos en Hebrón.